¡°No me he convertido en feminista. Nac¨ª feminista¡±
La activista gambiana Isatou Jeng lidera la iniciativa The Girls¡¯ Agenda para acabar con la mutilaci¨®n genital femenina y los matrimonios juveniles en su pa¨ªs
Isatou Jeng no sabr¨ªa decir cu¨¢ndo se acerc¨® al feminismo. Est¨¢ convencida de que, si no hubiera logrado evitar su matrimonio con 15 a?os, probablemente a esta hora no estar¨ªa hablando de los derechos de las mujeres. M¨¢s bien, estar¨ªa rodeada de hijos a pesar de tener apenas 30 a?os. ¡°Mi vida es un claro testimonio de discriminaci¨®n, abusos, explotaci¨®n y violencia. Pero es justamente todo lo vivido lo que me motiva para llevar adelante mi trabajo¡±, asegura la activista gambiana. La fundadora de la organizaci¨®n The Girls¡¯ Agenda lucha para acabar con la mutilaci¨®n genital femenina y las ni?as esposas en su pa¨ªs, donde el 75% de las mujeres de entre 15 y 49 ha sido v¨ªctima de ablaci¨®n.
¡°Feminismo para m¨ª significa iguales oportunidades para chicos y chicas en todos los ¨¢mbitos, sin excepciones. Desde que era peque?a y ve¨ªa c¨®mo ten¨ªa que luchar mi madre para sacar adelante a la familia, me dije que un d¨ªa contribuir¨ªa a acabar con la discriminaci¨®n de la mujer¡±, explica desde Madrid, donde est¨¢ de paso tras participar en el VIII Encuentro Mujeres que transforman el mundo, celebrado en Segovia entre el 16 y el 25 de marzo. ¡°No me he convertido en feminista. Nac¨ª feminista¡±.
Jeng se qued¨® hu¨¦rfana de padre con tan solo tres a?os. Su madre se vio obligada a volver con su anterior marido. ¡°?l no me aceptaba como su propia hija y para m¨ª fue un verdadero trauma crecer as¨ª¡±, recuerda. ¡°Me trataba como una paria. Nunca me dio nada. Ni siquiera me llamaba por mi nombre¡±. No obstante, esto no fue tan duro para ella como ver a su madre d¨ªa tras d¨ªa levantarse a las cinco de la ma?ana para ir a vender verduras al mercado, trabajando de sol a sol fuera y dentro de casa. ¡°Mi madre nunca fue a la escuela. Sin embargo, entend¨ªa la importancia de la educaci¨®n y hac¨ªa todo lo posible para que sus hijos pudieran estudiar¡±, dice. ¡°Nunca la trataron de manera digna, pero jam¨¢s la he o¨ªdo quejarse. Crec¨ª con la pasi¨®n por contribuir a hacer del mundo un lugar mejor, m¨¢s justo para las mujeres. Afortunadamente, he acabado haciendo lo que siempre he deseado¡±.
En Gambia, el 75% de las mujeres de entre 15 y 49 ha sido v¨ªctima de ablaci¨®n
A los seis meses fue v¨ªctima de ablaci¨®n genital, una pr¨¢ctica formalmente prohibida en su pa¨ªs desde finales de 2015 pero que se resiste a desaparecer. ¡°M¨¢s tarde, cuando empec¨¦ a entender qu¨¦ es, c¨®mo se realiza y qu¨¦ consecuencias tiene, sent¨ª que no era justo que me extirparan algo del cuerpo sin mi consentimiento¡±. Sin embargo, Jeng sabe que se trata de algo muy arraigado en la tradici¨®n y que su madre decidi¨® cortarla al pensar que era lo justo para ella, para que fuera aceptada en la sociedad.
¡°En Gambia, el sexo y todo lo que rodea a los genitales son temas tab¨²¡±, se?ala. Y, por mucho que intentara hablar de mutilaci¨®n genital con su madre, no obten¨ªa explicaciones. Esta falta de educaci¨®n sexual y el limitado acceso a contraceptivos fueron la causa de que se quedara embarazada a los 15 a?os. Echando la vista atr¨¢s, Jeng ya no se arrepiente de nada. ¡°En mi pa¨ªs es muy duro ser una superviviente de embarazo juvenil. Incluso si eres mayor de edad, si no est¨¢s casada, eres una verg¨¹enza para toda la familia. Mi embarazo, sin embargo, es uno de los factores que me dio la fuerza para embarcarme en esta lucha¡±.
¡°Normalmente, en Gambia, cuando pasa algo as¨ª toda la culpa se achaca exclusivamente a la chica. Pero, al contrario, mi madre siempre me apoy¨® y se opuso a que me casara con el padre del beb¨¦, contrariamente a lo que intentaban imponerme los hombres de la familia¡±. Una vez m¨¢s, su madre fue su salvaci¨®n. A los seis meses, se hizo cargo de su hija para que ella pudiera mudarse con su hermana mayor y volver a la escuela, pese a la desaprobaci¨®n de vecinos y familiares.
El estigma y la discriminaci¨®n que acompa?aron el regreso de Jeng a las aulas fueron enormes. Ella, por su parte, nunca intent¨® ocultar su historia delante de los dem¨¢s, incluso cuando le se?alaban con el dedo o le dirig¨ªan palabras ofensivas. Su empe?o en los estudios le llev¨® a graduarse unos a?os despu¨¦s en Ciencias Pol¨ªticas.
¡°En Gambia, licenciarse despu¨¦s de haber pasado por un embarazo juvenil es algo muy raro. Fue una ¨¦poca dif¨ªcil, porque ven¨ªa de una familia con pocos recursos y los estudios pueden ser muy caros. C¨®mo lo logramos, fue una sorpresa para todos. Fue incre¨ªble, pero en mi vocabulario no existe la palabra abandonar¡±, recalca.
Jeng sabe que su caso es m¨¢s ¨²nico que raro. Por eso decidi¨® dise?ar un proyecto piloto para ayudar a las chicas que se encuentran en su misma situaci¨®n. ¡°Quiero que las madres adolescentes vuelvan a so?ar. Les damos formaci¨®n en feminismo, mutilaci¨®n genital, matrimonio juvenil y les preparamos para enfrentarse al estigma de la sociedad¡±, explica. ¡°Comparto mi historia all¨¢ donde vaya para que vean que si yo pude, ellas tambi¨¦n pueden¡±.
Si seguimos por este camino, la pr¨®xima generaci¨®n en Gambia podr¨¢ estar libre de mutilaci¨®n. Este es el momento, tenemos que seguir levantando la voz
Casi todas las mujeres involucradas en las actividades de The Girls¡¯ Agenda han sido v¨ªctimas de ablaci¨®n. Los miembros de la organizaci¨®n trabajan mucho en peque?as comunidades rurales, donde se dirigen a la gente hablando el idioma local. ¡°Al ser algo considerado cultural, no puedes simplemente ir a ver a la gente y decirle que lo que hace est¨¢ mal. Tienes que ser estrat¨¦gico: hablar con ellos para que lo entiendan, para que tengan tus mismos conocimientos¡±, insiste la activista. ¡°En el momento en que les cuentas c¨®mo la mutilaci¨®n ha afectado tu vida sexual y a tu salud, muchas otras mujeres salen a la luz p¨²blica y comparten su testimonio¡±.
El simple hecho de poder abordar en p¨²blico un tema tab¨² como la mutilaci¨®n genital femenina para Jeng es s¨ªntoma de que hay un cambio en marcha. ¡°La gente joven se opone de manera muy firme a la ablaci¨®n. Si seguimos por este camino, la pr¨®xima generaci¨®n en Gambia podr¨¢ estar libre de mutilaci¨®n. Este es el momento, tenemos que seguir levantando la voz¡±.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.