A veces engordar depende de la hora en la que comemos y no de las calor¨ªas
La cumple estoicamente a lo largo del d¨ªa, pero llega a casa y se come un buey. ?se reconoce? Aqu¨ª el culpable
"Lo llevo fenomenal. He tomado un caf¨¦ con leche para desayunar y un t¨¦ a media ma?ana. Para comer, una ensalada y una pieza de fruta de merienda. Cuando he llegado a casa¡, me he metido tres napolitanas de chocolate". Escuchado hace pocos d¨ªas en la radio, provoc¨® la inmediata carcajada de los presentadores en un espont¨¢neo gesto de absoluta solidaridad.
Le pasa a mucha gente y nada tiene que ver con la fuerza de voluntad: un nuevo (y peque?o) estudio se?ala que las hormonas de la saciedad encuentran en la tarde su hora m¨¢s baja, y las del hambre se vienen arriba. Sus autores no pueden asegurar que los atracones tard¨ªos no est¨¦n provocados por las malas costumbres en las cosas del comer, pero s¨ª que las personas con sobrepeso que se los dan son m¨¢s sensibles a los vaivenes hormonales.
"Perder grasa no es tan sencillo como calor¨ªas ingeridas vs. consumidas. Influyen la gen¨¦tica, las hormonas, el sue?o, los reguladores del apetito¡", Ram¨®n de Cangas (miembro de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica)
Ocurran como ocurran, parece claro que hay que evitarlos. Comer pasada cierta hora hace que la b¨¢scula vaya en la direcci¨®n contraria a la que nos gustar¨ªa. "En 2013 se public¨® Timing of food intake predicts weight loss effectiveness, un estudio encabezado por Marta Garaulet en el que hicieron que un grupo de participantes sometidos a dieta hipocal¨®rica tomara la comida m¨¢s rica en energ¨ªa del d¨ªa antes de las tres de la tarde y otro grupo, despu¨¦s. Los primeros adelgazaron casi dos kilos m¨¢s, aunque sumaran las mismas calor¨ªas totales", explica Ram¨®n de Cangas, doctor en Biolog¨ªa Molecular y Funcional.
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