Primrose Hill 2.0: los nuevos hijos del ¡®rock and roll¡¯
Kate Moss, los Gallagher o Jude Law formaron parte de la pandilla de famosos m¨¢s 'cool' del Londres de los noventa. Sus descendientes toman ahora el relevo
Bautizada Primrose Hill set en honor a ese barrio acomodado pero bohemio del noroeste de Londres del que todos eran vecinos (de tanto usarlo, el sobrenombre lleg¨® a tener hasta sus propias siglas, PHS), la pandilla de celebridades que obsesion¨® a los tabloides brit¨¢nicos a mediados de los noventa por su estilo de vida hedonista contaba entre sus miembros a la supermodelo que defini¨® la d¨¦cada, Kate Moss; a actores carism¨¢ticos como Jude Law (casado entonces con Sadie Frost), Ewan McGregor o Jonny Lee Miller (el primer marido de Angelina Jolie); o a los l¨ªderes del britpop, con los hermanos Gallagher, de Oasis, a la cabeza. De hecho, Supernova Heights, la casa de Noel Gallagher y su primera mujer, Meg Matthews, estaba considerada el cuartel general de la PHS.
Mucho antes de que las redes sociales se convirtieran en una herramienta para tener a los famosos monitorizados, las juergas salvajes de este grupo de gente joven, guapa, rebelde y exitosa eran oro puro para los titulares de la ¨¦poca, y la reputaci¨®n del clan ¡ªratificada despu¨¦s por algunos de sus integrantes en entrevistas o autobiograf¨ªas reveladoras¡ª personificaba como ninguna otra el mantra ¡°sexo, drogas y rock and roll¡±. Lo cierto es que hac¨ªan mucho m¨¢s que salir de fiesta: triunfadores hechos a s¨ª mismos, si lograron dominar la escena creativa del momento fue sobre todo a base de ganas y talento. Los excesos eran solo una parte de la historia.
Han pasado 20 a?os de aquello y una nueva generaci¨®n ha tomado el relevo. Apodados Primrose Hill set 2.0., estos hijos e hijas del rock and roll tambi¨¦n representan a la perfecci¨®n las peculiaridades de su propio tiempo. Pero a diferencia de sus padres, que defend¨ªan su privacidad con u?as y dientes, ellos utilizan la visibilidad de plataformas como Instagram para hacer carrera. Y la combinaci¨®n de tir¨®n en las redes y un apellido ic¨®nico se ha convertido en su pasaporte al ¨¦xito, sobre todo en la industria de la moda, que no oculta su fascinaci¨®n por los ¡°hijos de¡±.
Los dos hijos mayores de Jude Law y Sadie Frost son un ejemplo paradigm¨¢tico. Rafferty, de 21 a?os, se considera m¨²sico y tuvo una banda con Marley Mackey, hijo del bajista de Pulp. Adem¨¢s, es uno de los fundadores de Something to Hate On, un colectivo de j¨®venes creadores que aspira a convertir en un sello musical independiente.Pero su curriculum como modelo es mucho m¨¢s abultado: ha desfilado para Dolce & Gabbana en varias ocasiones y aparece en su campa?a de oto?o-invierno 2018; ha colaborado con Hugo Boss, Timberland o DKNY, y el primero de sus muchos editoriales se remonta a un Vogue brit¨¢nico de 2012. Por su parte, Iris Law, adem¨¢s de tener a Kate Moss como madrina y 135.000 seguidores en Instagram, es imagen de Burberry Beauty y ha sido fotografiada en Vogue, Interview, Jalouse o W. Y todo ello sin haber cumplido a¨²n la mayor¨ªa de edad.
Los nuevos Gallagher tambi¨¦n piden paso. Con 18 a?os y m¨¢s de 109.000 followers, Lennon Gallagher est¨¢ representado por tres agencias de modelos distintas. Tras foguearse con Topman, MSGM o G-Star, el hijo de Liam Gallagher y Patsy Kensit ya juega en las grandes ligas: ha desfilado para Lanvin, Comme des Gar?ons y, m¨¢s recientemente Yves Saint Laurent, y protagoniza la campa?a de oto?o-invierno 2018 de esta ¨²ltima firma. Adem¨¢s, ha sido portada de varias revistas. En una de ellas, la de Buffalo Zine, la estilista tuvo la ocurrencia de colocarle una camiseta del grupo Blur, lo que le supuso a Lennon un rapapolvo p¨²blico de su padre, conocido por sus exabruptos explosivos.
Con su misma edad y 154.000 seguidores, su prima Anais Gallagher (hija de Noel Gallagher y Meg Matthews) tiene un perfil m¨¢s activista, colabora con PETA y se define como fot¨®grafa, pero tambi¨¦n ha trabajado con marcas como Accesorize, Mulberry o Reebok, y ha desfilado para Dolce & Gabbana. Adem¨¢s, acaba de ser fichada por la web de la revista Tatler (considerada la biblia de la alta sociedad brit¨¢nica) como colaboradora de moda. Precisamente en el n¨²mero de agosto de esta publicaci¨®n, que le dedica la portada, la joven habla de la ¡°profunda conexi¨®n¡± que une a los hijos de la pandilla de la Primrose Hill.
Sin embargo, aunque varios de los descendientes de aquella pandilla se mueven en los mismos c¨ªrculos ¡ªy en las mismas front rows¡ª sus padres, salvo escasas excepciones, parecen haber perdido todo contacto. La mayor¨ªa de las parejas se rompieron; si los hermanos Gallagher se dirigen la palabra normalmente es para insultarse, y casi todos han dado la espalda a los excesos de entonces y predican un estilo de vida saludable.
El retrato m¨¢s sombr¨ªo de aquellos a?os lo ofrece All that Glitters, la autobiograf¨ªa que la cantante Pearl Lowe public¨® en 2007. Madre de la modelo Daisy Lowe (fruto de una breve aventura con Gavin Rossdale, exmarido de Gwen Stefani) y casada con Danny Goffey, el bater¨ªa de Supergrass (los apodaron ¡°los Beckham indies¡±), en el libro narraba con todo lujo de detalles el descenso a los infiernos que le supuso su adicci¨®n a la coca¨ªna y la hero¨ªna, y desmitificaba el aura cool de su expandilla. En una entrevista con The Guardian lo explicaba con una enorme crudeza: ¡°Una vez le¨ª un art¨ªculo con el titular 'Quiero pertenecer al mundo de Pearl' y pens¨¦: '?A qu¨¦ mundo? ?Al de irse a la cama llorando cada noche y querer cortarse las venas?¡±.
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