Con tacones y a lo loco
La peque?a calle Pelayo, en Chueca, acoge otra edici¨®n de la tradicional y fascinante carrera de tacones del Orgullo de Madrid
Hay una calle en Madrid, que una vez al a?o, solo una, pasa de ser una tranquila v¨ªa a estar atestada de gente que r¨ªe alto. La calle Pelayo, en el madrile?o barrio de Chueca, luce igual de adoquinada e irregular que el resto del a?o, pero el d¨ªa que se celebra la carrera de tacones parece que es una pasarela. La primera que desfilar es Chumina Power, anfitriona del evento, que ameniza cantando Guantanamera. Dedica la canci¨®n a los 17 valientes que han decido correr este a?o. Todos esperan nerviosos en la l¨ªnea de salida, que tambi¨¦n ser¨¢ la meta. Todos visten las mismas camisetas ¨Camarillas y rosas¨C de la organizaci¨®n, en las que se puede ver su dorsal. Pero el resto queda a su elecci¨®n: color de los tacones, que, eso s¨ª, deben medir m¨¢s de 15 cent¨ªmetros; los accesorios; el pelo...
Mientras los corredores se preparan, centenares de personas se agolpan a ambos lados de la estrecha calle Pelayo. Juan Antonio Inuesa, de 34 a?os, es de C¨¢diz y ha decidido competir: "Mi primera vez". Virgen en correr con tacones, pero no en usarlos: ¡°Me los he puesto alguna vez, pero nunca me he echado una carrera con ellos¡±, cuenta. Los tres primeros en llegar a la meta recibir¨¢n 350, 250 y 150 euros, respectivamente. "Si gano invito a todos mis amigos a una buena fiesta esta noche¡±, promete.
¡°Mira, una chica¡±, se?ala alguien del p¨²blico hacia los corredores. No es com¨²n ver a mujeres en esta cita, pero en esta edici¨®n dos mujeres quieren desafiar los convencionalismos. Mirela V., de 23 a?os, es una de ellas: ¡°Me parec¨ªa divertido intentarlo, as¨ª que aqu¨ª estoy¡±, dice rodeada de otros participantes, algunos de ellos le sacan un par de cabezas. ¡°Son mucho m¨¢s grandes que yo, pero quiz¨¢s pueda aprovechar eso para colarme entre ellos¡±, apunta optimista.
¡°?Preparados, listos, ya!¡±, grita Chumina Power. Los tacones resuenan a toda prisa. Esta cita, adem¨¢s de ser una de las actividades m¨¢s hedonistas del Orgullo, ocupa un espacio singular en el simnolismo del Orgullo. Lleva dos d¨¦cadas celebr¨¢ndose y es una rotunda reivindicaci¨®n del respeto y la diversidad. No solo en relaci¨®n con la identidad de g¨¦nero o con la orientaci¨®n sexual, sino tambi¨¦n con la vestimenta, con la forma de actuar o con la pluma. ¡°Incluso hoy en d¨ªa te juzgan y te critican si tienes pluma. Cuando la gente se sorprenden y dice: 'No tienes nada de pluma, no pareces gay', es plumofobia¡±, dice Juan Antonio. Mirela tambi¨¦n est¨¢ acostumbrada a este tipo de comentarios: ¡°Si eres chica, llevas el pelo corto y vistes poco afeminada, inmediatamente asumen que eres lesbiana¡±.
La plumofobia se da incluso dentro del propio colectivo LGTB+. ¡°Cuando los comentarios vienen desde fuera te duelen, pero es m¨¢s f¨¢cil pasar. El problema viene cuando los recibes de gente del colectivo, te afecta m¨¢s porque precisamente nosotros deber¨ªamos ser m¨¢s tolerantes con todos y todas¡±, cuenta Juan Antonio.Tiene que correr.
La competici¨®n, m¨¢s que una carrera, parece una gymkana. Va por rondas. Y los mejores de cada una se convierten en finalistas, que corren entre ellos una vez m¨¢s. Pero en la final, adem¨¢s de ir raudos, deben recoger un bolso, una peluca y un vestido e incorporarlo a su vestimenta. Solo Juan Antonio ha pasado a la final; Mirela lo intentar¨¢ de nuevo el a?o que viene. El p¨²blico anima y Chumina Power vuelve a dar la salida. Un par de minutos despu¨¦s, los participantes atraviesan la meta jaleados por el p¨²blico. Juan Antonio lo hace el quinto. No podr¨¢ invitar a sus amigos esta noche. Pero eso poco importa ya. Esta carrera de tacones tiene un claro vencedor: la diversidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.