?C¨®mo afecta tener vacaciones (y no tenerlas) a nuestra salud?

Como cada a?o en ¨¦poca estival, millones de espa?oles coger¨¢n vacaciones para descansar del trabajo, relajarse y disfrutar del tiempo libre. La amplia mayor¨ªa de los que planean viajar (en torno al 50%-60% de la poblaci¨®n), elegir¨¢ quedarse en Espa?a para pasar las vacaciones mientras menos del 10% saldr¨¢ al extranjero para tal prop¨®sito. Aparte de viajar, salir a restaurantes, ir al cine o de compras y hacer visitas culturales son las actividades m¨¢s populares durante las vacaciones de verano en nuestro pa¨ªs.

En un mundo cada vez m¨¢s acelerado, con el estr¨¦s cr¨®nico como uno de los grandes males de nuestro tiempo, desconectar de la estresante rutina laboral e invertir tiempo en nosotros mismos y nuestras aficiones se presenta ante nosotros no solo como algo extremadamente deseable sino tambi¨¦n como una estrategia "terap¨¦utica" para nuestra salud mental. Incluso tenemos una expresi¨®n para representar su efecto: "Cargar las pilas". Pero, dejando a un lado nuestras percepciones (que pueden ser enga?osas), ?qu¨¦ dice la ciencia sobre los efectos de las vacaciones en la salud de las personas? ?De verdad son beneficiosas para nosotros? Y, de ser as¨ª, ?cu¨¢nto duran sus efectos?

Probablemente, el beneficio m¨¢s inmediato y f¨¢cil de reconocer de las vacaciones sea la disminuci¨®n de los niveles de estr¨¦s durante su transcurso en comparaci¨®n con la rutina laboral. Puede sonar a perogrullada, pero hay estudios que se han enfocado en este asunto para conocerlo con m¨¢s detalle, como uno realizado por la American Psychological Association y otro en 87 obreros manuales. Los resultados coinciden en que los niveles percibidos de estr¨¦s durante las vacaciones eran sensiblemente inferiores a los de la jornada laboral normal.

Adem¨¢s, en obreros, este efecto se manten¨ªa durante cierto tiempo tras volver al trabajo pero, transcurrido alrededor de un mes, el estr¨¦s volv¨ªa a establecerse como antes de vacaciones. As¨ª, tanto el burnout o s¨ªndrome del trabajador quemado como el absentismo laboral estaba menos presentes al volver de las vacaciones pero, pasadas alrededor de cuatro semanas, volv¨ªan a la normalidad pre-vacacional. Esta es una tendencia que se ha observado tambi¨¦n en otros estudios. Tanto los sentimientos de felicidad y bienestar como los niveles de estr¨¦s vuelven a sus niveles normales tras la vuelta al trabajo en un plazo de d¨ªas a pocos meses. En ese sentido, tambi¨¦n el tipo y la duraci¨®n de las vacaciones que se cog¨ªan los trabajadores influ¨ªan en la duraci¨®n de los efectos beneficiosos post-vacaciones.

Probablemente, el beneficio m¨¢s inmediato y f¨¢cil de reconocer de las vacaciones sea la disminuci¨®n de los niveles de estr¨¦s durante su transcurso en comparaci¨®n con la rutina laboral

Por otra parte, al margen de reducir los niveles de estr¨¦s, las vacaciones tambi¨¦n parecen tener cierto papel protector contra la depresi¨®n. En un estudio realizado a casi 900 abogados (profesi¨®n especialmente estresante), se observ¨® que tanto la participaci¨®n en actividades de ocio activas como cogerse vacaciones eran importantes para disminuir el riesgo de depresi¨®n. Sin embargo, ninguna de estas variables era capaz de compensar totalmente los efectos da?inos de tal estresante trabajo. De forma similar, un estudio realizado con 1.500 mujeres del ¨¢rea rural de Wisconsin comprob¨® que aquellas que se iban de vacaciones con una frecuencia menor a una vez cada dos a?os ten¨ªan m¨¢s riesgo de sufrir depresi¨®n que aquellas que cog¨ªan vacaciones al menos dos veces al a?o. Otro estudio sobre 1.400 individuos tambi¨¦n encontr¨® hallazgos similares. A trav¨¦s de una encuesta, se observ¨® que las actividades de ocio (incluyendo las vacaciones) ayudaban a tener m¨¢s emociones positivas y menor riesgo de depresi¨®n cl¨ªnica.

En cuanto a la salud cardiovascular, varios son los estudios sobre miles de personas que han evaluado el papel de las vacaciones en este aspecto. As¨ª, el emblem¨¢tico estudio Framingham (un estudio de seguimiento sobre miles de personas durante d¨¦cadas sobre factores de riesgo cardiovascular, que sigue vigente en la actualidad) detect¨® que los hombres que no se cog¨ªan vacaciones durante varios a?os ten¨ªan un 30 % m¨¢s de probabilidades de sufrir ataques al coraz¨®n que aquellos que s¨ª. Adem¨¢s, las mujeres que s¨®lo cog¨ªan vacaciones una vez cada 6 a?os o menos ten¨ªan ocho veces m¨¢s riesgo de padecer una enfermedad coronaria o un ataque card¨ªaco en comparaci¨®n con las mujeres que se iban de vacaciones por lo menos dos veces al a?o.

Similares resultados se han encontrado en otros estudios, como otro publicado en el a?o 2000 a partir de un seguimiento durante 9 a?os de m¨¢s de 12.000 hombres con un elevado riesgo de enfermedad coronaria. Aquellos hombres que no se tomaban vacaciones cada a?o ten¨ªan un riesgo de morir incrementado en un 21% por todas las causas de muerte y un incremento del 31% del riesgo de morir por ataque card¨ªaco.

Los hombres que no se cogen vacaciones durante varios a?os tienen un 30 % m¨¢s de probabilidades de sufrir ataques al coraz¨®n que aquellos que s¨ª

Aunque los resultados de los estudios poblacionales tienen evidentes limitaciones, como la dificultad para asociar causas y efectos (por ejemplo, aquellos que cogen menos vacaciones podr¨ªan ser m¨¢s pobres y por tanto con una salud y/o atenci¨®n m¨¦dica m¨¢s precaria), son m¨²ltiples los indicios del papel beneficioso de las vacaciones para la salud. Por si fuera poco, tambi¨¦n se han visto efectos positivos en la productividad, en la creatividad, en las relaciones con otras personas y en el sue?o.

En definitiva aunque los beneficios para las vacaciones en nuestro estado de ¨¢nimo y niveles de estr¨¦s sean pasajeros y se desvanezcan al poco tiempo de volver a la rutina del d¨ªa a d¨ªa, m¨²ltiples estudios indican que, aun as¨ª, parece que hay beneficios para la salud a largo plazo que persisten. No est¨¢ de m¨¢s tenerlo en cuenta cuando lleguemos a septiembre y recordemos con nostalgia esas vacaciones que tan r¨¢pido han pasado.