No saberlo todo: una herramienta poderosa para educar a los ni?os

Cuando mi hijo ten¨ªa 5 a?os, atravesaba una ¨¦poca en que siempre me hac¨ªa preguntas: ¡°Mami, ?por qu¨¦ las nubes se mueven?¡± y ¡°?Por qu¨¦ a veces llueve y otros d¨ªas hay mucho sol?¡± Yo me esforzaba por darle respuestas inmediatamente -- y a veces no tan correctamente. Emilio ten¨ªa una piel delicada que frecuentemente se irritaba. En una visita a la dermat¨®loga, ella me recomend¨® una crema muy eficaz, que le quit¨® la picaz¨®n e irritaci¨®n. A partir de entonces, esa crema no falt¨® en casa. Sin embargo, una noche mientras lo ayudaba a prepararse para ir a la cama, con la curiosidad que lo caracteriza, Emilio me pregunt¨®: ¡°Mami, ?por qu¨¦ esa crema funciona para quitarme el rojo de la piel y la picaz¨®n?¡± Yo, ya cansada y sin conocer la raz¨®n cient¨ªfica detr¨¢s de la eficacia de la crema, le respond¨ª: ¡°Ay, no tengo idea! ?Yo no soy cient¨ªfica ni m¨¦dico, soy s¨®lo tu mam¨¢!¡±

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Esa respuesta me sali¨® muy natural, pero luego me preocup¨¦ de haber decepcionado a mi hijo. Al ver su sonrisa, supe que no lo hab¨ªa defraudado. De hecho, nos empezamos a re¨ªr, y desde ese d¨ªa me sent¨ª con completa libertad de no saberlo todo. Esto ha sido una herramienta poderosa de ense?anza, ?y se la recomiendo a todos los docentes!

En estos tiempos de cambios exponenciales gracias a la velocidad en la evoluci¨®n de las tecnolog¨ªas y la transformaci¨®n digital, el rol del docente tambi¨¦n se est¨¢ transformando vertiginosamente. Y todos sabemos que los cambios, si bien pueden traer muchos beneficios, pueden ser tambi¨¦n ¨C y frecuentemente los son ¨C desestabilizadores para quienes los sufren.

En Am¨¦rica Latina y el Caribe, diversos pa¨ªses est¨¢n introduciendo tecnolog¨ªas en las aulas, algunos a peque?a escala y otros a nivel nacional. Todos sabemos que los ni?os y ni?as r¨¢pidamente se entusiasman y adaptan a estos instrumentos, y que muchas veces a los docentes ¨C quienes no crecieron en la era digital ¨C les toma un poco m¨¢s de tiempo adaptarse y aprovechar la tecnolog¨ªa para potenciar sus m¨¦todos de ense?anza.

Lo maravilloso del mundo en que vivimos es que no necesitamos memorizar sino saber c¨®mo buscar la informaci¨®n que necesitamos; de nada nos vale saber de memoria la geograf¨ªa mundial, pero s¨ª nos sirve entender la forma en que los seres humanos y sus acciones afectan a nuestro planeta y c¨®mo podemos conservar lo valioso de nuestros pa¨ªses, culturas y ambientes geogr¨¢ficos. Esto cambia la naturaleza de lo que pasa en las aulas, del maestro que ense?a al maestro que construye un ambiente de aprendizaje. Porque ya no hace falta que el maestro sea el due?o del conocimiento y lo imparta. El maestro efectivo hoy es aqu¨¦l que hace buenas preguntas y presenta problemas reales guiando a sus alumnos a que conjuntamente construyan respuestas y soluciones.

As¨ª, nuestros ni?os y j¨®venes aprender¨¢n desde la escuela aquellas habilidades que tanto buscan los empleadores: la creatividad, la colaboraci¨®n, la curiosidad, y la capacidad anal¨ªtica para resolver problemas reales.

Adem¨¢s, como descubr¨ª gracias a mi Emilio, es mucho m¨¢s divertido aprender que ense?ar, buscar respuestas que tenerlas todas¡­ Creo firmemente que ese ejercicio constante de la mente, al igual que el ejercicio f¨ªsico para el cuerpo, es indispensable para mantenernos saludables a lo largo de la vida.

*Emiliana Vegas es Jefa de la Divisi¨®n de Educaci¨®n del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).