Luis Almagro: ¡°Los fracasos tambi¨¦n pueden traer avances democr¨¢ticos¡±
El secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos suele ir a contracorriente. Fue un ni?o uruguayo de origen campesino que se convirti¨® en un diplom¨¢tico muy poco diplom¨¢tico. Bestia negra del r¨¦gimen venezolano de Nicol¨¢s Maduro, vegetariano y deportista, hoy es un pol¨ªtico de izquierda cuya defensa de la democracia le ha indispuesto con los correligionarios que justifican los reg¨ªmenes autoritarios en el continente.
LUIS ALMAGRO, secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), es un hombre inclasificable. Un ni?o de origen campesino que desarroll¨® una carrera global en Ir¨¢n, Alemania y China. Un diplom¨¢tico poco diplom¨¢tico, que defiende con pasi¨®n sus ideas y no reh¨²ye la controversia. Un pol¨ªtico de izquierda cuya defensa de la democracia le ha indispuesto con aquellos correligionarios que justifican los reg¨ªmenes autoritarios del continente. Y esa ha sido su bandera desde que asumi¨® en mayo de 2015 el tim¨®n del organismo regional, el principal foro gubernamental pol¨ªtico, jur¨ªdico y social panamericano. A su llegada, Almagro (Cerro Chato, Uruguay, 1963) sacudi¨® a la OEA de su marasmo burocr¨¢tico. Desempolv¨® la Carta Democr¨¢tica, blandi¨® los principios de defensa de la democracia de la organizaci¨®n y se convirti¨® en una de las bestias negras del r¨¦gimen venezolano de Nicol¨¢s Maduro. Vegetariano, animalista, padre de familia numerosa y deportista, Almagro fue ministro de Exteriores de Uruguay entre 2010 y 2015, en el Gobierno de Jos¨¦ Mujica.
¡°La decisi¨®n de no matar animales la tom¨¦ a una edad bastante tierna, pero durante a?os la tuve disociada del pedazo de carne que tra¨ªan al plato¡±
Usted ha tenido tres desencuentros con su Uruguay natal. El primero es nutricional. Su pa¨ªs es uno de los mayores productores de carne del mundo, sus compatriotas consumen m¨¢s de 100 kilos de carne por persona al a?o y usted¡ es vegetariano. Debe de ser poco frecuente. Bueno, s¨ª, conozco muy pocos vegetarianos¡, pero obviamente que hay. Es una cuesti¨®n filos¨®fica. La decisi¨®n de no matar animales la tom¨¦ a una edad bastante tierna, pero durante muchos a?os la tuve disociada del pedazo de carne que tra¨ªan al plato. Un d¨ªa, por circunstancias de la vida, se juntaron los dos elementos y definitivamente se me ha hecho imposible comer carne de ninguna clase.
El otro aspecto en el que usted es un uruguayo at¨ªpico es el demogr¨¢fico. El promedio en Uruguay es 1,8 hijos por familia, usted tiene 7¡ Se llaman Elo¨ªsa, Leandro, Ian, Sara, Emily, Leonardo, Benjam¨ªn¡ Me siento muy cercano a ellos. Para m¨ª la vida no ser¨ªa lo mismo si no los tuviera. Su nacimiento signific¨® un momento grato, pero ha sido todav¨ªa m¨¢s grato acompa?arlos en el proceso de la vida.
El tercer desencuentro es pol¨ªtico, con su partido y con el entonces presidente Jos¨¦ Mujica, del que usted fue ministro de Exteriores. A ¨¦l no le gust¨® c¨®mo estaba enfocando su papel en la OEA y en noviembre de 2015 le dijo en una carta: ¡°Lamento el rumbo por el cual enfilaste y lo s¨¦ reversible¡ Por eso ahora formalmente te digo adi¨®s y me despido¡±. ?Qu¨¦ pas¨®? Por el presidente Mujica tengo el m¨¢s alto respeto y estima, y es definitivamente mi mentor pol¨ªtico en muchos sentidos y la persona de la que m¨¢s he aprendido en la pol¨ªtica. De ¨¦l tambi¨¦n aprend¨ª a apegarme a los principios y a los valores, y a tratar de llevar adelante esa lucha de la manera m¨¢s honorable. Su discrepancia ten¨ªa que ver con dos iniciativas. Una fue mi visita a C¨²cuta [en la frontera entre Venezuela y Colombia] durante la deportaci¨®n masiva de colombianos por parte del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. Y la otra fue nuestra posici¨®n sobre las elecciones legislativas en Venezuela y la denuncia de las irregularidades que hab¨ªa. Se trataba de que el r¨¦gimen supiera que estaba siendo observado¡ Obviamente, no me arrepiento de ninguna de las dos acciones.
?Le sorprendi¨® la carta de Mujica? Realmente no. Forma parte de una l¨®gica pol¨ªtica de trabajo. Siempre se esperan reacciones tanto de aquellos a los que se apoya como de aquellos que se sienten se?alados por nuestras observaciones, puntualizaciones o trabajos. Uno espera ser criticado o alabado¡ Lo que no me esperaba es que se haya llegado a niveles tan lumpenizados.
Un ejemplo de lo que acaba de decir es cuando Maduro lo llam¨® ¡°se?or basura¡±. Bueno, los hechos me han dado la raz¨®n en cada uno de los elementos que hemos denunciado sobre la situaci¨®n en Venezuela: el deterioro de la democracia y el avance paulatino hacia una dictadura, las violaciones de derechos humanos, la posible comisi¨®n de cr¨ªmenes de lesa humanidad, los atropellos que ha sufrido la poblaci¨®n venezolana, la crisis humanitaria.
¡°Venezuela es una dictadura que intent¨® disfrazarse de democracia. La reconstrucci¨®n va a ser un proceso largo, costoso y con mucho sufrimiento¡±
Usted ha sido un activista por la democracia en Venezuela, pero no se vislumbran grandes cambios. ?Cu¨¢l es su principal frustraci¨®n y cu¨¢l su principal logro? Creo que no podemos tomar estas cosas como si fueran eventos deportivos con una l¨®gica de ganar o perder. Debemos afirmarnos en lo que creemos y en los valores y principios de la democracia, como dice la Carta Democr¨¢tica Interamericana. Y tenemos que defenderlos a¨²n m¨¢s cuanto peores sean las condiciones en Venezuela y tenemos que ser m¨¢s fuertes a la hora de promover los derechos humanos cuanto peores sean esas condiciones que tienen en Venezuela. Debemos ser m¨¢s proclives a la defensa de la democracia cuanto m¨¢s afirmada est¨¦ la dictadura. No podemos dar en ning¨²n caso impunidad al r¨¦gimen. No es un trabajo en el cual nos vamos a sentir victoriosos en ning¨²n momento. Venezuela es una dictadura que intent¨® disfrazarse de democracia durante mucho tiempo. Recuperar la democracia es el objetivo, pero el trabajo tampoco terminar¨¢ ese d¨ªa: la reconstrucci¨®n en Venezuela va a ser tambi¨¦n un proceso largo, costoso y con mucho sufrimiento.
Hay quienes dicen que es inevitable una negociaci¨®n entre la oposici¨®n y el Gobierno. Y usted ha dicho que esa negociaci¨®n ser¨¢ leg¨ªtima si se da con los representantes de la oposici¨®n que est¨¢n fuera de Venezuela, porque los que est¨¢n dentro son rehenes del r¨¦gimen. Los que est¨¢n fuera tienen mucha m¨¢s libertad para hacer planteamientos y proponer las soluciones que necesita el pa¨ªs que aquellos que est¨¢n dentro. Ser¨ªa un cambio en los patrones de la negociaci¨®n, pero el r¨¦gimen necesita mucha m¨¢s presi¨®n internacional para llegar a ese punto. En Venezuela no se dan todav¨ªa las condiciones para una negociaci¨®n significativa para el cambio y la transici¨®n democr¨¢tica.
?Qu¨¦ pa¨ªses deber¨ªan pronunciarse m¨¢s vigorosamente en ese sentido? Cada pa¨ªs hace lo que puede. Lo que creo que ser¨ªa fundamental es que todos los pa¨ªses latino?americanos se pusieran de acuerdo e hicieran suyas las sanciones que ha aplicado EE UU contra las autoridades del r¨¦gimen bolivariano. Panam¨¢ y Colombia son buenos ejemplos.
Otro pa¨ªs que vive momentos turbulentos es Nicaragua. Usted insiste en que la situaci¨®n no es la misma que en Venezuela. ?Por qu¨¦? Porque no lo es. O sea, nosotros hemos estado trabajando en este tiempo, tratando de reconstruir un proceso electoral sano y en las mejores condiciones, de forma que el pueblo pueda elegir con pleno respeto a sus derechos civiles y pol¨ªticos. Est¨¢bamos en ese proceso cuando el Gobierno dict¨® el decreto de la seguridad social y desat¨® las protestas¡
Que ya llevan m¨¢s de 100 muertos¡ Una cantidad inaceptable desde ning¨²n punto de vista. Es imprescindible que haya justicia para cada uno de ellos y que se detenga la represi¨®n. Hemos logrado llevar a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a Nicaragua. Ha sido una visita que ha significado un antes y un despu¨¦s por las conclusiones y las recomendaciones formuladas. A¨²n queda mucho por hacer y estamos trabajando para que la CIDH ampl¨ªe sus cometidos y siga investigando estos asesinatos. La soluci¨®n a este conflicto tiene que ser constitucional, pol¨ªtica y democr¨¢tica. La OEA no puede apoyar soluciones inconstitucionales. No todo el mundo de la oposici¨®n en Nicaragua coincide con este punto de vista, pero lo vamos a defender a ultranza.
Usted ha sido muy elocuente en describir a los aut¨®cratas que se disfrazan de dem¨®cratas: Gobiernos que se conducen de una manera dictatorial, pero que son h¨¢biles a la hora de hacer creer al mundo que respetan las libertades. ?Cree que el r¨¦gimen de Nicaragua podr¨ªa calificarse de autocracia disfrazada? Creo que tenemos dos dictaduras en el continente, Cuba y Venezuela, y que si empezamos a mezclar las cosas solo vamos a llegar a una confusi¨®n en que todo se vuelve una zona gris. Si hay un Gobierno que me dice que est¨¢ dispuesto a celebrar elecciones ma?ana, de acuerdo a par¨¢metros democr¨¢ticos, con las garant¨ªas indispensables y con la observaci¨®n internacional de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, entonces nosotros ah¨ª abrimos un camino para que este sistema democr¨¢tico mejore y se perfeccione, y no lo podemos meter en la misma categor¨ªa que los otros que est¨¢n muy lejos de hacer algo semejante.
La gente no entiende c¨®mo la OEA no puede aplicar la Carta Democr¨¢tica Interamericana a casos patentes de violaciones a sus principios, como el de Venezuela. Es que la gente cree que la aplicaci¨®n de la Carta significa la suspensi¨®n de Venezuela. Y no es as¨ª, tiene que ver con aplicar resoluciones. En abril del a?o pasado, por ejemplo, el consejo permanente aprob¨® la resoluci¨®n que declaraba la alteraci¨®n del orden constitucional de Venezuela y llamaba al restablecimiento de la democracia, en aplicaci¨®n del art¨ªculo XX de la Carta Democr¨¢tica. La suspensi¨®n de un pa¨ªs, una medida extrema y sancionadora, requiere dos tercios de los votos.
Su predecesor del cargo, el chileno Jos¨¦ Miguel Insulza, fue criticado por su pasividad con Venezuela. ?l argumentaba que el secretario general de la OEA pod¨ªa ir tan lejos como los pa¨ªses estaban dispuestos a ir, y que ¨¦l era v¨ªctima de la fragmentaci¨®n que hab¨ªa en Am¨¦rica Latina. ?Cree que eso ya ha sido superado? Eso siempre fue superado. En los a?os setenta, Alejandro Orfila hizo gestiones para que la CIDH visitara la dictadura de Videla en Argentina, y eso se aprob¨® m¨¢s all¨¢ de lo que los pa¨ªses quer¨ªan o no quer¨ªan. El secretario general tiene potestades en funci¨®n de la Carta de la OEA y de la Carta Democr¨¢tica Interamericana y de la resoluci¨®n 10-80 para la defensa de la democracia, para la defensa de la seguridad y estabilidad regional¡
O sea, que hay menos restricciones de lo que parece. Definitivamente. El secretario general puede presentar informes y aplicar sanciones.
¡°Este es el mejor cargo del mundo. Yo he sido programado pol¨ªticamente para defender la democracia y los derechos humanos¡±
?Cu¨¢les son los d¨ªas en los que usted detesta su cargo? Ninguno. Ninguno. Este es el mejor cargo en el mundo. Yo he sido programado pol¨ªticamente para defender la democracia y los derechos humanos. Y este es el ¨²nico cargo, en cualquier esquema internacional, que permite esa clase de acci¨®n, que tiene esas competencias. El d¨ªa que me vaya de la Secretar¨ªa General de la OEA lo voy a extra?ar much¨ªsimo.
Usted termina su periodo en el a?o 2020, pero puede intentar su reelecci¨®n. Yo renunci¨¦ a la reelecci¨®n, durante mi campa?a y el d¨ªa que asum¨ª el cargo. Para m¨ª, el ¨²nico punto de la Carta de la OEA que deber¨ªamos reformar es el de la reelecci¨®n del secretario general: es un cargo que no puede ser reelecto y es lo que defiendo en la pr¨¢ctica pol¨ªtica.
En t¨¦rminos generales, ?cu¨¢l es la caracter¨ªstica m¨¢s importante para ser exitoso en este puesto? Es que ser exitoso no es el objetivo. En este cargo a veces vamos de fracaso en fracaso y de derrota en derrota, pero ?avanzamos porque estamos pegados a ?estos valores de defensa de la democracia y de los derechos ?humanos. Podemos tener diez mil ?derrotas ?t¨¢cticas, pero estos objetivos fundamentales ?debemos ?sostenerlos en el largo plazo. Si quiere ser exitoso en la vida, recomiendo otro campo de acci¨®n.
Como ser presidente de Uruguay, por ejemplo¡ No s¨¦ si ese es otro campo adecuado. Creo que algunos lo pueden ver como un punto de ¨¦xito personal, pero yo creo que la pol¨ªtica es un servicio p¨²blico.
?Pero le interesar¨ªa ser presidente de Uruguay? Mire, siempre que digo ¡°esto no quiero ser¡± es exactamente lo que me pasa. Pero no forma parte de mi perspectiva pol¨ªtica ser presidente de Uruguay. No es el objetivo pol¨ªtico que me he trazado.
En estos dos a?os que le quedan en la OEA, ?qu¨¦ resultado le gustar¨ªa alcanzar? Querr¨ªa que tuvi¨¦ramos una comunidad de naciones en las cuales los principios y valores democr¨¢ticos que hemos establecido sean de aplicaci¨®n diaria en los pa¨ªses. Que los derechos humanos tambi¨¦n sean una realidad para los ciudadanos de las Am¨¦ricas. S¨¦ que las dos cosas son un fin en s¨ª mismo, pero es un proceso de construcci¨®n permanente. Es decir, que el trabajo nunca va a estar acabado.?
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