Un estudio alerta del peligro de prohibir el aceite de palma
Prescindir del producto solo desplazar¨ªa el problema de la biodiversidad, advierte un estudio de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza
El aceite de palma se enfrenta a su consideraci¨®n como uno de los productos ecol¨®gicamente m¨¢s da?inos del mundo y a que la v¨ªa para acabar con este problema es boicotear los innumerables productos que contienen este ingrediente ¡ªdesde alimentos al champ¨² o la pasta de dientes¡ª hasta que los Gobiernos prohiban su uso. El bi¨®logo holand¨¦s Erik Meijaard (Haarlem, 1967), presidente del grupo de trabajo sobre aceite de palma de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN), acaba de presentar en Par¨ªs un informe ¡ªdel que adem¨¢s es su autor principal¡ª sobre el impacto en la biodiversidad de este producto. ¡°Por el momento, tenemos que aceptar que el aceite de palma est¨¢ aqu¨ª para quedarse, que no se va a ir, y tenemos que aprender de alguna manera a vivir con ello. Y cerrar los ojos y actuar como si no existiera no es la soluci¨®n¡±, afirma.
Erik Meijaard
Erik Meijaard (Haarlem, Holanda, 1967) ha vivido 25 a?os en el sureste de Asia, donde trabaj¨® en la conservaci¨®n de especies vulnerables como los orangutanes, un animal cuya supervivencia aflora cada vez que se habla de aceite de palma.
Es fundador de Borneo Futures, una organizaci¨®n que estudia los v¨ªnculos entre los sistemas ecol¨®gicos y el bienestar humano para promover una gesti¨®n sostenible de territorios vulnerables como los de Malasia o Indonesia.
Meijaard admite que este cultivo es responsable de grandes males ecol¨®gicos. Empezando por la deforestaci¨®n (el 0,4% del mundo y hasta el 50% en bosques tropicales como Borneo) y siguiendo con el tan conocido problema de la desaparici¨®n de especies vulnerables como los orangutanes. Pero aboga por ponerlo todo en perspectiva y, sobre todo, no tomar ¡°decisiones r¨¢pidas¡± o pol¨ªticamente interesadas que puedan acabar provocando un mal mayor. Como una prohibici¨®n total de este producto, incluso aunque sea aceite de palma sostenible, un certificado que obtienen solo los productores que siguen unos criterios ambientales y sociales que ¡°aseguran el respeto de los derechos de las comunidades locales y que ning¨²n bosque primario o de alto valor ecol¨®gico ha sido deforestado para la producci¨®n de aceite de palma desde noviembre de 2005¡±. La organizaci¨®n responsable de otorgar estos certificados, la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible, RSPO), se reuni¨® esta semana en Par¨ªs para discutir la mejora de estos criterios, que espera poder aprobar en su conferencia a finales de a?o.
Los riesgos de un boicot
El bi¨®logo defiende que, si Europa (el mayor comprador de aceite de palma sostenible) deja de usarlo y China, Indonesia o India (los mayores consumidores mundiales) siguen sin interesarse por el producto sostenible o certificado, entonces no habr¨¢ mercado controlado,? a los productores ni siquiera les interesar¨¢ intentar hacer un aceite de palma m¨¢s sostenible y Europa se quedar¨ªa sin fuerza para presionar en la mesa de negociaciones. ¡°As¨ª que, ?qu¨¦ logras? Si el objetivo de los europeos es reducir la deforestaci¨®n, creo que tienen que tener mucho cuidado y ver si una prohibici¨®n o eliminaci¨®n gradual de un producto particular est¨¢ logrando lo que pretenden o no. Y no estoy convencido de que lo est¨¦ logrando¡±, comenta.
Los datos del aceite de palma
La demanda para 2020 llegar¨¢ a casi 70 millones de toneladas anuales (en 1985 eran solo 4,5 millones) y crecer¨¢ a un ritmo del 1,7% anual hasta 2050.
La expansi¨®n del cultivo favorece la degradaci¨®n de h¨¢bitats naturales de Asia tropical y Am¨¦rica Central y del Sur, tras la ganader¨ªa y la agricultura de subsistencia local. En Borneo fue el responsable de al menos el 50% de la deforestaci¨®n entre 2005 y 2015.
La sustituci¨®n de bosques tropicales por cultivos de aceite de palma afecta a, al menos, 193 especies amenazadas seg¨²n la Lista Roja de la UICN. Orangutanes, gibones y tigres son los que m¨¢s han sufrido. La UICN cree que la expansi¨®n descontrolada podr¨ªa amenazar a muchas m¨¢s especies en regiones que albergan al 54% de todos los mam¨ªferos y al 64% de las aves en peligro del mundo.
Para la UICN, las alternativas de cultivo actuales tampoco son una soluci¨®n. ¡°No parece haber una manera clara de eliminar gradualmente el aceite de palma sin incurrir en un impacto ambiental y social potencialmente m¨¢s significativo en otras zonas por la expansi¨®n compensatoria de cultivos de aceite alternativos¡±, advierte el informe. Su rechazo ¡°podr¨ªa desplazar, en vez de detener, la p¨¦rdida de biodiversidad¡±, concluye el texto.
¡°Si dices no al aceite de palma, tienes que decir s¨ª al de soja, al de ma¨ªz, al de girasol o al de colza¡±, explica Meijaard. ¡°Y eso tambi¨¦n tiene su impacto: necesitas mucha m¨¢s tierra, ya que por cada hect¨¢rea de aceite de palma se necesitan nueve de ma¨ªz o de girasol¡±. Adem¨¢s, como destaca el informe, solo se estar¨ªa trasladando el problema a otro lugar. Puede que las v¨ªctimas ¡°no fueran orangutanes, pero ser¨ªan jaguares en Brasil o Argentina desplazados por la soja, u osos en Norteam¨¦rica desplazados por el ma¨ªz¡±.
Soluciones de compromiso
?Qu¨¦ hacer entonces? En vez de lanzarse a prohibiciones apresuradas, la UICN considera como punto de partida algo que ya hacen, a priori, las compa?¨ªas que cuentan con una certificado de sostenibilidad: ¡°Evitar seguir deforestando para producir aceite de palma aportar¨ªa m¨¢s beneficios para la biodiversidad¡±, se?ala el informe. Ello requiere tambi¨¦n un ¡°compromiso gubernamental m¨¢s fuerte¡± de los pa¨ªses productores para lograr un uso ¡°responsable y justo¡± de las tierras y garantizar que las nuevas plantaciones no requieran de la tala de bosques. Tambi¨¦n hace falta un incremento de parte del sector privado, Gobiernos y consumidores ¡°de la demanda de aceite de palma certificado¡± hasta que este ¡°se convierta en la norma¡±.
La UICN reconoce que, hasta el momento, ¡°el aceite de palma certificado solo ha demostrado un impacto negativo marginalmente menor en la biodiversidad que el cultivo normal¡±. Sin embargo, resalta, se trata de una iniciativa nueva ¡ªse empez¨® a aplicar en 2005¡ª y por tanto es conveniente darle un mayor margen de confianza. Porque como dice Meijaard, aunque sus principios y criterios ¡°no son, ni de lejos, perfectos, la certificaci¨®n en principio es algo bueno. No es la ¨²nica soluci¨®n, pero s¨ª una de las que pueden y deber¨ªan aplicarse¡±.
Los orangutanes y el aceite de palma no son necesariamente incompatibles
Los orangutanes son una de las principales v¨ªctimas de la extensi¨®n del cultivo del aceite de palma a costa de los bosques tropicales que constituyen su h¨¢bitat. Estas plantaciones han acelerado la desaparici¨®n de una especie amenazada tambi¨¦n por la caza ¡ªque sigue siendo su principal causa de vulnerabilidad¡ª, los incendios provocados y la agricultura de subsistencia local.
Para Marc Ancrenaz, miembro de IUCN y responsable desde hace un cuarto de siglo de programas de protecci¨®n de orangutanes, no es incompatible la convivencia de estos mam¨ªferos y de las controvertidas plantaciones. ¡°Los orangutanes son una especie muy inteligente que puede adaptarse a la transformaci¨®n de su entorno. No hay raz¨®n para que una especie como el orangut¨¢n no pueda sobrevivir¡± en una plantaci¨®n, sostuvo en Par¨ªs. Aunque necesita el bosque tropical para sobrevivir, puede adaptarse, dijo, a las plantaciones de aceite de palma siempre y cuando estas respeten unos par¨¢metros, como la creaci¨®n de ¡°corredores forestales¡± que les permitan desplazarse dentro de la plantaci¨®n a zonas de bosque y se controle su caza en estas ¨¢reas. Dado que en Borneo hay unos 10.000 orangutanes viviendo en zonas destinadas al cultivo de aceite de palma, es fundamental ¡°trabajar con la industria y con los Gobiernos¡± para garantizar su supervivencia, dijo.
Un ejemplo ser¨ªa adjudicar los terrenos solo a a las compa?¨ªas que se comprometan a respetar los est¨¢ndares para que puedan vivir en sus tierras los orangutanes. Ejemplos ya existen, asegura el experto. Unos 150 orangutanes viven en una plantaci¨®n en Kalimantan Oeste en relativa seguridad. El desaf¨ªo, se?ala la UICN, es convertir ahora esa excepci¨®n en una norma. Aunque nadie se enga?a. Se trata solo de una soluci¨®n paliativa y, adem¨¢s, admite Ancrenaz, no sirve para todas las especies amenazadas por la desaparici¨®n de los bosques tropicales
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