As¨ª afectan los horarios de los adultos a los menores
Es fundamental repensar la sociedad actual para poder conciliar la vida laboral y la atenci¨®n a las necesidades que plantea la crianza de los hijos
En las manifestaciones del 8 de marzo la conciliaci¨®n fue una reivindicaci¨®n importante. Se refleja tambi¨¦n en las jornadas escolares alargadas con deberes y actividades extras hasta la cena. La pel¨ªcula Kramer contra Kramer lo denunci¨®. La Fundaci¨®n Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida public¨® en marzo la Cuarta Encuesta Europea sobre condiciones de vida: los europeos afirman que desde 2011 ha empeorado la conciliaci¨®n de la vida laboral y personal. ?C¨®mo est¨¢n afectando los horarios laborales de los adultos a los menores?
Los expertos aseguran que el problema son los horarios laborales distintos de los progenitores, sobre todo, si uno de ellos tiene jornada partida. Seg¨²n el INE¨Cdiciembre 2016¨C en Espa?a el 45% ten¨ªa horarios partidos. Es el caso de ?ngela Olcina, farmac¨¦utica que trabaja con horario reducido para atender a sus dos hijos y que trabaja una semana de ma?ana y otra de tarde: ¡°Al de 10 meses se le descompone la cara cuando me ve salir por la puerta; y el de tres a?os y medio no entiende porqu¨¦ tengo que ir a trabajar, ya que cuando trabajo por la ma?ana ¨¦l est¨¢ en el cole.¡±
Los beb¨¦s padecen desafecci¨®n afectiva por los horarios laborales de sus mayores. Urge un debate serio que muestre los problemas educativos y sanitarios de las familias, y la necesidad de que haya un cambio personal, intergeneracional y social. Y se ha de completar con leyes que promuevan nuevos h¨¢bitos de convivencia. Leticia Escard¨®, secretaria general de la Fundaci¨®n Bel¨¦n, entidad dedicada a familias con hijos con problemas, nos recuerda:¡°los medios de comunicaci¨®n pueden promover un cambio de actitud ante el horario en general, y equipararlo con el resto de Europa: levantarnos, comer y cenar antes, y hacerlo juntos.¡± Como el fil¨®sofo Juli¨¢n Mar¨ªas mostr¨®, las vigencias sociales nos imponen lo que sentimos o no sentimos.
Nos acercamos a c¨®mo vive un adolescente con su mam¨¢ funcionaria: horario laboral continuo; y su pap¨¢, arquitecto y profesor universitario con horario partido. Se llama Juan Maruri, tiene 16 a?os y reflexiona sobre las necesidades comunicativas y afectivas de los j¨®venes: ¡°A mi madre la veo bastante porque salgo a las 14.15 horas, excepto un d¨ªa, y ella llega sobre las 17.00 horas a casa. Pero a mi padre no lo veo mucho entre semana.¡±
Los medios de comunicaci¨®n pueden promover un cambio de actitud ante el horario en general, y equipararlo con el resto de Europa¡±
Por la noche acaece el reencuentro familiar, pero en los ¨²ltimos a?os tambi¨¦n se ha perdido el h¨¢bito de compartir la cena. ?Qu¨¦ beneficios generan preparar la cena y conversar? Leticia Escard¨® asegura que ¡°la cena ha de ser un h¨¢bito diario y divertido, en el que cada miembro de la familia colabore para que sea el mejor momento del d¨ªa y se intercambien experiencias. Su pr¨¢ctica demuestra unos resultados francamente buenos.¡± En la ni?ez, los adultos nos contaban c¨®mo era habitual en sus cenas preparar comidas elaboradas, conversar sobre el d¨ªa, contar cuentos o leer un libro. As¨ª Escard¨® recuerda que ¡°Ortega y Juli¨¢n Mar¨ªas dec¨ªan que cada 15 a?os el mundo cambia, y hemos de ver aqu¨ª y ahora cu¨¢les son las dificultades sociales cambiantes que tenemos, y qu¨¦ es lo que nos afecta y nos hiere como personas, y qu¨¦ es posible modificar.¡±
?Qu¨¦ hacemos para solucionar el problema de los horarios profesionales, y el cansancio y estr¨¦s provocado en adultos y menores?
Margarita Revenga, psic¨®loga cl¨ªnica experta en ni?os y adolescentes y acostumbrada a atender a familias con hijos con esos desajustes, se?ala: ¡°Todo esto requiere una concienciaci¨®n de la sociedad; los avances tecnol¨®gicos est¨¢n cambiando la forma de trabajar; ser¨ªa deseable que los padres tuviesen m¨¢s posibilidades de trabajar desde su casa, para poder conciliar la vida laboral y la atenci¨®n a las necesidades que plantea la crianza de los hijos¡±.
En este aspecto, Maruri, debido a la educaci¨®n que ha recibido, mantiene con sus mayores una comunicaci¨®n fluida, pero cuando conversa con sus compa?eros de estudios y de equipo de f¨²tbol, observa: ¡°Mi mejor amigo ve poco a su madre porque ella lleva la econom¨ªa familiar y regresa muy tarde. Si quiere hablar con ella, tiene que acercarse al trabajo o llamarla¡±.
Para responder a esas situaciones, Revenga propone: ¡°Los hijos necesitan el contacto con los padres para lograr un desarrollo cognitivo, emocional y social adecuados. Afortunadamente hoy los padres asumen las responsabilidades y se reparten los papeles, de manera que, en un alto porcentaje, los ni?os pueden tener una figura de apoyo que atienda sus necesidades¡±.
Mi mejor amigo ve poco a su madre porque ella lleva la econom¨ªa familiar y regresa muy tarde. Si quiere hablar con ella, tiene que acercarse al trabajo o llamarla¡±
Para evitar que sus dos hijos sufran su ausencia, ?ngela Olcina y su esposo ¨Cprofesor con horario continuo¨C tiran de ingenio y de abuelos. Olcina, por su parte, recurre "a salidas al parque, a jugar con ellos": "Contamos con los abuelos porque los cuatro est¨¢n disponibles. O les llevamos con los primos¡±.
J¨®venes de la generaci¨®n de Maruri reivindican una educaci¨®n emocional. Para Maruri ¡°se enfoca todo a sacar productividad al trabajo, lo pienso mucho y lo hablo con uno de mis primos. Necesitas hacer estudios que te gustan, y ganar dinero para vivir bien con tu familia. Pero es necesario desarrollarte como persona. Cuando se pasa al instituto se da por dada esa educaci¨®n, pero a partir de los 12 a?os hay muchos cambios.¡±
?Qu¨¦ medidas b¨¢sicas son necesarias para atenderla?
Para Escard¨®, lo b¨¢sico ¡°a nivel escolar es reducir los deberes, no eliminarlos, hacer un dibujo, una poes¨ªa, una redacci¨®n, algo que conlleve un deber pero que no sea una carga, y que sirva de v¨ªnculo entre el hogar y la escuela porque en ambos sitios el ni?o tiene que educarse y aprender". Por su parte, Revenga reflexiona con sosiego: ¡°La jornada laboral continua facilita en parte la conciliaci¨®n; no obstante convendr¨ªa realizar estudios serios en la poblaci¨®n con el fin de precisar cu¨¢ntas horas se necesitan para cumplir los objetivos que demandan algunas empresas y cu¨¢ntas horas se deben dedicar a los hijos en funci¨®n de las necesidades de las etapas del desarrollo¡±
La receta para completar esa formaci¨®n para el joven Maruri es: ¡°Hay que dedicarle tiempo a la ense?anza sentimental, por eso es necesario que tus padres est¨¦n en casa por la tarde¡±. No tener prisas ni agobios en lo laboral, y hacer un uso inteligente del tiempo. Para revenga, son necesarios horarios m¨¢s flexibles seg¨²n las necesidades familiares: "Y tambi¨¦n contar con recursos y estrategias que faciliten la vida a padres e hijos; en ocasiones hay que recurrir a t¨¦cnicas espec¨ªficas de relajaci¨®n y meditaci¨®n. En muchos otros casos se tratar¨ªa de planificar y optimizar los recursos".
Olcina y su marido recurren a una se?ora que atiende a sus ni?os tres d¨ªas por semana durante tres horas, evitando saturar a sus familiares. Al preguntarle ?qu¨¦ recursos necesitan las familias afectadas? Ella contesta: ¡°Recursos econ¨®micos y sociales del Estado para las familias que necesiten a alguien por unas horas.¡±
La necesidad de medidas de conciliaci¨®n laboral y familiar
La necesidad de medidas de conciliaci¨®n laboral y familiar para Escard¨® est¨¢ clara: ¡°Hay que volver a practicar el sosiego espa?ol como h¨¢bito de vida, no como una excepci¨®n, y practicarse por todos los miembros de la familia, porque si uno est¨¢ nervioso afecta a todos¡±. Las situaciones que provocan estr¨¦s se perciben desde la infancia. Para Olcina es muy negativo "despegarte del beb¨¦ para la mujer y para el propio beb¨¦ es una bomba. Los periodos de paternidad y maternidad deber¨ªan ser mayores; el primer mes de maternidad lo pas¨¦ con mi marido y fue estupendo. Cuando ¨¦l se fue al trabajo lo not¨¦ much¨ªsimo¡±.
Algunas familias tienen nietos, pero ni todo el mundo vive esa experiencia ni tampoco participa en el debate social sobre la conciliaci¨®n laboral y familiar. Es necesaria una educaci¨®n sentimental y fomentar los juegos. Para Escard¨®, ¡°est¨¢ comprobado que un ambiente amable y amoroso mejora el rendimiento laboral. Ese papel en las familias lo ejerc¨ªa la madre. Pero ahora al llegar la mujer tambi¨¦n cansada y quemada del trabajo, deber¨ªa ser un cargo rotatorio ¨Cque cualquier miembro de la familia sea la llama del hogar¨C. Todos tenemos la experiencia de c¨®mo un chiste simp¨¢tico y dicho a tiempo puede transformar el ambiente.¡±
Hoy los ni?os acceden a la tecnolog¨ªa a una edad cada vez m¨¢s temprana y este hecho ha modificado su estilo de vida y el de la familia
En EE UU, se ha creado la figura del amabilador en las compa?¨ªas, experto en fomentar un ambiente agradable. Esta es la mirada que tiene Revenga sobre este asunto: ¡°La educaci¨®n de los hijos es compleja y dif¨ªcil, pero tambi¨¦n produce enormes satisfacciones. La mayor¨ªa de los padres intenta educar a sus hijos lo mejor posible. Lamentablemente, otros padres se centran en cuidados materiales, pero descuidan la educaci¨®n emocional, que es lo que realmente permite a los hijos desarrollarse como personas". Olcina es de la misma opini¨®n: ¡°Cuando el mayor era peque?o mis padres le hicieron un abecedario de letras y antes de entrar en la guarder¨ªa ya sab¨ªa distinguir todas las letras con juegos.¡±
Qu¨¦ aporta la pr¨¢ctica deportiva a los adolescentes
La pr¨¢ctica de deporte para Maruri es fundamental: ¡°Cuando tengo una ¨¦poca de ex¨¢menes y estoy estresado, entreno, desconecto y me relajo". Asumir diferentes papeles en los deportes ofrece alternativas inteligentes a una sociedad jerarquizada. Este joven medita sobre ese cambio de roles: ¡°Algunos a?os, he sido capit¨¢n de mi equipo, que es una responsabilidad. Este a?o no lo soy y me est¨¢ sirviendo para obedecer, porque a veces me cuesta con mis padres; pero si me interesa el tema, obedezco y acato normas.¡± La psic¨®loga Revenga nos alerta sobre la dependencia tecnol¨®gica de adultos y peque?os. ¡°Hoy los ni?os acceden a la tecnolog¨ªa a una edad cada vez m¨¢s temprana y este hecho ha modificado su estilo de vida y el de la familia. La presencia casi permanente de la televisi¨®n disminuye el tiempo y la atenci¨®n que los padres dedican a sus hijos; siendo un obst¨¢culo que dificulta la conversaci¨®n y las interacciones necesarias para el correcto desarrollo de ni?os y adolescentes". ¡°El amor es el factor que mejora toda vida personal. Es el mejor regalo familiar y la mejor terapia educativa¡±, termina Leticia Escard¨®.
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