El poder de los introvertidos
Esforzarse para convertirse en quien realmente no se es, agota y es un error
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Solo somos capaces de liderar nuestra vida cuando nos apoyamos en las fortalezas de nuestro car¨¢cter. Sin embargo, ciertos caracteres tienen mejor fama que otros y aqu¨ª reside el error. En el caso de las empresas, es frecuente creer que el l¨ªder es aquel que se mueve como pez en el agua en las relaciones personales o que tiene un sex appeal especial para entusiasmar a los otros. Creemos que para conseguirlo debemos ser extrovertidos y con una oratoria magn¨ªfica. No obstante, si nuestra tendencia es a la introversi¨®n, a las relaciones uno a uno o a entornos m¨¢s calmados, podemos sentirnos mal por no ser lo que la gente espera. Pero nos equivocamos.
Igual sucede en las redes sociales. Vende ser popular, poner sonrisa profident y parecer que est¨¢s la mar de contento, cuando en el fondo deseas desaparecer del mapa o prefieres fotos m¨¢s meditadas, menos espont¨¢neas. Pues bien, ya es hora de aceptarnos. El sobresfuerzo agota. Muchas veces nos forzamos para convertirnos en quienes no somos realmente, y eso es un error.
La introversi¨®n depende de c¨®mo recargamos bater¨ªas y es distinta a la timidez, que tiene que ver con el miedo al juicio social, a no encajar o a decir algo inadecuado. Los extrovertidos encuentran energ¨ªa interactuando con el mundo; los introvertidos se sienten m¨¢s vivos y m¨¢s capaces en ambientes m¨¢s relajados. Todos tenemos un poco de ambos, aunque destacamos en uno de ellos. Por eso, si buscamos dar lo mejor de nosotros mismos, necesitamos quitarnos de la mente que el ¨¦xito solo se alcanza siendo el m¨¢s simp¨¢tico del mundo y aceptarnos a nosotros, sin forzarnos en representar papeles que no nos corresponden. Porque el esfuerzo desgasta y porque, adem¨¢s, como demuestran la ciencia y la historia, nos equivocamos pensando que solo hay un camino. El ¨¦xito no tiene solo una puerta, tiene tantas como personas que las abren.
Susan Cain se hizo famosa con su libro El poder de los introvertidos. Desmont¨® la creencia de que el l¨ªder ha de ser un seductor de masas, estilo Kennedy. De hecho, se calcula que el 40% de los l¨ªderes son introvertidos y son capaces de transformar ¡°sociedades¡±, como Bill Gates, Gandhi, Martin Luther King, la madre Teresa de Calcuta, Lady Gaga, Newton o el propio Amancio Ortega. Eso no significa que no aprendamos o que no incorporemos nuevas habilidades, sino que no debemos forzarnos a un car¨¢cter que no es nuestro. Adem¨¢s, necesitamos tirar por tierra ciertas creencias, como explican varios estudios: se ha demostrado que los introvertidos pueden ser incluso mejores jugadores de equipo aunque a priori no lo aparenten, o que son m¨¢s estables y m¨¢s profundos en las relaciones personales.
En definitiva, si queremos liderar nuestras vidas necesitamos trabajar en dos ¨¢reas: cuestionar lo que se ha vendido como ¨¦xito y aceptarnos a nosotros mismos, en especial, esa parte de nuestro car¨¢cter que peor fama tiene, la introversi¨®n. Para ello, vale la pena frenar el ruido que nos rodea, dedicar tiempo a conocerse y aceptar que somos lo que somos. Solo as¨ª podremos desarrollar nuestro talento, dejar a un lado el desgaste de la apariencia y conseguir tener una vida basada en nuestro propio ¨¦xito, no en aquel que se nos ha vendido o que mejor fama tiene.
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