El incierto futuro pol¨ªtico del 8-M
En el movimiento feminista hay diferentes opiniones sobre la mejor forma de organizarse tras la huelga
El grito lanzado por cientos de miles de mujeres el 8 de marzo a¨²n retumba en los despachos pol¨ªticos y sindicales. Meses despu¨¦s de una manifestaci¨®n cuya magnitud pocos previeron, el movimiento feminista reflexiona sobre c¨®mo organizarse en el futuro. Algunas integrantes del 8-M admiten que una de las f¨®rmulas posibles es la creaci¨®n de un sindicato y otras reconocen que se ha planteado una reflexi¨®n sobre un salto a la pol¨ªtica institucional, aunque descartan hacerlo de manera inmediata. Mientras que en el propio movimiento hay diferencias sobre c¨®mo encarar el futuro, los polit¨®logos consideran poco probable cualquiera de estas dos v¨ªas y les auguran escaso ¨¦xito en caso de materializarse. ?
¡°Casi morimos de ¨¦xito¡±, asegura Mar¨ªa Iglesias, una de las portavoces de la Comisi¨®n del 8-M. Las integrantes han decidido mantener algunos de los grupos que la componen, como los que se ocupan del asesoramiento legal y de la comunicaci¨®n, y dejar otros en hibernaci¨®n, como el de acci¨®n pol¨ªtica. Tras un per¨ªodo?de intensa movilizaci¨®n, las organizadoras han bajado el ritmo. ¡°Venimos de unos meses de muchas manifestaciones¡±, dice Patricia Aranguren, del equipo de comunicaci¨®n. ¡°Ahora queremos poner el foco en procesos internos y debatir hacia d¨®nde queremos ir¡±.
Y ese debate est¨¢ m¨¢s abierto que nunca. ¡°Quiz¨¢s habr¨ªa que reflexionar sobre sindicatos feministas¡±, apunta Iglesias. ¡°Cada vez tenemos m¨¢s perfiles sindicales y pol¨ªticos en las asambleas¡±. Aranguren reconoce que la opci¨®n de formar un sindicato de mujeres ha salido ¡°alguna vez¡± en las reuniones que mantienen, pero a?ade que ese tipo de iniciativas, si ocurren, se dar¨¢n de forma ¡°paralela¡± a la Comisi¨®n 8-M. "Este espacio se va a mantener tal como est¨¢", asegura. La presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres J¨®venes, Munia Bra?a, otra de las convocantes de la manifestaci¨®n, deja la puerta entreabierta a organizarse pol¨ªticamente: ¡°En principio no, aunque antes queremos hablar con los partidos pol¨ªticos para ver qu¨¦ respuestas dan a nuestras demandas¡±.
La decisi¨®n de UGT y CC OO de convocar un paro de dos horas el 8 de marzo, en vez de una huelga de un d¨ªa, fue criticada por algunos sectores del feminismo. Aquel episodio genera ahora reflexi¨®n en los sindicatos. ¡°A toro pasado, puedes pensar si tendr¨ªan que haber sido 24 horas; si el a?o pr¨®ximo se dan las mismas condiciones, habr¨¢ que valorarlo¡±, asegura Carmen Briz, del ¨¢rea de igualdad de CC OO. A pesar de las cr¨ªticas, la creaci¨®n de un sindicato de mujeres, similar a los que han existido en Suecia o Reino Unido, es lejana. La juventud de las activistas dificulta ese salto, seg¨²n S¨ªlvia Claver¨ªa, polit¨®loga por la Universidad Pompeu Fabra: ¡°Las j¨®venes est¨¢n m¨¢s preocupadas por cuestiones relacionadas con el cuerpo que por temas laborales¡±.
El salto del feminismo a la pol¨ªtica institucional tampoco parece probable. ¡°Los ¡®partidos-tema¡¯ como el PACMA [partido animalista] o un partido feminista tienen poco recorrido en Espa?a, porque muchas de esas cuestiones ya est¨¢n incorporadas por los partidos cl¨¢sicos¡±, explica Pablo Sim¨®n, profesor de la Universidad Carlos III. Un ejemplo de ese poco recorrido es el Partido Feminista, que nunca ha conseguido representaci¨®n institucional desde que lo fundara Lidia Falc¨® en 1979. ¡°El feminismo no es un proyecto que tenga respuesta para todos los temas y tener un partido implica abordar cuestiones generales¡±, asegura Berta Barbet, polit¨®loga de la Universidad Pompeu Fabra.
El car¨¢cter descentralizado del movimiento feminista y su desarrollo a golpe de manifestaci¨®n tambi¨¦n son una traba para la creaci¨®n de un partido. A diferencia del 15-M, considerado el germen de Podemos, el 8-M es un fen¨®meno m¨¢s ¡°evanescente¡±, seg¨²n Sim¨®n. ¡°Es como el agua; cuando lo quieres coger, se va de las manos¡±, reconoce Iglesias. Est¨¢ en juego la esencia de un colectivo que, en pocos meses, ha impulsado una red de decenas de asambleas alrededor de Espa?a. Mantener esa red es, seg¨²n Aranguren, una prioridad. ¡°Nos queremos alejar de una estructura m¨¢s s¨®lida a modo de partido o de sindicato porque eso puede matar la autonom¨ªa¡±.
A la caza del voto femenino
Mientras el 8-M debate su futuro, los partidos maniobran para captar el voto femenino?a menos de un a?o para que se celebren las pr¨®ximas elecciones municipales y auton¨®micas. ¡°Ahora todos se quieren subir al carro¡±, opina Iglesias. ¡°Hay una competencia entre los partidos para ver qui¨¦n es el que mejor respuestas da a las reivindicaciones feministas¡±, confirma Barbet. Conciliaci¨®n, cuotas y ayudas al cuidado son algunos de los temas que ahora ocupan la agenda pol¨ªtica. La bater¨ªa de medidas, como la reforma del C¨®digo Penal, que el Gobierno anunci¨® a principios de mes es el ejemplo m¨¢s reciente.
Aunque la b¨²squeda del voto femenino es com¨²n a todos los partidos, los de izquierda est¨¢n considerando, adem¨¢s, la opci¨®n de incorporar activistas del 8-M en sus listas electorales. ¡°Siempre es la voluntad de Podemos que haya una participaci¨®n de compa?eras que vienen de movimientos sociales¡±, dice Clara Serra, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid. El PSOE exhibe un discurso similar. ¡°Siempre han venido con nosotros en listas diferentes personalidades de los movimientos sociales. No ser¨ªa extra?o que lo hicieran del 8-M¡±, confirma la vicesecretaria general nacional del partido, Adriana Lastra.
¡°Puede haber alg¨²n fichaje estrella, aunque tampoco existen rostros muy visibles por el tipo de protestas que ha habido¡±, apunta Sim¨®n. Las activistas echan un jarro de agua fr¨ªa sobre esa posible incorporaci¨®n. ¡°El movimiento es muy diverso, pero la mayor¨ªa tiene muy claro que milita desde las asambleas¡±, sostiene Aranguren. Sin embargo, reconocen que puede haber gente que vea las instituciones como la mejor v¨ªa para lograr el cambio que ans¨ªan.
Frente a las maniobras de los partidos, la Comisi¨®n 8-M reivindica su independencia. ¡°Partidos y sindicatos quisieron apoyarnos y colaborar con nosotras, incluso hubo ofertas serias¡±, asegura Mar¨ªa Iglesias. ¡°Pero les dijimos que no¡±. El futuro del movimiento lo decidir¨¢n las activistas en las asambleas que convocan todos los meses. Y el acierto de partidos y sindicatos tambi¨¦n marcar¨¢ el camino que seguir¨¢n las miles de mujeres que se conjuraron el 8 de marzo para que nada volviera a ser como antes.
Las j¨®venes se mojan en pol¨ªtica
Cada vez hay m¨¢s mujeres que han decidido mojarse en pol¨ªtica.?Despu¨¦s del 8 de marzo, algunas j¨®venes han decidido empezar a militar en asociaciones y partidos pol¨ªticos para continuar con la lucha feminista que inund¨® las calles ese d¨ªa.?Lorena L¨®pez tiene 23 a?os y tras el 8-M se afili¨® a las Juventudes Socialistas. "Vi que estaban en la manifestaci¨®n y eso me anim¨® a afiliarme", cuenta. L¨®pez estudia biolog¨ªa y ver que en sus libros siempre ha habido m¨¢s hombres que mujeres hizo despertar su conciencia feminista. "Solo hay que contar el n¨²mero de mujeres con Nobel respecto al de hombres", aclara. La joven se emocion¨® en aquella manifestaci¨®n que dio la vuelta al mundo: "Ya era hora de que se escuchara la reivindicaci¨®n; hay que acabar con la desigualdad".
?ngela tiene 27 a?os y es otro ejemplo. No quiere dar sus apellidos para evitar que la identifiquen en el trabajo.?Se inscribi¨® en la Federaci¨®n Espa?ola de Mujeres J¨®venes, una organizaci¨®n feminista, tras?acudir a la manifestaci¨®n de Gij¨®n. "Llevaba tiempo interesada en temas de igualdad, sigui¨¦ndolo en redes. As¨ª que decid¨ª participar, porque si no hacemos algo, nadie lo va a hacer por nosotras", comenta por tel¨¦fono. Las redes sociales son un elemento fundamental para movilizar a las j¨®venes. "Se llega a gente poco conectada con las asociaciones",?afirma la polit¨®loga Berta Barbet, que a?ade que "antes para entrar en una ten¨ªas que conocer a alguien, pero ahora se han reducido los filtros de acceso".
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