?rabes en Espa?a: ni todos machistas, ni ellas sumisas. Y tampoco terroristas
La comunidad musulmana asentada en Espa?a sigue lidiando con el estereotipo asociado al terrorismo yihadista
La noche del s¨¢bado fue una de esas en las que F¨¢tima Benamar se fue a dormir con un doble sentimiento. Un terrorista de 21 a?os de nacido en Chechenia asesin¨® a cuchilladas a una persona en Par¨ªs al grito de ¡°Allahu akbar¡± (Al¨¢ es grande). ¡°Tras un ataque terrorista, siento que algo horrible ha sucedido, pienso en las familias de las v¨ªctimas, pero a la vez tengo p¨¢nico de ir a trabajar al d¨ªa siguiente¡±, cuenta esta traductora saharaui que lleva 27 a?os viviendo en Espa?a. Ese miedo del que habla, como ¨¢rabe y musulmana, es el de que la asocien con los terroristas. ¡°Me dicen: ¡®Mira lo que hacen tus paisanos¡±. Sin embargo, el US National Counterterrorism Center indica que entre 2001 y 2015, el 75% de las muertes por terrorismo yihadista se produjeron en pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana.
Justo unos d¨ªas despu¨¦s de los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils ocurridos el 17 de agosto de 2017, a la hija de F¨¢tima un hombre le grit¨®: ¡°Vete a tu pa¨ªs, que aqu¨ª ya hab¨¦is hecho mucho da?o¡±. Usua Ben Hander, con solo 17 a?os, se pregunt¨® a qu¨¦ pa¨ªs se refer¨ªa aquel hombre. ¡°Yo he nacido en Fuenlabrada pero cuando tienes color en un lugar en el que nadie lo tiene, inevitablemente te enfrentas a episodios racistas¡±, cuenta desde su casa a las afueras de Madrid.
¡°No se dirigen a nosotros como argelinos, tunecinos o marroqu¨ªes, sino como moros, y esa palabra tiene una carga negativa¡±, explica el investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha Salah Eddine Salhi. Aunque valora que en la esfera pol¨ªtica espa?ola no existan partidos antimusulmanes como el Frente Nacional en Francia, o el Partido por la Libertad en Holanda. La comunidad migrante marroqu¨ª, con 769.050 residentes seg¨²n el INE, es la m¨¢s numerosa de Espa?a. Pero como dice el argelino de 32 a?os, en el imaginario colectivo, se suele aglutinar a todos los ciudadanos ¨¢rabes como un todo, profesen una religi¨®n u otra o hayan nacido en Espa?a, Egipto o Libia.
El ¨²ltimo estudio del Observatorio Andalus¨ª de la Uni¨®n de Comunidades Isl¨¢micas de Espa?a (Ucide) indica que en Espa?a viven 1,9 millones de musulmanes de distintos or¨ªgenes: del Magreb ?rabe, de ?frica occidental, de Oriente Pr¨®ximo y Oriente Medio y nacidos en Espa?a. ¡°?No te inmoles!¡±, le dicen entre bromas sus amigos a Aurora Ali, una espa?ola-egipcia que colabora Observatorio de la Islamofobia en los Medios. Ella explica que como no tiene rasgos que se lean como ¨¢rabes, siente la discriminaci¨®n en los comentarios, en las redes sociales o en la imagen que proyecta la prensa sobre la comunidad ¨¢rabe y/o musulmana. ¡°Tenemos un apartheid de las generaciones. Yo no soy segunda generaci¨®n. Soy una ciudadana de pleno derecho¡±, dice con vehemencia.?
Y la categorizaci¨®n tambi¨¦n se da a la inversa. ¡°Yo nunca me he sentido apartada por la comunidad espa?ola, sino por la ¨¢rabe porque todav¨ªa hay gente que no est¨¢ acostumbrada a ver una mujer musulmana empoderada¡±, explica la abogada espa?ola-marroqu¨ª Nessrin El Hachlaf. Para ella no es cuesti¨®n elegir entre patrias. ¡°Mis identidades se suman una a la otra y hacen un plus, nunca restan, por eso nunca digo que soy ni que soy marroqu¨ª ni que soy espa?ola¡±. Y esa imagen de mujer fuerte y luchadora es la que reivindican a la vez F¨¢tima, Usua, Aurora y Nessrin. ¡°El que piense que estamos sometidas a nuestros maridos es porque no ha entrado en una casa de ¨¢rabes¡±, dice F¨¢tima con humor. Y su hija a?ade: ¡°No podemos hablar de la mujer ¨¢rabe. Cada mujer es ¨²nica¡±.
¡°Yo soy castellano leon¨¦s y con mucho orgullo¡±, explica el doctor Mohamad Salami, que lleg¨® a Espa?a desde L¨ªbano hace 50 a?os para estudiar medicina y se qued¨®. No se olvida nunca de su origen, pero lanza una pregunta: ¡°Cuando un pa¨ªs te da educaci¨®n, trabajo y familia, ?t¨² de d¨®nde eres?¡±. ¡°Yo trabajo aqu¨ª, tengo mis hijos aqu¨ª, he estudiado aqu¨ª y las cosas malas que le pasan a este pa¨ªs me duelen como a cualquier espa?ol. Me siento espa?ola pese a quien le pese¡±, a?ade la saharaui F¨¢tima Benamar.?
¡°Esos estereotipos de hombre ¨¢rabe b¨¢rbaro, hom¨®fobo y violador y mujer sumisa e inculta se van disipando¡±, analiza Aurora Ali. Y explica que aunque durante 2017 el Observatorio contra la Islamofobia recogi¨® 546 incidentes islam¨®fobos (160 en persona y 386 en medios y en las redes), tambi¨¦n fue en ese a?o cuando se produjo una ola de solidaridad tras los atentados en Barcelona. El hashtag #YoTeAcompa?o, creado para evitar que las personas ¨¢rabes o musulmanas estuvieran expuestas a insultos o agresiones, se convirti¨® en tendencia en Twitter.
La casa de F¨¢tima luce tal y como ella se presenta al mundo. Tiene dos salones: uno oriental, donde prepara el t¨¦ y sirve d¨¢tiles, entre alfombras, cojines y elementos decorativos tra¨ªdos de Libia ¡ªel pa¨ªs de origen de su marido¡ª y el S¨¢hara, y otro occidental, con la televisi¨®n, los sof¨¢s, la mesa de comedor y las fotos de familia. Esa casa es un poco como los entrevistados de este reportaje, que han ido conformando sus vidas con elementos diversos, tra¨ªdos de aqu¨ª y de all¨ª, pero con un espacio com¨²n, Espa?a. Desde su consulta en el centro de Madrid, el doctor Salami reflexiona: ¡°Nos separa el solo el 3%, ?por qu¨¦ no podemos centrarnos en el 97% que nos une?¡±.
Por eso F¨¢tima no entiende cuando sus hijos vienen del colegio y le cuentan que los apartan por tener el pelo rizado o la tez oscura. ¡°Si haces que los ni?os nacidos aqu¨ª se sientan ajenos, terminan por no sentirse c¨®modos en esta sociedad¡±, dice. Precisamente la ni?ez fue un momento clave en la vida de Usua. ¡°Cuando creces te das cuenta de que no te insultan porque hayan nacido as¨ª, sino porque lo han aprendido. Y esperas que cambien y que se den cuenta de que no pueden discriminar a una persona por su tono de piel¡±.
Mientras F¨¢tima ense?a con esmero telas tra¨ªdas del S¨¢hara comenta: ¡°Los medios de comunicaci¨®n deben dejar de usar el t¨¦rmino terrorismo isl¨¢mico. No es terrorismo isl¨¢mico¡±. Y a la abogada Nessrin le chirr¨ªa mucho ver a ciudadanos marroqu¨ªes interpretando los papeles de terroristas en las pel¨ªculas. ¡°Cuando eso cese, la gente ver¨¢ una se?ora musulmana sentada en el autob¨²s y no la mirar¨¢ de forma extra?a sino que la considerar¨¢ parte de nuestra cultura y de nuestro d¨ªa a d¨ªa¡±.
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