C¨®mo ser psic¨®logo de autobuses

La empresa municipal de transporte de Madrid (EMT) otorga cada a?o un premio a los mejores relatos sobre la movilidad urbana. Este a?o, el foco del concurso estaba puesto en los transportes el¨¦ctricos e h¨ªbridos. Una forma diferente de hablar sobre movilidad sostenible. Estos son los tres ganadores.

Psic¨®logo de autobuses, por?Francisco Jos¨¦ Gald¨®n (primer premio del jurado)

No es f¨¢cil ser psic¨®logo de autobuses. A diario tienes que lidiar con enfermedades como trastornos de la motoralidad, esquizofrenia pasajeronoide, autobusismo y demencia asientil. Sin embargo, hay historias que hacen de esta profesi¨®n una vocaci¨®n ¨²til y enriquecedora. He aqu¨ª el testimonio del autob¨²s que, una ma?ana sin previo aviso, se convirti¨® en el¨¦ctrico: ¨C Doctor, esta ma?ana al levantarme he sentido algo raro. No sabr¨ªa decirle por qu¨¦, pero noto que algo ha cambiado en mi interior. ¨C Entiendo. Descr¨ªbame por favor todos los s¨ªntomas. ¨C No consigo hacer el mismo ruido que antes, no siento el fuego de siempre en el est¨®mago y no puedo echar humo por el tubo de escape, ?cree usted que puede ser grave? ¨C No tiene de qu¨¦ preocuparse. Es un claro caso de s¨ªndrome de la energ¨ªa limpia. ¨C ?S¨ªndrome de la energ¨ªa limpia? ¨C S¨ª. Sus creadores al fin se han concienciado y le han convertido en un ser sostenible y ecol¨®gicamente comprometido. Enhorabuena, es usted un autob¨²s el¨¦ctrico. ¨C ?Y qu¨¦ hago ahora? ¨C Cuando se sienta cansado si¨¦ntese en el punto de recarga m¨¢s cercano. Por lo dem¨¢s vida normal. ¨C Muchas gracias doctor.

Pongamos que hablo de autobuses de Madrid, por Alba Hontanar

Como saludaba Miguel R¨ªos, ¡°gracias por estar aqu¨ª, vuestro impulso nos har¨¢ seres el¨¦ctricos¡±. Y es que Mecano ya no podr¨¢ cantar jam¨¢s ¡°en Madrid alguna gente no lo puede soportar, yo ya sin humo no s¨¦ respirar (¡­)¡±. Gracias a los autobuses el¨¦ctricos e h¨ªbridos, ¡°la chica de ayer¡± podr¨¢ seguir jugando con las flores en su jard¨ªn; la ¡°reina de la noche¡± de Tino Casal ya no se subir¨¢ a un coche, sino a un autob¨²s el¨¦ctrico; y el ni?o pijo que rob¨® la novia a los Hombres-G sustituir¨¢ su Ford Fiesta por uno de estos. Es cierto que ¡°aqu¨ª no hay playa¡±, pero ¡°la movida¡± ahora en Madrid son los autobuses el¨¦ctricos e h¨ªbridos. Con el traj¨ªn de todas las personas que suben y bajan y recorren la ciudad con estos autobuses, ¡°Madrid nunca duerme¡±. Y aqu¨ª estoy yo, en uno de estos autobuses a medianoche, escuchando la m¨²sica de siempre, pensado ¡°que el futuro ya est¨¢ aqu¨ª¡±. Y como yo hay otra gente que usa el transporte p¨²blico; nos miramos y nos sonre¨ªmos. Porque lo sabemos. Porque ahora s¨ª que s¨ª, podemos llegar ¡°de Madrid al cielo¡±.

Emisiones de amor, Patricia Fortes (premio de los fans de Facebook)

Comenc¨¦ mi trayectoria profesional en Vigo; estaba entusiasmado y asustado a partes iguales, ya que la humedad y la salitre no eran buenas compa?eras de viaje. -Envejeces mucho antes -me hab¨ªan asegurado en la carrocera. Pero en cuanto avist¨¦ el brillante mar y el sol me toc¨® la fibra; supe que quer¨ªa quedarme all¨ª. Pero pasaban los d¨ªas, y mi peque?o motor no aguantaba las subidas tan pronunciadas de la empinada ciudad. Me apartaron del servicio e hibern¨¦ en un oscuro rinc¨®n del taller¡­ Hasta que una fr¨ªa noche, entre los cuchicheos de los dem¨¢s autobuses, apareci¨® una conductora; me acarici¨® suavemente el volante y me dijo: -Tranquilo peque?o, prep¨¢rate; nos espera un largo viaje. Al despuntar el alba, llegamos a la EMT de Madrid. Hab¨ªa mucho bullicio y m¨¢s autobuses como yo; ellos, ser¨ªan mi familia. Y, aunque a?oro el olor y el azul del mar de la hermosa r¨ªa de Vigo, aqu¨ª soy muy querido y respetado por conductores y viajeros. La ciudad nunca duerme, y yo transporto orgulloso a miles de personas por sus majestuosas calles repletas de historia. Soy un h¨ªbrido afortunado, un veh¨ªculo que no contamina. Soy un autob¨²s feliz, en la EMT de Madrid.