?Fue Buda el primer feminista?
Venerable Dhammananda, la primera monja tailandesa ordenada completamente en la tradici¨®n theravada, caus¨® una controversia que contin¨²a 15 a?os m¨¢s tarde
A Venerable Dhammananda le gusta contar que "Buda fue el primer feminista" porque el asceta otorg¨® la misma posici¨®n a hombres y mujeres. Ella dice que, de hecho, Buda fue el primer l¨ªder religioso de su tiempo que afirm¨® claramente que las mujeres pueden alcanzar la iluminaci¨®n al igual que los hombres. "Ninguna otra religi¨®n dijo algo as¨ª", explica la mon¨¢stica.
Dhammananda, de 73 a?os, asegura inflexible que lo que dice es correcto. Antes de afeitarse la cabeza y ponerse una t¨²nica color azafr¨¢n, se llamaba Chatsuman Kabilsingh, fue una exitosa acad¨¦mica durante 27 a?os y estudi¨® con profundidad la historia del budismo. Pero el clero budista tailand¨¦s, altamente conservador, se niega a reconocer sus palabras y rechaza la idea de que las mujeres puedan ser ordenadas como monjas (o bhikkhunis).
En Tailandia, casi el 95% de la poblaci¨®n se declara budista de la escuela theravada y cree en el karma, el renacimiento y el nirvana. De acuerdo con esta creencia, la jerarqu¨ªa social se establece bajo la idea de que las buenas obras en esta vida conducir¨¢n a un mejor renacimiento. Siguiendo esta idea, se piensa que las personas que sufren una desgracia o que no tienen mucho dinero pecaron en el pasado. La posici¨®n m¨¢s alta en la pir¨¢mide social est¨¢ ocupada por los monjes, mientras que los pobres y los animales est¨¢n en la parte m¨¢s baja.
Son muchas las familias tailandesas con pocos recursos que, por este motivo, piden a los templos que cuiden a sus hijos. En estos lugares les proporcionan comida y educaci¨®n a cambio de trabajo. Muchos de estos ni?os son en la actualidad oficiales de polic¨ªa, abogados o incluso pol¨ªticos. Se les conoce como ¡°los chicos del templo¡±.
Actualmente viven en Tailandia alrededor de 270 bhikkhunis repartidas en diferentes provincias del pa¨ªs
Existe adem¨¢s una pr¨¢ctica popular de ordenaci¨®n temporal, o estudio del dhamma, el conjunto de las ense?anzas impartidas por Buda. Como explica Khemthon Tonsakulrungruang, especialista en derecho constitucional y candidato a doctorado en la Universidad de Bristol, muchos chicos tailandeses de 20 a?os son ordenados durante la temporada de lluvias antes de ser considerados maduros. Como las condiciones de vida han cambiado con el paso de los a?os, la mayor¨ªa de ellos deben realizar ahora estos estudios en su tiempo libre, durante el verano o las vacaciones.
Para las mujeres no existen las mismas oportunidades ya que, seg¨²n Tonsakulrungruang, las bhikkhunis son toleradas en Tailandia, pero no aceptadas. Estrictamente hablando, dice, "son ilegales y pueden ser acusadas del delito de suplantar a un monje". Ser ilegal significa que pueden ser condenadas a prisi¨®n u obligadas a pagar una multa de 20.000 baht (unos 520 euros) o m¨¢s, aunque esto rara vez sucede.
Las bhikkhunis tampoco pueden recibir ning¨²n subsidio estatal y no pueden participar en rituales estatales o p¨²blicos. Una clara prueba de esta falta de reconocimiento oficial se produjo el 9 de diciembre de 2016, cuando a un grupo de monjas se le impidi¨® entrar al Palacio Real de Bangkok cuando estaban a punto de presentar sus respetos a los restos del difunto rey Bhumibol Adulyadej.
Como explica Tonsakulrungruang, Buda sin embargo permiti¨® que las mujeres fueran ordenadas, pero presuntamente prescribi¨® ocho condiciones previas que una mujer ten¨ªa que cumplir. Por ejemplo, ellas deb¨ªan ser ordenadas dos veces, contando con la presencia de monjes y monjas. Pero como no hab¨ªa bhikkhunis ordenadas en Tailandia, era t¨¦cnicamente imposible cumplir este requisito. Las monjas adem¨¢s deben respetar a los monjes, sin importar cu¨¢nto tiempo lleven en el monacato, lo que significa que una monja de alto rango cuenta con un estatus inferior al de un monje reci¨¦n ordenado.
Nadie sabe con certeza c¨®mo se perdi¨® el linaje de las bhikkhuni, pero Tonsakulrungruang expone que las condiciones previas posiblemente hicieran que muchas mujeres perdieran el inter¨¦s. Estas condiciones, dice, posiblemente fueron m¨¢s dif¨ªciles teniendo en cuenta el contexto, especialmente en Sri Lanka cuando el budismo alcanz¨® su punto m¨¢s bajo.
Sri Lanka fue una de las fortalezas del budismo theravada. Hace aproximadamente 350-400 a?os, el pa¨ªs fue invadido o dominado repetidamente por reyes no budistas que purgaron el budismo y pocos monjes sobrevivieron. Los reyes de Lankan incluso tuvieron que solicitar monjes siameses para ayudar a restaurar la orden mon¨¢stica. Para entonces, dice Tonsakulrungruang, probablemente no quedaron monjas y el linaje se perdi¨® para siempre.
El acad¨¦mico asegura que nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de ning¨²n intento sistem¨¢tico o deliberado de erradicar el linaje de monje femenino. La p¨¦rdida, en su opini¨®n, fue "natural y desafortunada". Las mujeres en Tailandia ahora pueden convertirse en monjas no ordenadas y de nivel inferior que se conocen como mae chi. Ellas tambi¨¦n se afeitan la cabeza, pero visten una t¨²nica blanca, no viven dentro del templo y est¨¢n bajo la autoridad de un monje.
Sin embargo, en el a?o 2003, Venerable Dhammananda se convirti¨® en la primera bhikkhuni tailandesa en ser completamente ordenada en la tradici¨®n theravada despu¨¦s de viajar a Sri Lanka, donde la pr¨¢ctica se legaliz¨® en 1998 por otra escuela de budismo. Pero cuando regres¨® a Tailandia, se enfrent¨® al rechazo del clero.
El argumento del clero es que si el linaje de las monjas hubiera sobrevivido, permitiendo que se cumplieran las condiciones previas, no se interpondr¨ªa ning¨²n obst¨¢culo para que las mujeres fueran ordenadas. Pero Dhammananda dice que aquellos que argumentan que las bhikkhunis deben ser ordenadas por una comunidad de monjes y monjas, "no han entendido bien los textos o no los han le¨ªdo", ya que los originales est¨¢n escritos en pali, una lengua muy antigua que solo saben leer algunas personas. Ella dice que si no se tiene la posibilidad de contar con monjas que hayan sido ordenadas, ¡°con una comunidad de monjes es suficiente¡± para llevar a cabo la ordenaci¨®n.
Dhammananda no hab¨ªa pensado ser bhikkhuni cuando era joven, aunque el budismo siempre hab¨ªa sido parte de su vida. Ella se cas¨®, tuvo tres hijos, obtuvo un doctorado en filosof¨ªa e historia, y trabaj¨® como profesora asociada en la Universidad Thammasat en Bangkok.
Su punto de inflexi¨®n lleg¨® en 1983, cuando habl¨® por primera vez sobre las mujeres, la religi¨®n y el cambio social a las feministas occidentales en la Universidad de Harvard. Fue entonces cuando se dio cuenta de que contaba con informaci¨®n muy valiosa, pero no estaba haciendo nada para cambiar las cosas. Para ella convertirse en bhikkhuni, dice, "era una cuesti¨®n de responsabilidad".
Ella continu¨® dando conferencias e incluso tuvo un programa de televisi¨®n semanal sobre las ense?anzas del dhamma. Cuando sus hijos eran mayores, en 2000, comenz¨® el camino hacia su ordenaci¨®n para inspirar a otras mujeres a seguir su ejemplo. Actualmente viven en Tailandia alrededor de 270 bhikkhunis. Como Dhammananda fue ordenada en 2003, y ya han pasado 12 a?os, seg¨²n la tradici¨®n, ahora puede ordenar a otras mujeres.
Nadie sabe con certeza lo que Buda, como persona, quiso. Pero el acad¨¦mico Tonsakulrungruang sugiere que el Tipitaka, el libro de las ense?anzas de Buda, no fue escrito hasta 500 a?os despu¨¦s de la muerte de Buda y "es muy f¨¢cil imaginar que los contenidos se agregaron posteriormente".
"Incluso si Buda fue un santo, sus disc¨ªpulos no lo eran necesariamente", expone el acad¨¦mico. "Y existe la posibilidad de que Buda no fuera un santo omnipotente en absoluto. ?l podr¨ªa haber sido un pr¨ªncipe indio inteligente cuya filosof¨ªa de vida se hizo popular y que hab¨ªa crecido en una sociedad paternalista ".
Tonsakulrungruang est¨¢ de acuerdo en que hay una inconsistencia, especialmente dentro de la tradici¨®n theravada: todos los hombres y las mujeres tienen la capacidad de alcanzar el nirvana, pero no reciben el mismo trato.
"Si lees solo las reglas, encontrar¨¢s muchas hostiles para las monjas y entonces puedes asumir que el budismo no da la bienvenida a las monjas", dice el acad¨¦mico. "Pero es posible que desees preguntar qui¨¦n estableci¨® estas reglas. ?Fue Buda? ?O alguien m¨¢s? Nunca encontraremos la respuesta¡±.
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