?Qu¨¦ es mejor, echar az¨²car o edulcorantes?
Seis pegas sobre el uso de sustitutivos para endulzar los alimentos
Actualmente el consumo de edulcorantes se ha disparado gracias a la educaci¨®n nutricional que estamos recibiendo sobre los problemas derivados del consumo de az¨²car. Campa?as como las de sinazucar.org han ayudado a concienciar a la gente sobre el uso indiscriminado que existe hoy en d¨ªa de ese ¡°veneno blanco¡± como dicen algunos.
Pero la cuesti¨®n es que el ser humano, acostumbrado desde hace algunos a?os a productos de sabores dulces muy intensos, al ser conocedor de que tiene que reducir su consumo, no puede dar un salto de gigante y plantearle a su paladar que ya no va a gozar m¨¢s del dulce n¨¦ctar blanco.
En la consulta observamos que la gente ¡°enganchada¡± a los refrescos light o zero supera con creces al ¡°enganchado¡± al refresco normal
Por eso se ha empezado a distribuir a diestro y siniestro versiones edulcoradas y no azucaradas de muchos productos, en su mayor¨ªa completamente prescindibles para una correcta nutrici¨®n, pero necesarios para el hedonismo culinario, v¨¦anse refrescos, salsas, yogures, boller¨ªas o reposter¨ªas que, para crear un nuevo nicho de mercado para gente ¡°que se cuida¡±.
Estas versiones pueden estar llenas de grasas de mala calidad, harinas refinadas y otros ingredientes nada saludables. El ¡°halo de salubridad¡± que cubre a estos productos por el hecho simplemente de no llevar az¨²car a?adido, nos hace creernos que son sanos y aumentar su consumo, incluso mucho m¨¢s que el producto original al que s¨ª le tenemos respeto.
Pero la cuesti¨®n est¨¢ bien clara, y es algo que vemos en las consultas de nutrici¨®n a diario: ?Qu¨¦ es mejor, echar az¨²car o edulcorantes? As¨ª que vamos al grano.
A d¨ªa de hoy y con la informaci¨®n que tenemos en la mano dir¨ªa lo mejor es no echar nada, sino acostumbrar al paladar al sabor real del alimento. Sobre su seguridad, no hemos visto que los edulcorantes artificiales causen da?o a la salud en un consumo normal, no son cancer¨ªgenos ni provocan directamente ninguna enfermedad.
Si me viera obligado a decidir si es mejor uno u otro, dir¨ªa que a d¨ªa de hoy, el edulcorante tiene menos riesgos que el az¨²car tomado siempre en unas cantidades normales. Desafortunadamente, como siempre, hay muchos peros¡
A pesar de que el edulcorante no tiene calor¨ªas, o tiene muy pocas, no significa que sea inocuo o que no afecte a nivel metab¨®lico. En un reciente estudio que comparaba la misma dieta de adelgazamiento con agua o con refrescos edulcorados, las personas que beb¨ªan agua perdieron m¨¢s peso y acabaron siendo menos resistentes a la insulina (paso previo a largo plazo para el desarrollo de diabetes tipo 2) que los que tomaban el refresco.
A pesar de que sabemos los da?os fisiol¨®gicos causados por el abuso del az¨²car a?adido a los alimentos, algunos edulcorantes tambi¨¦n han generado modificaciones en la microbiota intestinal, por lo que tampoco son inertes para el cuerpo.
Ambos est¨¢n tremendamente extendidos, por lo que consumirlos es muy f¨¢cil. En la etiqueta podemos ver la cantidad de az¨²cares totales de un producto, algo que no tenemos posibilidad de conocer cuando se a?aden edulcorantes, ya que legalmente no hay que decir qu¨¦ cantidad del mismo se a?ade. Los encontramos en salsas, yogures, refrescos, comida preparada, boller¨ªas, galletas¡ pero no sabemos en qu¨¦ cantidad.
Al ser los edulcorantes m¨¢s potentes en dulzor que el propio az¨²car, la se?al de placer que emiten es m¨¢s potente, generando una recompensa cerebral que haga que se consuma m¨¢s cantidad de producto. Al menos en la consulta observamos que la gente ¡°enganchada¡± a los refrescos light o zero supera con creces al ¡°enganchado¡± al refresco normal.
Es cierto que podr¨ªan ser una estrategia de paso de un consumo alto de az¨²car a un consumo nulo o muy reducido de la misma, pero no una soluci¨®n definitiva al problema.
Muchas veces observamos que mantener los mismos h¨¢bitos dulces con edulcorantes que se ten¨ªan con el az¨²car, hace que en el momento que la persona tiene acceso a un producto azucarado, lo vuelve a tomar, por lo tanto sigue ¡°enganchado¡± al dulce.
Si bien es cierto que no son la panacea, y que a largo plazo deber¨ªa reducirse su consumo, pueden servir como una buena estrategia para ir reduciendo productos azucarados hasta acostumbrarse al verdadero sabor del producto.
Eso s¨ª, siempre recomendar¨ªa que se a?adiera por el consumidor y no se buscaran productos con el edulcorante ya a?adido, as¨ª podemos regular nosotros qu¨¦ cantidad tomamos.
Pablo Zumaquero (@pzjarana) es dietista-nutricionista, tecn¨®logo de los alimentos, profesor en m¨¢ster de la universidad Isabel I y divulgador.
NUTRIR CON CIENCIA es una secci¨®n sobre alimentaci¨®n basada en evidencias cient¨ªficas y en el conocimiento contrastado por especialistas. Comer es mucho m¨¢s que un placer y una necesidad: la dieta y los h¨¢bitos alimenticios son ahora mismo el factor de salud p¨²blica que m¨¢s puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades, desde muchos tipos de c¨¢ncer hasta la diabetes. Un equipo de dietistas-nutricionistas nos ayudar¨¢ a conocer mejor la importancia de la alimentaci¨®n y a derribar, gracias a la ciencia, los mitos que nos llevan a comer mal.
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