Extremoduro y el PP
Hace una semana se cumpli¨® el d¨¦cimo aniversario de la vuelta de Robe a Plasencia, C¨¢ceres, despu¨¦s de 13 a?os de desencuentros con los gobernantes de su ciudad
Escribe Javier Men¨¦ndez Flores en De Profundis, la historia autorizada de Extremoduro (Grijalbo, 2013), que escuchar al grupo por primera vez es algo similar a cuando de ni?o te sub¨ªas a una monta?a rusa: "Un viaje fren¨¦tico y estupefaciente; una experiencia inolvidable y adictiva¡±. El 14 de octubre de 1995 miles de j¨®venes sintieron esa sensaci¨®n en directo. Y en la tierra natal de Robe, Plasencia, C¨¢ceres, por 1.200 pesetas.
Como era de esperar, dio un recital. Cubierto de estrellas, el cielo lo arropaba, dec¨ªa la cr¨®nica del concierto en El Norte de Extremadura. Sin querer, fue una despedida, un adi¨®s inesperado. Varias generaciones de placentinos crecieron sin ver a su ¨ªdolo local durante 13 a?os (1995-2008) por una historia de desencuentros con un alcalde del PP. Bienvenidos al temporal.
2000
El hurac¨¢n popular de 2000 arras¨® la ciudad a golpe de mazo: ¡°No facilitar¨¦ que los j¨®venes tomen alcohol y otros estupefacientes¡±, dijo el entonces alcalde, Jos¨¦ Luis D¨ªaz, anunciando la prohibici¨®n de Extremoduro, Dover y otros grupos locales. ¡°Este tipo de actuaciones llevan ruido y suciedad antes y despu¨¦s de la funci¨®n¡±. Y durante, pero se le pas¨® comentarlo. Los vientos placentinos avanzaban sin control azotando a media Espa?a.?EL PA?S titul¨®: Al alcalde le asusta el rock.
La tempestad silenci¨® de m¨²sica a los 40.000 vecinos de la capital del Valle del Jerte. Robe, sibilino, contest¨® al?regidor lanzando una pedr¨¢ en forma de carta con versos de Miguel Hern¨¢ndez: ¡°Hemos de destrozaros en vuestras legaciones, en vuestros escenarios, en vuestras diplomacias. Con ametralladoras c¨¢lidas y canciones os ametrallaremos, prehist¨®ricas desgracias. Porque, sabed: llevamos mucha verdad metida dentro del coraz¨®n sangrando por la boca: y os vencer¨¢ la f¨¦rrea juventud de la vida, pues para tanta fuerza tanta maldad es poca¡±.
2002
Y se visti¨® de Jesucristo. Yo, minor¨ªa absoluta, dijo en 2002. Gobern¨® las discogr¨¢ficas en solitario, sin mordazas ni mociones de censura. Dando m¨ªtines contra todos incluy¨® a C¨¢ceres, a unos 80 kil¨®metros de casa. Aquella tarde del 6 de julio, a pocas horas del concierto, convers¨® con una televisi¨®n local despojado: ¡°Aqu¨ª estoy, acerc¨¢ndome al pueblo. Somos violentos y nos gusta follar". Al terminar, se confes¨®: ¡°Me cago en el alcalde¡±.?
2008
La Guerra Fr¨ªa se aplaz¨® en 2004 porque los socialistas llegaron al poder. ¡°La ciudad me gusta m¨¢s ahora, desde luego¡±, desliz¨® a El Peri¨®dico Extremadura.?Regres¨® en 2008; 13 a?os despu¨¦s. Hace una semana se cumpli¨® el d¨¦cimo aniversario y conviene recordarlo. El lugar escogido fue el estadio de f¨²tbol municipal, el lugar m¨¢s grande, el m¨¢s amplio... Y el menos acogedor para arropar al grupo m¨¢s acogido y popularmente vapuleado.
Aquel 31 de mayo vino con una tormenta endiablada. La tromba de agua mut¨® en rumores de suspensi¨®n por todos los corrillos. De repente, a eso de las 20.30, se abri¨® un claro entre las nubes y?el cielo cort¨® el grifo ipso facto. Unas 10.000 bellotas embadurnadas de barro, cervezas y otros ali?os?comenzaron a remover la gran meseta local. Sobre el escenario, tres telas colgaban del techo. Cay¨® primero la de la izquierda, entre acordes de Deltoya. Cay¨® la segunda: "Se apag¨® el fog¨®n, no funciona nada,??d¨®nde est¨¢ la luz?, ?qu¨¦ hay en tu mirada?". Y cay¨® la del centro. Era?Robe, claro, y en falda: ¡°Ya estamos aqu¨ª¡±.
2017
Siete a?os y seis discos m¨¢s tarde, los conservadores retomaron el poder local prometiendo una calle a su nombre. ¡°Me dijeron que me iban a poner una y les ped¨ª un palacio¡±, respondi¨® Robe, a sus 56 a?os, en Radio 3. ¡°No quiere¡±, contest¨® el actual alcalde, Fernando Pizarro. El asunto est¨¢ en standby, no as¨ª sus visitas. El concejal de Juventud, Luis D¨ªaz, anunci¨® en julio de 2017 la vuelta a casa del hijo pr¨®digo tras nueve a?os de ausencia. Y en solitario. Luis D¨ªaz es, efectivamente, el hijo de Jos¨¦ Luis D¨ªaz, el regidor que le prohibi¨® tocar durante 13 a?os. Ley innata placentina.
La vereda de la plaza de toros se abri¨® para el autocoproclamado Rey de Extremadura.?Estuvo sembrado, sentado y sosegado, como en 1996, cuando, durante una entrevista en?Tentaciones?los componentes de la banda pidieron cervezas al camarero y ¨¦l, al llegar su turno, pidi¨® un botell¨ªn de agua: ¡°Hay ¨¦pocas que te pones m¨¢s, y hay ¨¦pocas que te pones menos. Y ahora toca suave¡±, se excus¨®.
En su ¨²ltima cita en el coso no hubo revanchas pol¨ªticas ni miradas al pasado. Solo punz¨® un alegato: ¡°No saqu¨¦is los m¨®viles. Si vais a un sitio, lo ten¨¦is que vivir¡±. De paso, perdon¨®?los 41.000 euros del concierto a las arcas del Ayuntamiento?popular. En estos rincones nunca tendr¨¢ una calle porque todas son suyas. Era de Plasencia, me parece que dec¨ªa.
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