El fracaso del c¨ªrculo virtuoso del pl¨¢stico
Las emergentes econom¨ªas asi¨¢ticas permiten pleno acceso a las comodidades del uso masivo del pl¨¢stico, aunque todav¨ªa no han desarrollado sistemas de recolecci¨®n de basuras a escala
Cada a?o, los oc¨¦anos reciben millones de toneladas de desechos pl¨¢sticos que la humanidad no es capaz de controlar. En 2015, la revista Science public¨® el ranking mundial de los pa¨ªses que m¨¢s contribuyen a la contaminaci¨®n de los oc¨¦anos con pl¨¢stico. China ocup¨® un destacado primer lugar, seguida por otros de los pa¨ªses asi¨¢ticos m¨¢s poblados como Indonesia, Filipinas, Vietnam, Tailandia, Malasia o India. Las emergentes econom¨ªas asi¨¢ticas permiten pleno acceso a las comodidades del uso masivo del pl¨¢stico, aunque todav¨ªa no han desarrollado sistemas de recolecci¨®n de basuras a escala.
Estados Unidos es el primero de los pa¨ªses ricos en el ranking de contaminadores, en el puesto 20, mientras que Espa?a ocupa el puesto 57
Los pa¨ªses ricos o desarrollados salen relativamente bien parados de las estad¨ªsticas de residuos pl¨¢sticos mal gestionados seg¨²n Science. Estados Unidos es el primero de los pa¨ªses ricos en el ranking de contaminadores, en el puesto 20, mientras que Espa?a ocupa el puesto 57. Sin embargo, la buena gesti¨®n en los pa¨ªses desarrollados se soporta en parte con el env¨ªo de basura recolectada a Asia. Resulta chocante que los pa¨ªses asi¨¢ticos precisamente se?alados como m¨¢s contaminantes del mundo son los responsables de tratar el excedente de desechos pl¨¢sticos de los pa¨ªses ricos.
China ha sido el destino para la mitad de las balas de pl¨¢stico exportadas desde Europa y Estados Unidos, y al mismo tiempo es responsable de m¨¢s de un cuarto del total de entradas globales de pl¨¢stico al mar, seg¨²n Science. Muchas de las balas que llegan a los pa¨ªses asi¨¢ticos son dif¨ªciles de reciclar, debido a que est¨¢n mezcladas con pl¨¢sticos de baja calidad y otros residuos. El asunto ahora es que la importaci¨®n de residuos de baja calidad ha dejado de ser una prioridad econ¨®mica para China, y el objetivo de librarse de la etiqueta de pa¨ªs m¨¢s contaminado y contaminante del planeta ha empezado a ser una fijaci¨®n para el omnipotente gobierno chino.
China ha sido el destino para la mitad de las balas de pl¨¢stico exportadas desde Europa y Estados Unidos, y al mismo tiempo es responsable de m¨¢s de un cuarto del total de entradas globales de pl¨¢stico al mar
En enero de este a?o entraron en vigor las prohibiciones a las importaciones de lo que en China se llama yang laji o ¡°basura extranjera¡±. Los destinos alternativos est¨¢n ya colapsados, y toneladas de desechos ¡°reciclables¡± se apilan en los puertos de Estados Unidos, Canad¨¢ y Europa. En Espa?a, por ejemplo, los montones de desechos pl¨¢sticos de los cultivos de invernadero de las costas de Granada y Almer¨ªa ya no son recogidos por China. Crecen y no se sabe bien qu¨¦ hacer.
El problema no parece ser una simple fluctuaci¨®n de mercado. El cierre de las fronteras chinas a la basura extranjera es permanente. El Ministerio de Protecci¨®n Ambiental de China ha cerrado cientos de empresas de reciclaje. Es un cambio de tendencia al que acabar¨¢n uni¨¦ndose otros pa¨ªses asi¨¢ticos a medida que inviertan en sistemas dom¨¦sticos de recolecci¨®n de basura y salud ambiental.
Toneladas de desechos ¡°reciclables¡± se apilan en los puertos de Estados Unidos, Canad¨¢ y Europa. En Espa?a, por ejemplo, los montones de desechos pl¨¢sticos de los cultivos de invernadero de las costas de Granada y Almer¨ªa ya no son recogidos por China. Crecen y no se sabe bien qu¨¦ hacer
La contaminaci¨®n de los oc¨¦anos y el colapso de la industria del reciclado es la evidencia de un modelo global de consumo fallido. No parece haber dudas en que la econom¨ªa circular, basada en la eficiencia y acoplamiento de los procesos de recolecci¨®n y reciclaje, es el paradigma hacia el que el planeta debe tender. Sin embargo, mientras los pa¨ªses en desarrollo carecen de capacidad para recolectar los grandes vol¨²menes de residuos pl¨¢sticos que generan, el reciclado de mucho del pl¨¢stico recuperado no es rentable en los pa¨ªses desarrollados.
En esencia, el problema de los residuos pl¨¢sticos emerge del desajuste entre el precio de la materia prima de nueva producci¨®n y el coste de su reciclado. Equilibrar esta balanza requiere la implicaci¨®n del sector del dise?o y fabricaci¨®n de productos. Hasta ahora, el objetivo del dise?o de productos se ha centrado en el atractivo y utilidad durante su vida ¨²til, sin atender a su uso tras su ciclo de vida. El sector productivo deber¨ªa fabricar productos reciclables de mayor calidad as¨ª como facilitar el proceso cr¨ªtico de separaci¨®n de materiales pl¨¢sticos, por ejemplo mediante sistemas de marcado de f¨¢brica con tramas o texturas, idealmente imperceptibles a ojo, pero detectables con la tecnolog¨ªa sensorial existente.
Para cerrar el ciclo del pl¨¢stico no es necesario esperar a nuevos hallazgos cient¨ªficos o tecnol¨®gicos. Es urgente regular el abastecimiento del hipermercado global del pl¨¢stico para acoplar producci¨®n y consumo al sector del reciclaje
En segundo lugar, en el escenario actual de contaminaci¨®n y saturaci¨®n del mercado del reciclaje, la estrategia de reducci¨®n del consumo adquiere especial relevancia. Es evidente que abusamos del pl¨¢stico y que existe un amplio margen de mejora. Menor producci¨®n y consumo de pl¨¢sticos de un solo uso permitir¨ªa aumentar la eficiencia de recuperaci¨®n, y menos productos sin valor de reciclaje posibilitar¨ªa mejorar la eficiencia de reciclado.
En cualquier caso, para cerrar el ciclo del pl¨¢stico no es necesario esperar a nuevos hallazgos cient¨ªficos o tecnol¨®gicos. Es urgente regular el abastecimiento del hipermercado global del pl¨¢stico para acoplar producci¨®n y consumo al sector del reciclaje.
Andr¨¦s C¨®zar es profesor de Ecolog¨ªa de la Universidad de C¨¢diz
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