Cuando lea esto, habr¨¢n muerto de hambre 60 personas
La respuesta al problema pasa por una perspectiva de sistemas alimentarios sostenibles y la comprensi¨®n de los nuevos v¨ªnculos urbano-rurales
En su libro El hambre, Mart¨ªn Caparr¨®s denuncia un hallazgo espeluznante: cada menos de cuatro segundos muere una persona por inanici¨®n en el mundo. Ni m¨¢s ni menos que nueve millones de seres humanos al a?o, una vez y media el holocausto nazi, todos los a?os. Es m¨¢s, cuando usted termine de leer esta columna, se habr¨¢n muerto de hambre m¨¢s de 60 personas. Una verdadera tragedia y a la vez una verg¨¹enza para la humanidad.
Es parad¨®jico, sin embargo, que aunque el problema del hambre no ha sido resuelto, como tampoco el de la desnutrici¨®n cr¨®nica, pese a ciertos avances al calor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el sobrepeso y la obesidad irrumpen tambi¨¦n como una epidemia a escala mundial. La fotograf¨ªa del estado de nutrici¨®n en los pa¨ªses pobres es una madre con sobrepeso amamantando a un infante desnutrido.
La relaci¨®n entre el hambre y la pobreza es evidente. Y, mientras alrededor del 60% al 70% de los alimentos en todo el mundo provienen de peque?os agricultores familiares, es precisamente en ese segmento poblacional en donde se concentra la pobreza rural y ese eufemismo denominado inseguridad alimentaria, que esconde la dura realidad del hambre.
?C¨®mo es posible que en la era del conocimiento y de la comunicaci¨®n, no se hayan resuelto estos problemas? La respuesta pasa por el reconocimiento de que el hambre y la malnutrici¨®n en general no son un problema cuya soluci¨®n est¨¦ vinculada ¨²nicamente a las innovaciones tecnol¨®gicas, y menos si eso implica una intensificaci¨®n de la agricultura con grandes cantidades de qu¨ªmicos, monocultivos, sin respetar la biodiversidad y los l¨ªmites de la naturaleza.
La fotograf¨ªa del estado de nutrici¨®n en los pa¨ªses pobres es una madre con sobrepeso amamantando a un infante desnutrido
Las innovaciones que se requieren para dar de comer a la poblaci¨®n mundial actual y a las futuras generaciones pasan necesariamente por sistemas de producci¨®n agroecol¨®gicos, y m¨¢s ahora que experimentamos los efectos del cambio clim¨¢tico, que se ceban con mayor rigor en la agricultura de los tr¨®picos, donde se concentran las poblaciones m¨¢s vulnerables a la pobreza y al hambre.
Pero el problema es m¨¢s complejo, no basta con mejorar la productividad de los cultivos, la experiencia pr¨¢ctica indica que se requiere el desarrollo de mercados inclusivos tanto para productores como para consumidores, as¨ª como de acceso a financiamiento y a servicios de extensionismo, como de la inversi¨®n en infraestructuras de apoyo a la producci¨®n en los territorios rurales. Sin esa concurrencia de estrategias especialmente orientadas a la agricultura familiar, no se lograr¨¢ alcanzar una provisi¨®n suficiente ni una distribuci¨®n que permita compartir la oferta de alimentos de una manera m¨¢s equilibrada.
Cada vez es mayor la evidencia y existe una creciente conciencia para un abordaje del problema del hambre desde una perspectiva de sistemas alimentarios sostenibles, que vayan desde la producci¨®n agr¨ªcola y transformaci¨®n ecol¨®gica, pasando por esquemas de comercializaci¨®n y distribuci¨®n inclusivos, hasta el consumo responsable y el aprovechamiento de los residuos para bioenerg¨ªas, lo que supone un nuevo tipo de v¨ªnculos urbano-rurales.
Hambre y pobreza van de la mano y, si no se invierte desde la pol¨ªtica p¨²blica con ese sentido de integralidad, si no se comprende por parte de las sociedades y los gobiernos, por la cooperaci¨®n internacional y las ONG, que se deben construir nuevos modelos de desarrollo sostenibles, que rompan con las pr¨¢cticas de explotaci¨®n al agricultor, de exacci¨®n de recursos del campo y de depredaci¨®n de la naturaleza, ambos fen¨®menos ver¨¢n sus indicadores estancados o agravados en los pr¨®ximos a?os, con el consiguiente aumento de las tensiones y conflictos sociales y pol¨ªticos.
Tales reflexiones fueron abordadas por los expertos, autoridades p¨²blicas y expresidentes que participaron en la cumbre mundial Hambre Cero, realizada en Cuenca, Ecuador (27-28 abril de 2018) y recogidas de manera propositiva en su declaraci¨®n final. Desde la mirada de las regiones, porque sin un desarrollo sostenible a escala territorial y sin una articulaci¨®n sin¨¦rgica de los esfuerzos entre la comunidad internacional y los Estados y entre los gobiernos centrales y los subnacionales ser¨¢ imposible alcanzar esas metas de los ODS.
La erradicaci¨®n de la pobreza y el hambre cero van juntas y si no queremos que se queden como una consigna m¨¢s, es estrat¨¦gico el apoyo desde pol¨ªticas p¨²blicas diferenciadas y con sentido de desarrollo territorial a la agricultura familiar. Es, adem¨¢s, un imperativo ¨¦tico, pero tambi¨¦n de supervivencia y para un desarrollo sostenible, construir sistemas alimentarios tan productivos como ecol¨®gicos, tan eficientes como solidarios en la distribuci¨®n, con responsabilidades compartidas entre la comunidad internacional, los gobiernos nacionales y sus pares en los territorios.
La agricultura familiar necesita de las sociedades y de los gobiernos, pero la humanidad necesita de la agricultura familiar para vencer al hambre y a la pobreza de manera sostenible.
Ney Barrionuevo J. es ingeniero agr¨®nomo (Instituto de Ciencias Agropecuarias de La Habana-Cuba), director de la oficina de Rimisp - Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, en Ecuador
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.