Populistas en el Gobierno
'3.500 Millones' acepta el reto de Ciudadanos y contribuye a sus propuestas migratorias "de calado"
Esto se estaba yendo de madre y era hora de poner orden. Como en la Carrera de los autos locos, Partido Popular y Ciudadanos compiten estos d¨ªas para ver qui¨¦n llega primero a la valla de Ceuta, ¡°abraza¡± a m¨¢s guardias civiles y declara inaugurada la impermeabilidad de la Patria. Si hemos de creer los n¨²meros que daba ayer el presidente del PP, no exageran: va a hacer falta eso y mucho m¨¢s para detener a los ¡°millones de africanos¡± que se esconden en alg¨²n chamizo del Gurug¨² a la espera de una oportunidad para solicitar el subsidio de desempleo.
Pero Albert Rivera no se ha limitado a desvelar la verdad al Pueblo, como Casado ¡ªpara el que los hechos y los votos operan en forma de vasos comunicantes¡ª, sino que ha anunciado solemnemente que Ciudadanos prepara para septiembre un paquete de medidas ¡°de calado¡± en materia de pol¨ªticas migratorias. Albricias.
En solidaridad fraterna con el equipo de becarios que quedar¨¢ a cargo de este asunto durante el mes de agosto, este blog reafirma su vocaci¨®n de servicio p¨²blico y pone a disposici¨®n de Ciudadanos un pu?ado de ideas que podr¨ªan distinguirles de la argumentaci¨®n pol¨ªtica de Barrio S¨¦samo desplegada por el Partido Popular:
- Adem¨¢s de declarar constantemente su liberalismo, ej¨¦rzanlo de vez en cuando: el problema de este sistema migratorio no es que est¨¦ fuera de control, sino precisamente lo contrario. La gesti¨®n de los mercados de trabajo de extranjeros tiene un caracter¨ªstico aroma sovi¨¦tico, en el que nuestros gobiernos microgestionan hasta ahogarla cualquier contrataci¨®n que involucre a un extranjero. La alternativa es considerar sistemas m¨¢s flexibles que permitan la adaptaci¨®n natural de los flujos de trabajadores a las se?ales del mercado; sistemas gobernados y no h¨ªper-intervenidos como los que ya desarrollan pa¨ªses como Nueva Zelanda.
- Nos nos tomen (siempre) por imb¨¦ciles: lo peor de las fantas¨ªas sobre las que basa sus diatribas Pablo Casado es que demuestran que ¨¦l tiene de nosotros la misma opini¨®n que nosotros tenemos de ¨¦l. Ciudadanos hizo algo parecido hace unos a?os, cuando apoy¨® alegremente el Real Decreto de exclusi¨®n sanitaria sin aportar m¨¢s n¨²meros que los inexistentes n¨²meros que hab¨ªa aportado el gobierno de Mariano Rajoy. Ahora tiene la oportunidad de no repetir el mismo error y apuntalar cualquiera de sus propuestas con hechos y con una memoria econ¨®mica s¨®lida. (Spoiler alert: Todos los que yo conozco hablan de las migraciones como una bendici¨®n para las econom¨ªas europeas, as¨ª que van a tener que darnos muchas explicaciones para justificar lo contrario.)
- Aprendan a jugar en los t¨¦rminos medios: una de las desgracias del debate migratorio moderno es habernos entrampado en un juego binario donde la ¨²nica alternativa a esta porquer¨ªa de statu quo es la simpleza de los ¡°papeles para todos¡± de la que habla Casado. Entre uno y otro existe una infinidad de posibilidades para facilitar la movilidad temporal de los trabajadores migrantes, adecuar los flujos a las necesidades de los mercados de trabajo y optimizar los beneficios para los pa¨ªses de destino y origen. Un estudio reciente que hemos publicado con el Overseas Development Institute identifica 231 de estas iniciativas, lo que constituye un fabuloso banco de precedentes sobre los que construir nuevas ideas. An¨ªmense.
- Arrimen el hombro: en materia de migraciones, la gran diferencia entre Merkel y Macron (dos de sus h¨¦roes, por lo que cuentan) es que la primera es parte de la soluci¨®n y el segundo solo sabe echar balones fuera (a veces muy lejos, en lejanas plataformas de desembarco). Con todos sus balbuceos en este tema, el Gobierno de S¨¢nchez al menos tiene claro un asunto: que solo asumiendo parte de la responsabilidad uno se ganar¨¢ el derecho de participar en las decisiones. Que la legitimidad de Espa?a se construya sobre la base de su capacidad para comprometerse con el inter¨¦s com¨²n, y no de privilegios adquiridos.
- La ¨²nica l¨ªnea roja es la ley: s¨¦ que esta afirmaci¨®n les gusta, porque no hago m¨¢s que escuch¨¢rsela en el contexto del conflicto catal¨¢n. Pero de alguna manera su eficacia se evapora cuando las fronteras no son las de los Pirineos, sino las del Estrecho: las devoluciones en caliente tampoco son para tanto, el derecho de asilo puesyaveremos, los menores no acompa?ados tienen bigote, etc., etc. Pero este es un sendero peligroso, porque la excepcionalidad migratoria acabar¨¢ en el mismo tipo de excepciones de Estado que proliferan en pa¨ªses como Hungr¨ªa o Polonia. Af¨¦rrense en sus propuestas a la ley, que al menos eso nos queda.
Dec¨ªa hoy Albert Rivera desde la valla de Ceuta que el riesgo de manejar mal este asunto es acabar ¡°con populistas en el gobierno¡±. Yo le propongo otro modo de evitarlo: no convertirse en uno de ellos.
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