¡°El carnaval contribuye a la salud de la ciudad¡±

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En carnaval no todo vale

Juca Ferreira (Salvador de Bahia, 1949) lleva siete meses a la cabeza de la Secretar¨ªa de Cultura de Belo Horizonte, una ciudad de referencia en Am¨¦rica Latina por su capacidad de resiliencia. Su planificaci¨®n urbana, su calidad de vida y su sistema de transporte permitieron hacer frente a su principal amenaza: los aludes de tierra en las laderas habitadas por las clases populares. Como ministro de Cultura en los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, se enfrent¨® a un pa¨ªs donde poco m¨¢s del 5% de la poblaci¨®n hab¨ªa pisado un museo, el 13% iba a ver pel¨ªculas y el 80% de los municipios no ten¨ªan cine, teatro o biblioteca. Acaba de visitar Barcelona para participar en la conferencia Cultura y ciudades resilientes organizada por Global CAD.

P. ?Qu¨¦ puede hacer la cultura para superar un desaf¨ªo como los corrimientos de tierra?

R. Nuestra tarea es cambiar el patr¨®n de vida de las personas, fortalecer la capacidad de expresi¨®n, ayudar a crear una infraestructura. Estamos generando un circuito cultural para beneficiar a toda la ciudad porque los equipamientos est¨¢n muy concentrados en el centro y la poblaci¨®n pobre vive en la periferia. Buena parte de los ciudadanos no circula por la ciudad: van de casa al trabajo y del trabajo a casa. A veces se salen del circuito para ir al m¨¦dico pero, por los bajos ingresos, no llegan al centro, donde se registran los procesos culturales. Esa es la base de la desigualdad.

P. Despu¨¦s de?S?o Paulo, este es su segundo cargo como responsable de Cultura en el Gobierno de una ciudad. ?C¨®mo ayuda?la igualdad al desarrollo urbano?

R. Cuando la poblaci¨®n empieza a frecuentar los espacios p¨²blicos y desarrollan actividades socioculturales abiertas que unen a las personas crean un ambiente infinitamente m¨¢s humano, a diferencia de las ciudades donde las calles son solo para el tr¨¢nsito de personas. Tenemos un centro de referencia de la juventud en el centro de Belo Horizonte frecuentado por los chicos pobres para hacer actividades culturales y activismo. Ah¨ª hay un espacio de construcci¨®n y conquista de la sociedad como territorio.

P. El carnaval estaba prohibido en las calles de S?o Paulo.

R. S¨ª, cuando era secretario de Cultura de?S?o Paulo se organiz¨® una manifestaci¨®n en la puerta de mi despacho que exig¨ªa sacar el carnaval del samb¨®dromo. Estaba prohibido porque, seg¨²n la legislaci¨®n, ¡°no compart¨ªa el esp¨ªritu de la ciudad¡±, el esp¨ªritu del trabajo. Lo legalizamos y ya son 3,5 millones de personas las que lo celebran. Ahora, hay un fen¨®meno nacional de fortalecimiento del carnaval de calle, el que no es para desfilar, sino para disfrutar. Esta celebraci¨®n estimula la relaci¨®n de los ciudadanos con el espacio p¨²blico.

P. ?Es el carnaval un s¨ªmbolo de la superaci¨®n de la desigualdad en Brasil?

R. El carnaval da la impresi¨®n de ser un ritual donde todos se vuelven iguales, pero no es verdad, sigue habiendo desigualdades sociales dentro del carnaval, aunque es saludable para la ciudad que ricos y pobres compartan un mismo espacio. Creo que el carnaval contribuye a la salud psicosocial de la ciudad.

P. Usted habla del autoritarismo creciente en Am¨¦rica Latina y de la importancia en Brasil de las ¡°minor¨ªas que son mayor¨ªas¡±, ?cu¨¢les son sus principales conquistas?

R. Hoy hay m¨¢s negros estudiando en la universidad que en toda la historia de Brasil, hay m¨¢s derechos que han sido integrados en la legislaci¨®n brasile?a: de las mujeres, de los negros, de los LGBT... Tenemos un momento muy rico de demandas y respuesta a esas demandas. Todav¨ªa hay mucho por avanzar, pero estamos construyendo una sociedad. Los negros son el 53% [de la poblaci¨®n] en Brasil, no son una minor¨ªa, y Black Panther tuvo mucho impacto, especialmente entre los j¨®venes. Muchos vieron por primera vez a un h¨¦roe negro.

P. ?C¨®mo se nota a nivel urbano la presencia de estas voces?

R. La presencia de las mujeres, por ejemplo, est¨¢ en todas las dimensiones de la vida social. En cargos donde nunca hab¨ªan estado son minoritarias todav¨ªa, y sigue habiendo brecha salarial. Pero tambi¨¦n se nota en la estructura familiar. De todas las demandas identitarias, la de las mujeres es la que m¨¢s ha avanzado. El machismo, como el racismo, son enfermedades sociales. Cuando empiezas a construir situaciones de igualdad, la sociedad queda m¨¢s distendida, feliz, saludable.

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