Sublimotion, del fondo del mar al Averno

?C¨®mo ser¨ªa tomar un gin tonic en un motel de los a?os cincuenta, una copa de champ¨¢n en el foso del Teatro Real, rodeado por los m¨²sicos; un p¨ªcnic en pleno Central Park, un tartar de gamba roja en un cabaret o descender al Averno y que en lugar de recibir pinchazos de Lucifer pueda usted pinchar un delicioso bocado de tarantelo de at¨²n? Parece ciencia ficci¨®n, pero esto y mucho m¨¢s es posible en la misma noche y sin moverse de una sala de 70 metros cuadrados gracias al sue?o que un d¨ªa compartieron el chef Paco Roncero y el organizador de eventos Eduardo Gonzales, director de Vega Factory.

Sublimotion, una performance gastron¨®mica en la que el comensal tambi¨¦n es parte actuante, abri¨® el viernes en Ibiza su quinta temporada con el deseo de seguir sorprendiendo y agudizando los cinco sentidos de sus clientes. El espacio temporal, ubicado en el Hard Rock Hotel Ibiza, estar¨¢ abierto hasta el 30 de septiembre con su vers¨¢til mesa puesta para 12 personas diariamente ¡ªa veces en doble turno¡ª que son atendidas por un equipo de 23 profesionales liderados por Roncero y Gonzales y con la colaboraci¨®n de cuatro grandes chefs: el malague?o Dani Garc¨ªa (Calima), el vitoriano Diego Guerrero (DSTAgE), el cacere?o To?o P¨¦rez (Atrio) y el estadounidense David Chang (Momofuku); con dos estrellas Michelin por cabeza que sumadas a las dos de Roncero son 10. Tambi¨¦n se estrena este verano el italiano Marco Fadiga, chef de la firma Dom P¨¦rignon, que ha entrado de lleno en el proyecto. ¡°Creemos que es una iniciativa en la que tenemos que estar, muy acorde con nuestro concepto del lujo y en la que hemos desembarcado con una gran apuesta¡±, explic¨® el viernes Riccardo Ferrari, responsable de marketing de Dom P¨¦rignon. Durante toda la experiencia, que dura unas tres horas, se sirve el vino de esta famosa bodega francesa: primero un vintage y, despu¨¦s, Segunda Plenitud, un champ¨¢n con 16 a?os de elaboraci¨®n que se marida con un ravioli de frutos de mar y aire de nuez que propone Fadiga.

Mientras que los tres cocineros espa?oles ya hab¨ªan creado platos en otras ediciones de Sublimotion, Chang y Fadiga se estrenan en esta particular aventura que, seg¨²n los anfitriones, es ¡°la cena m¨¢s cara del mundo¡±. El cubierto, aunque a veces se come con las manos, como las palomitas de foie y ma¨ªz que propone Guerrero, cuesta 1.650 euros.

Aun as¨ª, confirman los organizadores, el experimento tiene una gran demanda. El a?o pasado pasaron por Sublimotion unas 1.500 personas y hay que reservar con antelaci¨®n porque incluso el mism¨ªsimo Michael Jordan ¡ªexjugador de baloncesto estadounidense¡ª se qued¨® con las ganas.

El propietario de DSTAgE es tambi¨¦n autor de un tartar de vaca vieja y erizo que se presenta sobre la suela de la bota de Chaplin mientras la sala se convierte en un cine en el que se proyecta La quimera del oro, con el c¨®mico zamp¨¢ndose su bota.

¡°No se trata solo de comer muy bien, sino de despertar los cinco sentidos y, sobre todo, de jugar con la imaginaci¨®n con la ayuda de la tecnolog¨ªa. La maestra de ceremonias, rol que este a?o desempe?a la actriz Iris Lezcano, va guiando la representaci¨®n que hemos querido que sea ecl¨¦ctica, saltando de un escenario a otro, en lugar de tem¨¢tica¡±, comenta Gonzales, director de Sublimotion.

Y es que cualquier cosa vale, desde los viejos trucos teatrales a base de telones que convierten la sala en el interior de un avi¨®n, para servir en una bandeja lenguado y pur¨¦ de patatas con caviar; hasta las gafas de realidad aumentada con las que al degustar en un solo bocado una ensalada Waldorf los ingredientes se pasean por delante de las narices del cliente. Sin olvidar los trucos del ilusionista Jorge Blas, que dirige a los comensales en un juego de cartas desde la pantalla, o presenta a una camarera demediada (literalmente cortada por la mitad) en la escena del infierno. La banda sonora, de Alfonso G. Aguilar, potencia las emociones y permite los saltos desde las profundidades del oc¨¦ano, hasta una bulliciosa plaza en Tailandia o al escenario m¨¢gico de Avatar.

El elenco gastron¨®mico se completa con el repostero alicantino Paco Torreblanca, quien ha creado al simp¨¢tico Sweet Monster, un personaje del ilustrador y escultor ciudarreale?o Juan Carlos Paz Bakea. Una cena para 12 ap¨®stoles del hedonismo marcada por la continua sorpresa y las burbujas del champ¨¢n.