Bioeconom¨ªa: una necesidad del mundo, una oportunidad para las Am¨¦ricas

El mundo se encuentra en una trayectoria incompatible con los objetivos que se ha propuesto en materia econ¨®mica, social y ambiental. Este contexto hace necesario avanzar hacia estrategias de desarrollo basadas en un uso intensivo y eficiente de los recursos, las tecnolog¨ªas y los procesos biol¨®gicos, y as¨ª proveer en forma sostenible los bienes y servicios que nuestras sociedades demandan. De esto trata exactamente la bioeconom¨ªa.

Lo que comenz¨® como una estrategia para aprovechar mejor las nuevas tecnolog¨ªas biol¨®gicas, principalmente la biotecnolog¨ªa, evolucion¨® hacia una visi¨®n m¨¢s amplia para impulsar un desarrollo m¨¢s sostenible, basado en patrones de producci¨®n y consumo alineados con objetivos de conservaci¨®n de los recursos y de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico.

Hacia el 2050, una mayor poblaci¨®n, m¨¢s rica, m¨¢s urbana y m¨¢s envejecida obligar¨¢ a casi duplicar la producci¨®n agropecuaria con menos tierra y uso de agua debido a crecientes restricciones de ¨¢reas cultivada por habitante (25% menos), menor disponibilidad de recursos h¨ªdricos, p¨¦rdidas de biodiversidad y recursos naturales e impactos del cambio clim¨¢tico.

Se trata de un escenario desafiante, que requiere un modelo agr¨ªcola y rural m¨¢s inclusivo y sostenible sin sacrificar crecimiento y eficiencia. La bioeconom¨ªa ofrece alternativas y respuestas concretas a este reto y su relevancia estrat¨¦gica es evidente: est¨¢ asociada al logro de, al menos, 11 de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

La regi¨®n tiene m¨¢s de una cuarta parte de las tierras cultivables y una tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo; es uno de los principales productores de biomasa sustentable

Para el mundo, pero principalmente para Am¨¦rica Latina y el Caribe, que alberga a ocho de los 17 pa¨ªses m¨¢s megadiversos del planeta, la bioeconom¨ªa representa una nueva y potente oportunidad. La regi¨®n tiene m¨¢s de una cuarta parte de las tierras cultivables y una tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo, siendo por lo tanto uno de los principales productores de biomasa sustentable.

La bioeconom¨ªa tambi¨¦n pone en un plano diferente la antigua controversia agricultura versus industria en las estrategias de desarrollo. Los viejos l¨ªmites sectoriales se vuelven difusos y poco relevantes, surgen nuevas cadenas de valor y formas de aprovechar los recursos biol¨®gicos.

El proceso hacia la bioeconom¨ªa est¨¢ en marcha. El mercado mundial de algunos de los principales productos bioecon¨®micos duplica o hasta triplica el crecimiento de la mayor¨ªa de las materias primas agr¨ªcolas, con tasas de crecimiento que superan el 12% anual, llegando al 25% anual en el caso de los biocombustibles.

La visi¨®n de la bioeconom¨ªa en Am¨¦rica Latina y el Caribe es a¨²n un proceso en construcci¨®n. Las estrategias, pol¨ªticas y programas para la agricultura y el sector rural a trav¨¦s de un nuevo marco normativo y de incentivos ser¨¢n las que la conviertan en una nueva fuente de oportunidades. Ese camino estamos transitando.

Manuel Otero es director general del Instituto Interamericano de Cooperaci¨®n para la Agricultura (IICA).

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