Una pasarela, dos realidades

Hay una mujer en Espa?a que tiene la ¨²ltima palabra sobre moda. Bien podr¨ªa ser un hombre, pero las instancias superiores masculinas han acordado que el g¨¦nero debe ser femenino, y no solo porque se trate de trapos, ya se sabe, algo vacuo, fr¨ªvolo. Para el caso, es ella la que en verdad descodifica aquello que los creadores muestran en la pasarela. Los periodistas la conocemos como ¡°la se?ora de boutique¡±, un personaje casi mitol¨®gico al que se recomienda no aturullar con referencias intelectuales o de tono (cultural) elevado, so pena de que convulsione. Lo suyo es el hecho pelado: ¡°bonito, muy ponible¡±. Si dice ¡°divertido¡±, mejor echarse a temblar. Y as¨ª define ¡ªy sustenta¡ª la realidad de nuestra industria indumentaria.

La se?ora ¡ªtenga 18 o 90 a?os o sea un se?or¡ª es mejor que siga pensando que un hombre vestido con prendas femeninas (que no vestido de mujer) es la veleidosa extravagancia de un dise?ador, no un gesto pol¨ªtico. Que nada altere el sue?o de moda al que se le ha dado aspirar, ese en el que volvi¨® a regodearse esta Mercedes-Benz Fashion Week Madrid en su jornada de clausura.

Ailanto no defraud¨® con su nueva enso?aci¨®n rom¨¢ntica, en esta ocasi¨®n inspirada por la exquisitez cristalera/joyera de Ren¨¦ Lalique. Las filigranas art nouveau del maestro vidriero y orfebre franc¨¦s dan sentido a una colecci¨®n et¨¦rea, sue?o de una noche de primavera/verano suavemente arropado por tejidos transparentes y vol¨¢tiles que insin¨²an el cuerpo.

Jard¨ªn del Ed¨¦n

"Hay toda una historia referente al jard¨ªn del Ed¨¦n que tiene que ver con el trabajo de Lalique, el primero que utiliz¨® motivos vegetales y figuras femeninas en la joyer¨ªa. Tambi¨¦n fue pionero en conseguir un efecto opalescente en las gemas, que nosotros hemos replicado superponiendo capas, utilizando forros trasl¨²cidos y velando con gasa algunos estampados", explicaba Aitor Mu?oz mientras su gemelo, I?aki, ultimaba los detalles de un desfile especialmente florido. Un dibujo de pr¨ªmulas sobre seda, que vibra y adquiere profundidad seg¨²n la incidencia de la luz, y otro de cisnes que nadan en un lago de vidrio, cuajado de peque?as interpretaciones de algunas de las creaciones de Lalique, son la aportaci¨®n art¨ªstica de la temporada a ese ingente archivo gr¨¢fico que la fraternal pareja ha atesorado con los a?os y que pronto adquirir¨¢ nuevas dimensiones en una colecci¨®n de ropa de hogar (producida por la empresa Euromoda) y hasta un ramo de autor para Colvin, startup catalana que ha revolucionado el mercado floral en Internet.

Los hermanos Mu?oz pasaron el testigo on¨ªrico a Marina Conde, directora creativa de la firma La Condesa, que en lugar de meterse en un jard¨ªn se tir¨® en plancha a la piscina. El suyo fue todo lo que no debe ser un desfile: reiterativo, cansino y disperso, resultado de una colecci¨®n incoherente que no sab¨ªa si quer¨ªa ser infantil o adulta, callejera o de gran sal¨®n.

Conde no escatim¨® propuestas, de trajes sastres a trasuntos chandaleros, pasando por vaqueros y conjuntos festivos de lentejuelas, en un viaje a su infancia y adolescencia en clave de caos m¨¢gico que tuvo m¨¢s de confusi¨®n que de magia. El ¨®rdago final, con un batall¨®n de chaquetas de esmoquin y casacas estilo h¨²sar ¡ªmarca de la casa¡ª con profusi¨®n de bordados, es ese alarde de sinsentido creativo que, sin embargo, aplaude a rabiar la "se?ora de boutique": qu¨¦ bonito, qu¨¦ elegante, qu¨¦ ponible.

Marcos Luengo, a continuaci¨®n, y la barcelonesa Mench¨¦n Tom¨¢s, despu¨¦s, hicieron del sue?o sopor, a pesar de que sus propuestas tambi¨¦n se promet¨ªan de lo m¨¢s viajeras: la del uno con rumbo al lejano Oriente, la de la otra a la Cuba anterior a la revoluci¨®n castrista. Nada que, en ninguno de los dos casos, tenga mayor alcance que la planta de se?oras de unos grandes almacenes cualesquiera.

Para huida hacia adelante, eso s¨ª, la de Mois¨¦s Nieto, con nocturnidad y alevos¨ªa, fuera ya del infausto Pabell¨®n 14 y en formato performance. El dise?ador jiennense (?beda, 1984) muta en realizador cinematogr¨¢fico en la onda de un Jean-Luc Godard, dando prioridad a la expresi¨®n pura y dura antes que a un guion justificado. As¨ª ha dirigido una colecci¨®n introspectiva y emocional, en la que las prendas se despegan del cuerpo y se arman con hombreras, mangas de patr¨®n sastre y cuellos camiseros.

Fue el contrapunto intelectual al ganador del Premio L'Or¨¦al a la Mejor Colecci¨®n, que reca¨ªa en Jorge V¨¢zquez por segunda vez (Afrodita Dorado se llev¨® el de Mejor Modelo). Moraleja: nunca subestimen el poder de la "se?ora de boutique".