Por el aborto legal en Am¨¦rica Latina y el Caribe

Aprovechando que el Senado de Argentina se prepara para votar la legislaci¨®n que despenalizar¨ªa el aborto, es necesario discutir abiertamente el impacto negativo que tienen las restricciones a este servicio sobre la vida y la salud de las mujeres de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Sabemos que prohibir el aborto no lo elimina, en cambio, las leyes restrictivas aumentan la posibilidad de que el procedimiento sea inseguro. Es decir, las leyes restrictivas no est¨¢n al servicio de la salud p¨²blica sino todo lo contrario.

Seg¨²n un informe reciente del Guttmacher Institute, Aborto a nivel mundial 2017: Progreso irregular y acceso desigual, Am¨¦rica Latina y el Caribe es la regi¨®n con las tasas de aborto y embarazo no planeado m¨¢s altas en el mundo, a pesar de que el 97% de las mujeres vive en pa¨ªses con leyes de aborto restrictivas destinadas a evitar y castigar estos procedimientos. Ante un deseo cada vez m¨¢s com¨²n entre las mujeres y las parejas de tener familias m¨¢s peque?as y dadas las altas tasas de embarazos no deseados, el aborto es una realidad cotidiana: alrededor de 6,5 millones de abortos ocurren cada a?o en la regi¨®n; y el procedimiento es m¨¢s com¨²n entre mujeres casadas que entre mujeres solteras.

El aborto es un procedimiento seguro cuando se realiza en apego a las pautas m¨¦dicamente recomendadas. Pero cuando los procedimientos legales y seguros no son accesibles, es m¨¢s probable que las mujeres recurran a procedimientos clandestinos que pueden ser inseguros. Una investigaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Guttmacher Institute muestra que, a nivel mundial, la gran mayor¨ªa de los abortos son seguros en pa¨ªses donde el procedimiento es ampliamente legal y la mayor parte son inseguros en pa¨ªses en los que est¨¢ muy restringido.

El aborto es un procedimiento seguro cuando se realiza en apego a las pautas m¨¦dicamente recomendadas

En Am¨¦rica Latina y el Caribe, seis pa¨ªses no permiten el aborto por ning¨²n motivo y 21 permiten el aborto solo para salvar la vida de la mujer o para proteger su salud f¨ªsica o mental. Por lo tanto, no es sorprendente que solo uno de cada cuatro abortos en la regi¨®n sea seguro y que cada a?o alrededor de 760.000 mujeres reciban tratamiento por complicaciones de aborto inseguro, como hemorragia e infecciones. Adem¨¢s, un n¨²mero considerable de mujeres con complicaciones no recibe tratamiento debido al estigma, el temor o la falta de acceso a proveedores de servicios de salud capacitados y de instituciones de salud adecuadamente equipadas. En Argentina, las complicaciones del aborto inseguro son una de las principales causas de mortalidad materna.

Las leyes restrictivas de aborto tambi¨¦n pueden destruir la vida y la salud de las mujeres de otras maneras. En El Salvador, donde el aborto est¨¢ tipificado como delito en todas las circunstancias, algunas mujeres que abortan espont¨¢neamente han sido acusadas de aborto inducido; y, por ello, han sido enjuiciadas y encarceladas. En este pa¨ªs hay historial de encarcelamiento de mujeres como es el caso de "Las 17", que seg¨²n el Centro de Derechos Reproductivos fueron condenadas a prisi¨®n hasta por 40 a?os despu¨¦s de experimentar complicaciones relacionadas con el embarazo.

Y en los pa¨ªses donde el aborto es legal bajo circunstancias muy restringidas, puede ser dif¨ªcil obtener el procedimiento a¨²n para las mujeres que cumplen con los criterios legales. En Paraguay, donde el aborto es legal solo para salvar la vida de la mujer embarazada, el caso ampliamente difundido de la ni?a conocida como "Mainumby" es un claro ejemplo de la dificultad para obtener el procedimiento: embarazada como resultado de una violaci¨®n a los 10 a?os, la joven fue obligada a llevar su embarazo a t¨¦rmino, a pesar de las recomendaciones en contra por parte de m¨¦dicos y organizaciones internacionales de derechos humanos.

Cuando por cualquier raz¨®n las mujeres y las ni?as experimenten un embarazo no deseado, es imperativo que puedan obtener servicios de aborto seguro

Ha habido algunos avances alentadores en Am¨¦rica Latina y el Caribe: entre 2000 y 2017, cuatro pa¨ªses ampliaron las causales bajo las cuales el aborto es legal, mientras que solo uno ¡ªNicaragua¡ª cambi¨® sus criterios para prohibirlo completamente. A su vez, las discusiones recientes sobre la despenalizaci¨®n del aborto en Argentina y Chile han promovido el debate p¨²blico, incluyendo los argumentos relacionados con el impacto negativo que tienen las leyes restrictivas. En entornos legalmente restrictivos, los abortos clandestinos se est¨¢n volviendo m¨¢s seguros porque los m¨¦todos extremadamente inseguros se est¨¢n reemplazando por medicamentos. Sin embargo, las mujeres de la regi¨®n ¡ªy de todas partes¡ª deber¨ªan poder acceder al aborto legal y seguro sin tener que enfrentar barreras ni arriesgarse a sufrir lesiones o la muerte. Es indiscutible que las pol¨ªticas restrictivas contin¨²an causando da?o de m¨²ltiples maneras en la salud y la vida de las mujeres y las ni?as. Esto tiene que cambiar.

Las mujeres y las parejas tienen derecho a elegir de manera segura si desean tener hijos y cu¨¢ndo tenerlos y as¨ª lograr el tama?o deseado de familia. Adem¨¢s, para evitar los embarazos no planeados es necesaria la disponibilidad de servicios anticonceptivos integrales de alta calidad y a precios asequibles. Y cuando por cualquier raz¨®n las mujeres y las ni?as experimenten un embarazo no deseado, es imperativo que puedan obtener servicios de aborto seguro. Para que esto sea posible, los pa¨ªses no deber¨ªan solo conformarse con ampliar las causales bajo las cuales el aborto es legal sino buscar su total despenalizaci¨®n y, a partir de esto, dar los pasos necesarios para establecer directrices, monitorear su implementaci¨®n y as¨ª garantizar que los servicios de aborto seguro est¨¦n realmente disponibles y de f¨¢cil acceso. Esto incluye la implementaci¨®n de sistemas de informaci¨®n que permitan la recolecci¨®n de datos confiables y anonimizados que, a su vez, retroalimenten y fortalezcan con evidencia las mismas pol¨ªticas p¨²blicas, siempre manteniendo la privacidad y confidencialidad de las mujeres.

Argentina tiene ahora la oportunidad de proteger el bienestar de las mujeres, las ni?as y las familias al hacer que el aborto sea legal y liderar el camino para que el resto de Am¨¦rica Latina y el Caribe haga lo mismo.

Mar¨ªa Mercedes Vivas es directora ejecutiva adjunta de Fundaci¨®n Ori¨¦ntame. Susheela Singh es vicepresidenta de investigaci¨®n internacional en el Guttmacher Institute.