¡°El Cor¨¢n utiliza un lenguaje inclusivo, hoy Al¨¢ dir¨ªa ¡®portavoza¡±
La periodista Amanda Figueras defiende en su nuevo libro, 'Por qu¨¦ el islam', que esta religi¨®n traslada un mensaje de igualdad entre hombres y mujeres
La periodista Amanda Figueras (Vilafranca del Pened¨¨s, Barcelona, 1978) rompe estereotipos. Aparece cubierta por un velo blanco impoluto, y da la mano con un atisbo de timidez. Pero r¨¢pidamente se hace fuerte en sus palabras: "Hace falta m¨¢s sororidad y menos hablar de velos", dice. Y apostilla: "Hacer leyes contra la igualdad es antisl¨¢mico". Cuando, tras el fat¨ªdico atentado del 11-M, le toc¨® investigar sobre comunidades musulmanas en Espa?a, la barcelonesa no era cristiana ni religiosa, pero le pic¨® la curiosidad. Sus investigaciones la llevaron a abrazar la fe isl¨¢mica.
En 2015 escribi¨® un art¨ªculo explicando sus motivos para reconocerse como musulmana que levant¨® cierta pol¨¦mica. Ahora publica Por qu¨¦ el Islam (Pen¨ªnsula), un libro que pretende explicar c¨®mo es ser musulmana en Espa?a sin esquivar ning¨²n tema, del machismo al patriarcado y del terrorismo a los pasajes m¨¢s controvertidos del Cor¨¢n. "Gracias a todas las mujeres fuertes y libres que me han inspirado", se lee en su dedicatoria. Este martes 12 a las 19.00 presenta su trabajo en la Casa ?rabe de Madrid (Alcal¨¢, 62).?
Pregunta. ?Por qu¨¦ el islam?
Respuesta. Creo que, sobre todo, por lo que no se ve. Lo m¨¢s importante del islam no son los velos ni las barbas, ni otros detalles superficiales, sino principios basados en la bondad, en el perd¨®n, en la paz, en la tolerancia, en conocernos los unos a los otros y ser mejores personas. Es un camino de vida m¨¢s sano y m¨¢s justo tanto a nivel f¨ªsico como a nivel espiritual. Los musulmanes aspiramos a la justicia social y creo que por eso me enamor¨® a m¨ª el islam.?
P. ?Esta b¨²squeda de la justicia social se puede entender como una cr¨ªtica al capitalismo neoliberal?
R. S¨ª, desde luego. Una de las cosas que a m¨ª me atrajeron del islam es acercarme a una vida m¨¢s espiritual, intentar dejar el materialismo aparte y vivir m¨¢s de la experiencia y menos de la tenencia.
P. Insiste en que no es conversa, porque nunca fue cristiana. Pero, ?c¨®mo fue su llegada al islam?
R. Tras los terribles atentados del 11-M en Madrid, cuando trabajaba como periodista en El Mundo, empec¨¦ a leer sobre el islam. Estuve trabajando sobre las comunidades isl¨¢micas en Espa?a y c¨®mo vivieron los meses posteriores y las posibles represalias. A partir de ah¨ª empec¨¦ a conocer a musulmanes y musulmanas, y me di cuenta de que no sab¨ªa nada sobre el islam. Eso me estimul¨® a seguir en el proceso. No fue una cosa autom¨¢tica, fue un proceso con idas y venidas. Al final me reconoc¨ª como musulmana.
P. ?C¨®mo fue el proceso de cont¨¢rselo a su familia y amigos?
R. No hubo una conversaci¨®n en la que se lo contara a mis padres, sino que fue m¨¢s natural, y al final les dije que ya era musulmana. Su reacci¨®n primera fue de miedo, porque hay mucho desconocimiento.
P. ?Y cuando decidi¨® ponerse el velo?
R. No hubo tampoco una conversaci¨®n especial. A d¨ªa de hoy lo toman con mucha naturalidad. Al final, no tienen por qu¨¦ compartirlo, pero respetan mi decisi¨®n, como deber¨ªa ser respetada la decisi¨®n de cualquier mujer adulta y libre. En cuanto al trabajo, no s¨¦ c¨®mo habr¨ªan reaccionado, porque decid¨ª ponerme el velo tras dejar mi empleo en El Mundo. Reconozco que me daba cierto miedo pensar en pon¨¦rmelo cuando estaba en el peri¨®dico, porque cre¨ªa que eso me podr¨ªa perjudicar, que quiz¨¢ me limitar¨ªa a la hora de mandarme a cubrir ciertos actos. No s¨¦ qu¨¦ hubiera pasado, nunca lo podr¨¦ saber, pero miro a mi alrededor y no veo mujeres con hiyab [velo isl¨¢mico] en grandes medios de comunicaci¨®n, por lo que sospecho que me hubiera podido traer alguna limitaci¨®n.
P. ?Influye llevar velo a la hora de encontrar un trabajo en Espa?a?
R. S¨ª. Lo dicen todas las mujeres que llevan velo. Es evidente que limita, igual que puede limitar un nombre extranjero. Somos una minor¨ªa y sufrimos islamofobia, que es una enfermedad creciente. Hay cosas intangibles o dif¨ªciles de medir. Cuando mando mi curr¨ªculum con mi foto y no se lee no s¨¦ si es porque no les interesa o porque en la foto salgo con hiyab. En cualquier caso sigo buscando trabajo, pero es dif¨ªcil.
P. Un cap¨ªtulo de su libro est¨¢ dedicado a las mujeres. ?Cu¨¢l es para usted la diferencia entre feminismo y feminismo isl¨¢mico, si la hay?
R. No creo que exista un feminismo ni un feminismo isl¨¢mico, existen los feminismos. Estamos viviendo momentos muy interesantes de debate, de desarrollo de teor¨ªas, de hacer tendencia... No hay diferencias, los feminismos deber¨ªan todos luchar contra los enemigos comunes que tenemos: el patriarcado, el machismo, la discriminaci¨®n, y para que haya una igualdad de derechos y de oportunidades. Me gustar¨ªa que las musulmanas fu¨¦ramos m¨¢s tenidas en cuenta por parte del feminismo hegem¨®nico y mayoritario en Espa?a, que nos tiene olvidadas. Para muchos y muchas es dif¨ªcil que se pueda aspirar a pedir la igualdad desde un punto de vista religioso, pero s¨ª que es posible. Necesitamos m¨¢s sororidad y menos enfrentamiento, menos luchas por qui¨¦n da a qui¨¦n el carn¨¦ de feminista.
P. En este sentido, se puede argumentar que nunca va a ser igual su visi¨®n como europea que la de una saud¨ª o una egipcia.
R. Es evidente que mi posici¨®n es distinta a la de una mujer egipcia, pero tambi¨¦n tenemos que ir a escucharlas a ellas. En cualquier caso, la sociedad es patriarcal de base tambi¨¦n en Espa?a, como puso de manifiesto la huelga del 8 de marzo. Los feminismos isl¨¢micos dicen que no se puede obligar a las mujeres a vestirse de ninguna manera, eso deber¨ªa estar prohibido, y es antiisl¨¢mico. Abogo porque no se imponga ni se proh¨ªba el uso de velo, para m¨ª es lo mismo una cosa que la otra. El problema es legislar sobre la libertad de las mujeres. Desde nuestra perspectiva se le da un misticismo al tema del velo que se vive con m¨¢s naturalidad en otros pa¨ªses. Y perdemos mucho tiempo en hablar de velos cuando deber¨ªamos hablar de cosas m¨¢s trascendentales.
P. ?Por qu¨¦ las musulmanas tienen tan poco protagonismo en los medios?
R. Es sin duda un problema de los medios y de a qui¨¦n est¨¢n llamando. Varias compa?eras me cuentan que alg¨²n medio ha intentado buscar a una musulmana para un reportaje, pero si no lleva velo no les vale, es decir, necesitan que se corresponda con el estereotipo. Contra eso tambi¨¦n hay que luchar. Las musulmanas somos muy diversas, hay con velo, sin velo, espa?olas, inmigrantes, blancas, negras... y todas tenemos cosas que decir. Los medios deber¨ªan hacer autocr¨ªtica, ?trabajan para darnos voz o para reforzar los estereotipos? Se habla mucho de nosotras, pero sin nosotras.
P. Seg¨²n Sirin Adlbi Sibai, ¡°el feminismo isl¨¢mico es una redundancia, el islam es igualitario¡±. ?Usted qu¨¦ opina?
R. Estoy totalmente de acuerdo. Siempre apelo al car¨¢cter inclusivo del lenguaje del Cor¨¢n, tiene aleyas en las que habla de los creyentes y las creyentes, los ayunantes y las ayunantes... Utiliza un lenguaje inclusivo. Hoy Al¨¢ dir¨ªa la portavoza. Y no solo es cuesti¨®n de palabras, sino tambi¨¦n de conceptos: desde el origen de la creaci¨®n del ser humano, se habla de que somos creados en igualdad el hombre y la mujer. Hacer leyes contra la igualdad es antisl¨¢mico. Y a veces es dif¨ªcil que se vea, porque en los pa¨ªses musulmanes tambi¨¦n hay desigualdad e injusticia, pero una cosa es el islam y otra lo que hacen los musulmanes.?
P. ?Y c¨®mo reacciona usted al terrorismo de corte islamista?
R. Para nosotros es muy doloroso que nuestro islam se relacione con algo terrible como la barbarie terrorista. No hace falta ponerle etiquetas al terrorismo. No s¨¦ qu¨¦ es el terrorismo isl¨¢mico ni el radicalismo isl¨¢mico, para m¨ª, un radical isl¨¢mico ser¨ªa una persona que va haciendo el bien a su paso, ayudando a los dem¨¢s, no un terrorista, porque el islam no te lleva a ser violento, sino a todo lo contrario. Muhamad siempre opt¨® por perdonar y eso es lo que nos pide a los musulmanes.
P. En su libro apuesta por una relectura de los pasajes m¨¢s pol¨¦micos del Cor¨¢n, como la sura [vers¨ªculo] que habla de golpear a las mujeres o la que dice que los hombres son preeminentes a ellas.
R. Efectivamente, he le¨ªdo a varias autoras ¡ªcomo Amina Wadud o Asma Barlas¡ª que han profundizado en una lectura no patriarcal del Cor¨¢n. Hay muchas traducciones de este libro que son machistas, y as¨ª lo denunciamos. La traducci¨®n del verbo "daraba" como "pegadles" es contrario al mensaje del Cor¨¢n, y adem¨¢s el profeta Muhamad, cuyo ejemplo aspiramos a imitar los musulmanes, nunca peg¨® a ninguna mujer, y adem¨¢s repiti¨® muchas veces que hay que tratar bien a las mujeres. En mi opini¨®n, la de "daraba" es una mala traducci¨®n, pues sale muchas otras veces en el Cor¨¢n y las dem¨¢s veces no se traduce con este sentido. Desde el origen, los seres humanos son creados en igualdad, y esa igualdad es sagrada, viene de Al¨¢. Hacer cualquier cosa en contra de la igualdad es antiisl¨¢mico.
P. Pero esa interpretaci¨®n tambi¨¦n se hace en algunos pa¨ªses ¨¢rabes.
R. No hay que ocultar que hay mucho machismo y mucho patriarcado en las comunidades musulmanas, s¨ª, en Espa?a y en pa¨ªses ¨¢rabes. Y hay muchos hombres que est¨¢n muy c¨®modos encontrando en el Cor¨¢n la supuesta justificaci¨®n para maltratar a su mujer, pero en ninguna cabeza cabe que eso pueda estar justificado por el islam.
P. ?Y qu¨¦ me dice de la justificaci¨®n de la poligamia solo para hombres?
R. La poligamia era un fen¨®meno preisl¨¢mico que el islam, cuando llega, regula y le da un marco legal a las mujeres, que hasta ese momento no ten¨ªan ning¨²n derecho ni protecci¨®n. En el Cor¨¢n se desincentiva esta pr¨¢ctica, no la promueve. En cualquier caso, no es una pr¨¢ctica com¨²n mayoritaria entre los musulmanes. Adem¨¢s, hay hombres y mujeres en relaciones pol¨ªgamas que son felices, son maneras diferentes de vivir, igual que ahora hablamos de poliamor, esas relaciones totalmente abiertas. No creo que debamos juzgar una religi¨®n por una pr¨¢ctica que el islam desalienta y que no es algo com¨²n.
P. ?Cree que el feminismo en Espa?a ha sido inclusivo con las mujeres musulmanas?
R. Uno de los problemas que tenemos es c¨®mo se nos ve desde el feminismo hegem¨®nico. Hay gente para quien es incompatible religi¨®n y feminismo, pero estamos en la lucha. En vez de centrarnos en nuestro enemigo com¨²n, el patriarcado y el machismo, nos entretenemos en este otro debate. Ya lo he apuntado, parece que hay una lucha por ver qui¨¦n reparte los carn¨¦s de feminista. Hace falta m¨¢s sororidad y menos hablar de velos. Necesitamos alianzas y luchar todas juntas. Por ejemplo, en el comunicado de la huelga del 8 de marzo no se nos ha citado (tampoco a otras minor¨ªas) y eso ha creado cierto malestar.
P. ?Y c¨®mo les afecta la islamofobia, el odio a lo musulm¨¢n?
Como musulmanas, adem¨¢s de contra el machismo, tenemos que luchar contra la islamofobia, y ah¨ª encontramos poco respaldo. Cuando denunciamos que somos discriminadas, que no encontramos trabajo o nos despiden por llevar velo, que hay ataques violentos a musulmanas y una campa?a brutal de acoso en las redes sociales, eso no genera tanto malestar como si pasa en Ir¨¢n o Arabia Saud¨ª. Si quer¨¦is ayudar a las mujeres musulmanas, escuchad lo que nos afecta hoy y aqu¨ª. En lugar de eso, se utilizan las injusticias que viven las musulmanas en algunos pa¨ªses para atacar al islam.?
P. ?Qu¨¦ hace falta para que los musulmanes se expresen en sociedad?
R. Primero, que nos dejen hablar, que nos llamen. Y luego tenemos que hacer un trabajo por abrirnos, por ense?ar las mezquitas, por ejemplo la mezquita de la M-30 hace jornadas de puertas abiertas una vez al mes. Hay asociaciones de j¨®venes musulmanas que organizan actividades. La juventud musulmana en Espa?a se est¨¢ moviendo y cada vez es m¨¢s activa e intenta ser m¨¢s visible. Las mezquitas se est¨¢n abriendo. Es importante que se hable de nosotros como parte activa de la sociedad.
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