Si tratas la depresi¨®n de los padres, evitas la de los hijos
Un estudio se?ala la importancia de cuidar la salud mental de los que tienen menores a su cargo en contextos de conflictos humanitarios para que las secuelas no persistan en las futuras generaciones
Agua, comida, higiene, abrigo un techo para protegerse de las inclemencias. Las necesidades b¨¢sicas de todos aquellos que se ven forzados a vivir en un campo de refugiados son las relacionadas con el cuerpo. ?Cu¨¢ndo llega el momento de preocuparse de la mente? Un estudio desarrollado por investigadores de Columbia ha profundizado en la relaci¨®n, en el contexto humanitario, entre los niveles de ansiedad y depresi¨®n de los mayores y la que desarrollan los menores a su cuidado. Concluyeron que la existencia de depresi¨®n en un adulto triplic¨® las probabilidades de que el adolescente tuviera altos niveles de ansiedad.
"En situaciones de emergencia, la presencia de un cuidador adulto estable ayuda a los ni?os a sentirse bien y el restablecimiento de las rutinas aumenta su capacidad de recuperaci¨®n y recuperaci¨®n. El enfoque integral identifica, apoya y protege a los ni?os vulnerables, los j¨®venes y sus cuidadores", se?ala Zeinab Hijazi, especialista en salud mental y apoyo psicosocial en el ¨¢rea de protecci¨®n para ni?os en emergencias de Unicef.
El estudio se desarroll¨® en dos campamentos de refugiados en Uganda, Kiryandongo y Adjumani, con j¨®venes de entre 13 y 17 a?os provenientes de Sud¨¢n del Sur, un Estado fallido que desde 2013 est¨¢ controlado por decenas de milicias. 1,5 millones de sursudaneses vive en campos de refugiados fuera de sus fronteras, seg¨²n datos de la ONU. Los investigadores analizaron la relaci¨®n entre los s¨ªntomas que presentaban los "cuidadores", que pod¨ªan ser o no los progenitores, y los menores.
"Hemos registrado pensamientos de suicidio y autolesiones en ni?os. En nuestros tratamientos siempre intentamos tener un enfoque familiar porque pensamos que lo que le pasa a uno de los miembros va a tener consecuencias en el resto", explica Jennifer Zuppiroli, t¨¦cnica de Save the Children. "Las situaciones de estr¨¦s prolongado, como son las de estos ni?os, pueden provocar reacciones como pesadillas o insomnio. Normalmente buscas estabilizarlos tanto a ellos como a los padres, que solo con ver que les est¨¢s escuchando muchas veces ya se derrumban", a?ade su compa?era Ana Alonso.
Muchos s¨ªntomas son psicosom¨¢ticos: dolores de barriga, problemas en la piel, algunos incluso miccionan en la cama, lo que supone una verg¨¹enza para ellos porque no entienden qu¨¦ pasa
El estudio viene a indicar que adem¨¢s de las intervenciones educativas, nutricionales y m¨¦dicas, si no se cuida tambi¨¦n la salud mental de aquellos que cuidan a los ni?os, las secuelas pueden perdurar. Algo en lo que coincide la experta de Unicef: "Las intervenciones deben promover el bienestar psicosocial de los cuidadores para que puedan proporcionar a los m¨¢s peque?os una sensaci¨®n de seguridad, estabilidad y normalidad, ayudando a restaurar o mantener el proceso de desarrollo".
La recomendaci¨®n de los investigadores es la integraci¨®n de sus tratamientos psicol¨®gicos en cualquier programa de protecci¨®n de la infancia que se lleve a cabo en un contexto humanitario. Estas conclusiones se unen a otros estudios precedentes, como el realizado en 2015 en el campo de Kunama en Etiop¨ªa. "Cuando el sistema nervioso est¨¢ estresado a un nivel muy alto, conocido como estr¨¦s t¨®xico, reduce la capacidad del cerebro para regular el crecimiento y la capacidad cognitiva", a?ade Hijazi. La referente en salud mental y psiquiatra de M¨¦dicos Sin Fronteras Cristina Carre?o enumera los s¨ªntomas que se ha encontrado en adolescentes y ni?os: "Muchos son psicosom¨¢ticos: dolores de barriga, problemas en la piel, algunos incluso se hacen pis en la cama, lo que supone una verg¨¹enza para ellos porque no entienden qu¨¦ pasa... Incluso casos de intentos de suicidio".
La atenci¨®n psicol¨®gica en contextos humanitarios ha ganado relevancia especialmente en la ¨²ltima d¨¦cada, aunque existen iniciativas desde los a?os ochenta. No obstante, la presencia de psic¨®logos todav¨ªa no se entiende como algo prioritario en este contexto. "Es un asunto incomprendido que sigue estando insuficientemente financiado. Necesitamos una mayor inversi¨®n en salud mental y apoyo psicosocial en todas las etapas de la vida, especialmente para los ni?os y j¨®venes afectados por conflictos armados", puntualiza la experta de Unicef.
Hay que tener en cuenta cuestiones tan b¨¢sicas como que en esas condiciones los pacientes no puedan seguir un tratamiento continuado, lo que da lugar a intervenciones de sesi¨®n ¨²nica, por ejemplo. Carre?o apunta que uno de los colectivos m¨¢s olvidados hist¨®ricamente han sido los adolescentes, una tendencia que est¨¢ cambiando: "Lo ideal es combinar sesiones individuales con ellos, con otras con la familia o los cuidadores. Organizamos otras reuniones entre progenitores, para que tengan oportunidad de hablar entre ellos y tambi¨¦n formamos y acompa?amos a los profesores".
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"La salud mental ni siquiera tiene traducci¨®n en muchas lenguas"
El idioma puede constituir una barrera a la hora de tratar la salud mental de refugiados. "Los conceptos de salud mental son dif¨ªciles de trasladar a las lenguas dinka y nuer, especialmente en lo que se refiere a los s¨ªntomas psicosom¨¢ticos", puntualiza el estudio. La experta de Unicef, Zeinab Hijazi, cuenta una de sus experiencias en el terreno: " Esto me recuerda un estudio que llevamos a cabo con refugiados iraqu¨ªes hace unos a?os en Jordania. Usaban t¨¦rminos como "cansada psicol¨®gicamente" "sin esperanza", los ni?os m¨¢s peque?os dec¨ªan "infeliz" y los j¨®venes "inutilidad" y "aburrimiento". De hecho, los t¨¦rminos t¨¦cnicos no son importantes". La experta de M¨¦dicos Sin Fronteras, Cristina Carre?o, lo secunda: "Trabajamos con personal internacional y local porque entender la cultura, lengua, tradiciones y creencias hace que las intervenciones sean eficaces. En algunas lenguas, la salud mental no tiene traducci¨®n clara y en otras, directamente lo traducen como 'locura". La psiquiatra de MSF apunta tres claves en este tipo de programas: entender muy bien el contexto en el que se desarrollan, conocer las tradiciones -por ejemplo, c¨®mo afrontan una despedida de un ser querido-, y saber que cada paciente requiere un tratamiento espec¨ªfico.
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