¡°Los errores del ser humano dan para muchas canciones¡±
Abordamos a Le¨®n Benavente en una playa de O Grove, en medio de sus vacaciones, antes de uno de los conciertos que dar¨¢ este verano
El N¨¢utico es un chiringuito de la pen¨ªnsula de O Grove que lo sume a uno en una suerte de estado l¨ªquido: se posa sobre la arena blanca de una peque?a bah¨ªa de aguas opalescentes donde fondean dornas, y los botellines de cerveza fluyen igual que las conversaciones pausadas del est¨ªo, el buen rollo y la meloman¨ªa relajada. Aqu¨ª nadie viene a defender lo suyo, por eso, un d¨ªa al azar como este, confluyen m¨²sicos dispares como Leiva y los miembros de Egon Soda. En un peque?o escenario junto a la playa, la cantante de Morgan improvisa un tema soul al atardecer. En un sof¨¢, a unos pocos metros, Jorge Pardo y Jorge Drexler tocan algo suave e ¨ªntimo con una guitarra. Dentro del bar, V¨ªctor Cabezuelo prueba un teclado para el concierto que dar¨¢ con Mucho, su otra banda adem¨¢s de Rufus T. Firefly, mientras Iv¨¢n Ferreiro se relaja en el exterior, hablando de cualquier cosa, antes de su recital. Todos se confunden con la gente de a pie que entra y sale del N¨¢utico, un babel musical sin puertas y (casi) sin horarios.?
En esta tesitura abordamos a Le¨®n Benavente. La banda acaba de bajarse de la furgoneta que los ha tra¨ªdo desde Madrid, m¨¢s de seis horas para llegar a este rinc¨®n gallego que goza de un microclima en el que el sol se impone a la lluvia, lo que le ha valido el sobrenombre de Galifornia. Tocan al d¨ªa siguiente, pero se toman esto como unas mini-vacaciones. "Un verano entero sin dar un concierto es demasiado aburrido", dicen casi al un¨ªsono. No est¨¢n de promoci¨®n, su pr¨®ximo disco apenas ha pasado de su fase seminal y ni siquiera tienen fecha de grabaci¨®n. Pero se avienen a responder a unas cuantas preguntas, sentados en unos pal¨¦s de madera, con botellines goteantes en las manos. Es lo que tiene El N¨¢utico: incluso lo que tiene que ver con el curro deja de parecer curro.?
"No pod¨ªamos dejar de venir", dice Abraham Boba, que adem¨¢s de cantante y letrista, toca un ¨®rgano Farfisa. "Venir aqu¨ª es un hito en la carrera de muchos grupos. Suceden conciertos muy especiales siempre. Muchos artistas consagrados vienen con lo puesto, en un formato reducido, e intentando ajustarse a nivel t¨¦cnico a lo que hay, que no es mucho. Y ante un aforo mucho m¨¢s reducido de lo que acostumbra la mayor¨ªa de las bandas que pasan por aqu¨ª. Por eso surgen colaboraciones inesperadas, que igual se pactan el d¨ªa anterior, tomando una cerveza". El artista lo demostrar¨ªa al d¨ªa siguiente subiendo al escenario a Miren Iza, la cantante de Tulsa.?
Le¨®n Benavente se form¨® hace seis a?os. Todos sus miembros eran ya m¨²sicos bregados. Abraham Boba ha publicado discos como solista, y junto a Eduardo Baos (bajo) y Luis Rodr¨ªguez (guitarra) tocan habitualmente en la banda de Nacho Vegas. C¨¦sar Verd¨² ha sido bater¨ªa en Schwarz, y conoce El N¨¢utico de sobra: "Hace a?os pas¨¦ por aqu¨ª de vacaciones. Me iba a quedar un par de d¨ªas, pero le propuse a Miguel [el due?o] ser su t¨¦cnico de sonido a cambio de cama y manutenci¨®n. Al final me qued¨¦ dos meses", cuenta.?
Tienen dos discos en el mercado, el primero de ellos con un sello independiente, el segundo con la multinacional Warner, que le falt¨® tiempo para cazarlos cuando vio la repercusi¨®n que estaban teniendo. Sus canciones, que entremezclan el rock y los sonidos garajeros con las melod¨ªas pop y algunos fraseos que tocan el rap de soslayo , funcionaron como un reloj desde el principio. Tambi¨¦n sus conciertos, cada vez m¨¢s explosivos, fruto de una compenetraci¨®n que viene de muy atr¨¢s. Por eso el p¨²blico tiene siempre la extra?a sensaci¨®n de que ellos se lo pasan a¨²n mejor sobre el escenario aunque hayan tocado las mismas canciones miles de veces. Una euforia contagiosa. "?C¨®mo no voy a sonre¨ªr en todos los conciertos? Estar en un escenario es estar en el mejor lugar del mundo", dice C¨¦sar.?
Con todo, estos meses han decidido tom¨¢rselo con tranquilidad. "Llevamos cinco a?os repletos de conciertos y festivales, pr¨¢cticamente enganchamos la gira del primer disco con la del segundo, este verano hemos decidido hacer menos conciertos, relajarnos y preparar temas nuevos", anuncia Abraham, que prefiere no adelantar mucho de su nuevo trabajo: "Nuestra ¨²nica condici¨®n es no repetirnos, porque eso nos aburre. Por ahora, est¨¢n surgiendo ideas que logran que volvamos a sorprendernos a nosotros mismos. Eso es una buena se?al", dice el cantante, y a?ade: "El primer disco era m¨¢s guitarrero, en el segundo la electr¨®nica cobr¨® algo m¨¢s de protagonismo. No haremos algo radical como ponernos a tocar jazz o volvernos ac¨²sticos, pero te aseguro que el siguiente ¨¢lbum no tendr¨¢ mucho que ver con los otros dos. No creo que seamos un grupo especialmente original. Pero s¨ª aplicamos una personalidad a lo que hacemos, muy definida. Y hemos alcanzado un sonido, una forma de afrontar los temas y los arreglos, que son propios".?
S¨ª que mantendr¨¢n el tono ¨¢cido de sus letras, se?a de identidad de la banda: la reivindicaci¨®n est¨¢ en muchas de ellas, sin muchas met¨¢foras. Los cuatro m¨²sicos han entrado ya en la cuarentena, llevan la mochila acorde con esa edad y no se andan con remilgos a la hora usar sus canciones para decir lo que les molesta. Tienen para todos: desde una sociedad desidiosa hasta una clase pol¨ªtica que hace de todo, menos pol¨ªtica. Y tambi¨¦n hay espacio para la autocr¨ªtica. "Somos reivindicativos, pero m¨¢s desde una posici¨®n de cuestionarnos cosas, antes que regocijarnos en ellas" coinciden los cuatro, y Abraham matiza: "Nos han tachado de grupo pesimista, oscuro, pero est¨¢n confundidos. Somos una de las bandas m¨¢s vitales porque hay mucho humor en nuestras letras. No hay derrota en ellas, sino todo lo contrario".?
Durante este par¨®n que se han regalado, han cambiado muchas cosas en Espa?a. Ellos lo ven como una leve dulcificaci¨®n del panorama patrio, pero poco m¨¢s. "Las cosas m¨¢s importantes no han cambiado", opina Luis, "siempre tropezamos con la misma piedra. Somos una raza condenada a repetirse". Abraham zanja: "Los errores del ser humano, nuestros errores, nos dan para muchas canciones. Siempre hay algo de lo que asombrarse. As¨ª que habr¨¢ Le¨®n Benavente para rato".?
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