Jubilaci¨®n: parece que tu mundo se acaba... pero solo es una vuelta a empezar
Es un proceso y un momento ideal para un mayor autocuidado f¨ªsico y ps¨ªquico y para mejorar las relaciones de pareja, familiares y sociales
La jubilaci¨®n entra?a un cambio vital en la rutina diaria de las personas, supone un cese de la actividad laboral diaria. Una p¨¦rdida de estatus producida por el abandono de las relaciones sociales establecidas durante todos los a?os de actividad laboral, por no hablar de la reducci¨®n de estatus econ¨®mico. El trabajo es uno de los aspectos m¨¢s importantes con los que una persona construye su propia identidad y tras la jubilaci¨®n hay que aprender a reestructurar y reforzar esa identidad y reencontrarse identificarse con otros aspectos de uno mismo. Adem¨¢s, puede no ser el mejor per¨ªodo vital y esto por varias circunstancias relacionadas como caracter¨ªsticas internas (nivel de recursos afectivos y culturales, modo de afrontamiento, sistema de valores y creencias¡) condiciones econ¨®micas (disfrutar de prestaciones sociales y m¨¦dicas), red social amplia o restringida y entorno familiar enriquecedor o empobrecedor. A nivel empresarial quedan asignaturas pendientes. La mayor¨ªa de los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas no poseen programas de desvinculaci¨®n de sus empleados.?
Pero el hecho es que la poblaci¨®n mundial envejece. Seg¨²n un informe de Naciones Unidas, en 2017 ya hab¨ªa 962 millones de personas con 60 a?os o m¨¢s; un 13% de la poblaci¨®n mundial. Europa es la regi¨®n con m¨¢s personas pertenecientes a este grupo (25%). Estos datos muestran que cuando una persona se jubila puede disfrutar aproximadamente de veinte a?os m¨¢s de vida en el caso de Espa?a, que es uno de los pa¨ªses con m¨¢s longevidad.
Lo m¨¢s importante: la jubilaci¨®n es un proceso
La jubilaci¨®n es un proceso que, seg¨²n Atchtey (1975), tiene varias fases, aunque no todas las personas pasan necesariamente por todas ellas:
- Prejubilaci¨®n, donde uno se va haciendo a la idea y aparecen las fantas¨ªas relacionadas con la jubilaci¨®n.
- La jubilaci¨®n en s¨ª misma, la cual puede vivirse de tres maneras distintas: en forma de luna de miel, cuando se aprovecha para hacer todo aquello que no se hac¨ªa antes por falta de tiempo. Con una rutina continuada, que es cuando la persona planifica distintas actividades que conforman su rutina diaria. Finalmente, como descanso, que es cuando la persona jubilada va reduciendo cada vez m¨¢s su actividad diaria perdiendo las fuentes de refuerzo y gratificaci¨®n lo que puede generar aburrimiento y posteriormente ir entrando en un estado depresivo.
- Posteriormente est¨¢ la fase de desencanto, la cual se produce cuando una vez pasada la euforia inicial y el descanso inicial que consideramos merecido nos vamos dando cuenta de que la jubilaci¨®n no es como lo ten¨ªamos pensado ni es lo que hab¨ªamos esperado.
- Una vez que somos conscientes de la realidad es cuando entramos en la fase de reorientaci¨®n y vamos adaptando nuestra vida desde un punto de vista m¨¢s real y menos idealista.
- Y por ¨²ltimo, llegados a este punto llegamos a la estabilidad cuando por fin consolidamos nuestros h¨¢bitos y rutinas de acuerdo con nuestro nuevo estatus de jubilado. Conseguir una estabilidad psicol¨®gica durante este per¨ªodo pues, consistir¨ªa en evitar la depresi¨®n asociada a condiciones econ¨®micas precarias con cuidado de personas a las que el Sistema Nacional de Salud ha olvidado o acoger a familiares en paro, por ejemplo. La respuesta la podr¨ªan facilitar investigaciones financiadas que permitieran explorar las variables psicopatol¨®gicas asociadas a esta etapa vital y los factores de protecci¨®n. La respuesta la podr¨ªan facilitar investigaciones financiadas que permitieran explorar las variables psicopatol¨®gicas asociadas a esta etapa vital y los factores de protecci¨®n.
Evidentemente, existen alternativas a una situaci¨®n de jubilaci¨®n total, pero no es lo habitual. A este respecto, ser¨ªa interesante ahondar m¨¢s en iniciativas que permitan mantener una vida activa mental y f¨ªsicamente con actividades altruistas referidas al desempe?o laboral anterior de cada uno. Deber¨ªa existir una figura de colaborador honor¨ªfico exento de retribuci¨®n con beneficios en otro tipo de servicios relacionados con el cuidado de la salud, por ejemplo (Centros Termales¡) y un Erasmus S¨¦nior con colaboraciones en otros pa¨ªses. La denominada ¡°fuga de cerebros¡± se queda corta si la comparamos con la ¡°fuga de experiencias¡±.
En funci¨®n de los escasos datos disponibles, s¨ª podemos afirmar que adaptarse a las limitaciones f¨ªsicas de este per¨ªodo y a la disminuci¨®n del poder adquisitivo no deber¨ªan interferir en vivirlo con plenitud. Es un momento para un mayor autocuidado f¨ªsico y ps¨ªquico y para mejorar las relaciones de pareja, familiares y sociales. Incluso se puede emprender una actividad que no se pudo llevar a cabo por falta de tiempo o de dinero. Es fundamental ser conscientes de que existen retos y expectativas de futuro tambi¨¦n a nivel intelectual.
Como dec¨ªa el poeta: ¡°Hoy es el primer d¨ªa del resto de tu vida¡±
*Raquel Mart¨ªnez G¨®mez es psic¨®loga en la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario de Torrevieja y L.M. Almudena Garc¨ªa Alonso es doctora en Psicolog¨ªa, profesora en UCM y Centro de Estudios Villanueva.
Libros recomendados:
Fern¨¢ndez-Ballesteros, R.(2009). 'Envejecimiento activo'. Piramide eds.
Bermejo Garc¨ªa, L. (2010) 'Envejecimiento activo y actividades socioeducativas con personas mayores: Gu¨ªa de buenas pr¨¢cticas'. Editorial Panamericana.
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