El barco europeo sin rumbo
?Qu¨¦ hace Bruselas en econom¨ªa? ?Qu¨¦ quiere Bruselas en pol¨ªtica?
Est¨¢ claro que las cosas no pueden seguir as¨ª. Hablamos de Europa. La crisis de confianza que emergi¨® de la gesti¨®n autoritaria franco-alemana encaminada a la salvaci¨®n del euro en 2009, sin cambio de orientaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria, el austericidio impuesto por el t¨¢ndem Merkel-Sch?uble ¡ªcon el apoyo de Pa¨ªses Bajos, Austria y Finlandia¡ª, el Brexit y la irrupci¨®n de partidos populistas de indefinidas tendencias en las ¨²ltimas elecciones con la consecuente desagregaci¨®n de los bloques tradicionales en Europa, conducen a un bloqueo aparentemente irreversible del sistema europeo encarnado en el Tratado de Lisboa.
La victoria del voluntarismo positivo europeo de Emmanuel Macron en Francia cre¨® la ilusi¨®n de una salida aceptable de este c¨ªrculo perverso. Sin embargo, el pragmatismo gubernamental de Berl¨ªn tras los resultados electorales demuestra que, pese a las promesas del SPD, los partidos de la coalici¨®n de gobierno de Angela Merkel no cambiar¨¢n de orientaci¨®n. La suya no es sino la verdadera pol¨ªtica econ¨®mica europea, que coincide precisamente con la econom¨ªa pol¨ªtica del Bundesbank. El presidente del BCE, Mario Draghi, tuvo que recurrir a grandes dosis de imaginaci¨®n y diplomacia para mantener un raqu¨ªtico equilibrio entre las exigencias alemanas y el inter¨¦s general europeo. Es el precio que la ciudadan¨ªa europea ha de pagar por mantener el euro-marco, pues Alemania siempre dej¨® claro que no habr¨¢ otra pol¨ªtica monetaria que esa.
Hoy el caldo de cultivo de todos esos ingredientes cobra otros sinsabores. Dieciocho a?os despu¨¦s, en los pa¨ªses en los que la extrema derecha a¨²n no ha alcanzado el poder, los gobernantes se amedrentan ante cada cita electoral por la amenaza de fracaso. Cuando la extrema derecha consigue soberan¨ªa, las se?ales de cambio enseguida afloran en formas visibles para la ciudadan¨ªa.
Pi¨¦nsese en el nuevo Gobierno italiano que prev¨¦ la salida posible del euro, una reorientaci¨®n de las alianzas hacia el Este, la renuncia a satisfacer indefinidamente deudas y una pol¨ªtica represiva con la inmigraci¨®n. El caso italiano es sumamente interesante en la medida en que demuestra que existe posibilidad de conjunci¨®n entre la extrema derecha y la izquierda populista para desmontar el proyecto liberal europeo. Pues los efectos sociales del pacto de estabilidad europeo est¨¢n borrando todas las referencias identitarias opuestas.
Asistimos, pues, a la revancha pol¨ªtica que engendran los nefastos modelos econ¨®micos. Y las elecciones europeas de 2019 auguran a¨²n m¨¢s peligros: los partidos tradicionales transmiten la impresi¨®n de haber perdido la voz, carecen de proyectos cre¨ªbles para una ciudadan¨ªa vulnerable, mientras los partidos populistas representan una clara orientaci¨®n: acabar con una Europa devenida en problema cuando promet¨ªa ser la soluci¨®n.
Mientras, ?qu¨¦ hace Bruselas en econom¨ªa? Propone bonos basura europeos. ?Qu¨¦ quiere Bruselas en pol¨ªtica? La ampliaci¨®n a Kosovo, es decir, llenar a¨²n m¨¢s el barco sin rumbo. ?Adivinemos c¨®mo puede acabar esto!
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