Triunfo, muerte ?y resurreci¨®n? del vaso de tubo, un cl¨¢sico de la noche espa?ola

El vaso de tubo es uno de esos objetos que viven en la memoria emocional de Espa?a. Lo hemos visto en tabernas, cafeter¨ªas y discotecas. Serv¨ªa lo mismo para degustar un refresco a las once de la ma?ana que una copa a la una de la madrugada. Muchos lo asocian a su primer contacto con el ocio nocturno. Su condici¨®n de parte del paisaje social lo ha convertido en material para el humor (¡°Muere el inventor de los vasos de tubo por el impacto de un hielo en la nariz¡±, titul¨® El Mundo Today una de sus noticias par¨®dicas) y en parte de letras de canciones de grupos tan populares como Taburete (¡°Copa, tubo, vaso fino que me tiene aqu¨ª contigo¡±, cantan en Al alba).

"Es muy inc¨®modo, demasiado estrecho y no se puede disfrutar correctamente de los aromas. Va a entrar m¨¢s alcohol del necesario porque la mitad del refresco no cabe y los primeros tragos no son todo lo agradables que deber¨ªan ser" Carlos Moreno, coctelero del grupo Larrumba

Sin embargo, en plena era de ¡°instagramizaci¨®n¡± del mundo, cuando la presentaci¨®n es tan importante como el contenido, este vaso parece tener cada vez menos sitio en los bares. "Hoy prima m¨¢s la vista", afirma David Gonz¨¢lez, barman del legendario Bar Cock en Madrid. "Un c¨®ctel entra primero por la vista", a?ade Roc¨ªo S¨¢nchez, coctelera del Bar Varsovia de Gij¨®n. Marc ?lvarez, head bartender de los restaurantes de Ferran y Albert Adri¨¤, afirma que "la t¨¦cnica del dedo siguiendo la copa, del cliente que dice '?Hala, yo quiero eso!', es nuestra mejor arma de venta". Carlos Moreno, coctelero del grupo Larrumba, que incluye a algunos de los restaurantes de moda en la capital como Habanera, Perrachica o Marieta, confiesa ser uno de los primeros que desech¨® el vaso de tubo en sus locales. "Unos cuantos, entre los que quiz¨¢ me encuentre, empezamos a poner de moda sobre 2007 la copa de bal¨®n para diferenciarnos de los dem¨¢s y hacer ruido. Busc¨¢bamos visibilidad y desmarcarnos. Busc¨¢bamos ser diferentes y esto al final se convirti¨® en ser todos iguales¡±.

Pero antes de estudiar la muerte del vaso de tubo, entendamos por qu¨¦ rein¨®. "Eran f¨¢ciles de almacenar, limpiar y transportar y, adem¨¢s, eran duros como una roca, as¨ª que se romp¨ªan poco", afirma Marc ?lvarez.

Pero entonces llegaron otros envases (especialmente la copa bal¨®n, asociada al gin tonic, y el vaso de sidra, asociado a ron,?g¨¹isqui y alcoholes oscuros) y pusieron en evidencia los problemas del vaso de tubo. "En un vaso de tubo no entran hielo, alcohol y refresco", apunta Roc¨ªo S¨¢nchez. "Adem¨¢s, en un vaso de tubo calientas el c¨®ctel al cogerlo, porque no hay una parte donde puedas sujetarlo sin estar en contacto con el l¨ªquido como si pasa con una copa de bal¨®n, que tiene tallo para ser sujetada¡±. Carlos Moreno a?ade: "Es muy inc¨®modo, demasiado estrecho y no se puede disfrutar correctamente de los aromas. Va a entrar m¨¢s alcohol del necesario porque la mitad del refresco no cabe y los primeros tragos no son todo lo agradables que deber¨ªan ser".?

Y, por supuesto, la est¨¦tica en tiempos de redes sociales es incuestionable en locales de moda. Nos cuenta S¨¢nchez: "Un c¨®ctel primero entra por la vista, la decoraci¨®n es importante y el vaso de tubo no permite la decoraci¨®n, por ejemplo con flores o frutas deshidratadas¡±. "Una de las razones por las que el gin tonic se puso repentinamente de moda", participa David Gonz¨¢lez, "es porque se ve¨ªa m¨¢s bonito, vest¨ªa mucho y se serv¨ªa en una gran copa transparente".?

?Y hacia d¨®nde avanzamos? Curiosamente, hacia una mezcla de los lugares de donde venimos: la funcionalidad de un vaso de tubo con algo de est¨¦tica, pero sin que sea tan ostentosa como la de la copa bal¨®n, que no es santo de la devoci¨®n de todos los cocteleros, como por ejemplo de Carlos Moreno. "Tengo muy claro que la copa de bal¨®n naci¨® como una forma de llamar la atenci¨®n y hacer ruido para que la gente tomara conciencia de que en los bares se puede tomar un gin tonic m¨¢s preparado, pero se va a dejar de usar".?

David Gonz¨¢lez apuesta por los vasos tallados como pr¨®ximo capricho en el mundo de la cocteler¨ªa. "Hay marcas que est¨¢n apostando de nuevo por el vaso bajo y tallado. Y otras est¨¢n reinventando la copa de vino, creando algunas m¨¢s estrechas". Pero a la vez, los dos alertan sobre el regreso del vaso de tubo... pero con un deje elegante, eso s¨ª. "El vaso de tubo se ha infravalorado mucho. Tiene inconvenientes, pero es f¨¢cil de coger y, al tener menos capacidad, hay gente que lo aprecia porque eso supone consumir menos alcohol. El nuevo vaso de tubo es m¨¢s elegante, con la base m¨¢s gruesa y el cristal mucho m¨¢s fino. Misma funcionalidad, pero m¨¢s bonito". Carlos Moreno est¨¢ de acuerdo: "El futuro vaso ser¨¢ algo intermedio entre el vaso de tubo y la copa de bal¨®n con la altura del de tubo y la apertura algo inferior a la de un vaso de sidra.?El cristal ser¨¢ m¨¢s fino, esto ayudar¨¢ a que la temperatura del coctel se mantenga mejor¡±. Pero no todos est¨¢n de acuerdo: "Yo no servir¨ªa ninguna bebida en un vaso de tubo",?remata Roc¨ªo S¨¢nchez.?"Considero que siempre hay una opci¨®n mejor para servir una copa". Cuesti¨®n de gustos. Y en eso, ellos son expertos.?