La l¨®gica de la famiglia

El v¨ªdeo de Cifuentes equivale, en el lenguaje de la famiglia pol¨ªtica, a la cabeza de caballo de El Padrino. Un aviso para que no fantaseara con desobedecer la sentencia de Rajoy: dimitir antes del debate de presupuestos. En la pel¨ªcula de Coppola, un productor de Hollywood se niega a dar un papel a Johnny Fontane (¡°ese cerdo de Johnny Fontane nunca trabajar¨¢ conmigo; yo no me bajo los pantalones por muchos italianos que vengan a hacerme la pu?eta¡±), y al despertar entre s¨¢banas de sat¨¦n color champagnesiente un calor pastoso y se ve las manos manchadas de sangre, despu¨¦s el cuerpo embadurnado; al tirar de la s¨¢bana, descubre la cabeza de un caballo decapitado. Por supuesto, Johnny consigue el papel. Y por supuesto, despu¨¦s del v¨ªdeo, Cifuentes convoc¨® a los medios para cumplir la instrucci¨®n de Rajoy: recoger el despacho de la Puerta del Sol antes del mediod¨ªa.

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Cifuentes, va de suyo, no ha dimitido por el v¨ªdeo del mangoneo de unas cremas en Eroski. A un v¨ªdeo as¨ª se sobrevive en Espa?a. Puede resultar asombroso, pero la hemeroteca muestra supervivientes mucho m¨¢s impensables. Aqu¨ª se sobrevive a poner en tu curr¨ªculum Medicina y Cirug¨ªa, y que despu¨¦s solo aparezca soltero. O se sobrevive a tener un empleado dom¨¦stico sin papeles siendo campe¨®n de ¨¦tica. O se sobrevive a recomendar para un cargo a la que tenga mejores tetas. De hecho, Cifuentes confi¨® hasta el final en sobrevivir al esc¨¢ndalo del m¨¢ster. Pero estaba sentenciada, no por el PP sino por la aritm¨¦tica parlamentaria. De contar el PP con mayor¨ªa absoluta, ni el alma m¨¢s c¨¢ndida hubiera contado con su ca¨ªda. Pero la cuenta atr¨¢s para la moci¨®n de Gabilondo, cuya credibilidad ganaba enteros d¨ªa a d¨ªa, acab¨® con ella; y la pieza se la cobra Ciudadanos.

Ante el v¨ªdeo con efecto cabeza de caballo de El Padrino, Cifuentes asumi¨® el final. No ha sido una operaci¨®n ejemplar, pero en los c¨®digos de la famiglia hay cosas que no se dejan a la libre interpretaci¨®n. El g¨¦lido certificado de Rajoy es demoledor: ¡°Ha hecho lo que ten¨ªa que hacer¡±. Su orden era antes de mediod¨ªa, y ella convoc¨® a los medios a las 11.45.

Cifuentes se ha quedado sin la met¨¢fora de los fusilamientos del 3 de mayo. Ahora, una vez abandonada la pol¨ªtica activa para retirarse a su particular Aventino, donde tal vez disfrutar¨¢ de ese espect¨¢culo tan espa?ol de ver c¨®mo la compadecen tras pedir su cabeza, toca poner el foco en el partido. Se da por hecho que el v¨ªdeo es fuego amigo, pero, m¨¢s all¨¢ de esa puntilla, el PP ha vuelto a acreditar en este esc¨¢ndalo que su rasero ¨¦tico es insoportable. Desde la larga ovaci¨®n de Sevilla a los avales entusiastas de Cospedal, ellos han sido sus c¨®mplices. Rajoy le ofreci¨® su manto protector, como padrino, hasta que le gir¨® el pulgar abajo. El partido supera as¨ª ese match-point y toma un respiro, pero cada vez se le ve m¨¢s hundido en esa ci¨¦naga donde ya se han ahogado Aguirre, Ignacio Gonz¨¢lez y Granados. Y ahora hay temblor de rodillas calibrando que corra la lista.