La reinvenci¨®n de Pacha
El grupo de las dos cerezas vive su primer verano con una nueva direcci¨®n
Hubo un tiempo en que viajar a Ibiza y no poner un pie en Pacha resultaba tan pedante como visitar Londres y no echarle un vistazo al Big Ben. La discoteca que abri¨® sus puertas en 1967 es hoy uno de los mayores grupos de ocio nocturno de Espa?a. Pero la venta por unos 290 millones de euros de la mayor parte de la compa?¨ªa por parte de su fundador, Ricardo Ustrell, al fondo de capital riesgo Triatlantic en abril 2017, el disparatado cach¨¦ de los disckjockeys (hasta 100.000 euros por noche se embols¨® dj Ti?sto) y el constante ¡§robo¡§ de fiestas entre discotecas, han obligado a Pacha a reinventarse para evitar que las dos cerezas de su logotipo se pudran.
¡°Pacha se dispone a convertirse en una marca global del entretenimiento¡±, explican fuentes de la compa?¨ªa, que emplea a m¨¢s de 1.400 personas en temporada alta. Adem¨¢s de la m¨ªtica discoteca de Ibiza, donde Pach¨¢ traslad¨® su sede en 1973, la empresa es propietaria en la isla de dos restaurantes de lujo y dos hoteles. Pero su imperio del baile se extiende m¨¢s all¨¢ de la isla e incluye la sala original de Sitges y otras en Barcelona, Canarias, M¨²nich (Alemania), Ischgl (Austria) y Macao (China), adem¨¢s de los 65 saraos en todo el mundo que se organizan con el mismo nombre: de Brasil a Israel pasando por India. El volumen de negocio es tan ensordecedor como algunas de sus sesiones de m¨²sica: 550.000 clubbers bailan cada temporada al ritmo de 250 ¡®djs¡¯ durante 2.400 horas de m¨²sica. Pero, despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas, Pacha necesitaba algo m¨¢s que el cambio de interiorismo al que este a?o ha sometido a la sala ibizenca el arquitecto Juli Capella, que ha situado la cabina del disckjockey en el coraz¨®n de la pista de baile.
Lastrada por el peso de una marca algo envejecida, el grupo ha adaptado su oferta al turismo de s¨²perlujo que desde hace un lustro ha vuelto a situar a Ibiza como uno de sus destinos favoritos. Si en la d¨¦cada de los ochenta y noventa, la isla fue la capital de los clubbers que pasaban la noche de discoteca en discoteca, la Ibiza de 2018 se ha acostumbrado a pagar un men¨² de 1.650 euros por persona en el restaurante Sublimotion de Paco Roncero, a escoger entre los cerca de 20 hoteles de cinco estrellas de la isla Pitiusa (la ¡§oferta¡§ para esta semana del mejor valorado en esa categor¨ªa en Tripadvisor, el Cas Gasi, ronda los 1.275 euros) y a alquilar villas a precios de otra galaxia para estrellas como Madonna o Leonardo Di Caprio.
En el verano en el que ha estrenado su nueva gesti¨®n, el grupo ha reforzado su oferta de fiestas exclusivas a golpe de talonario, ha situado uno de sus hoteles (Destino Pacha, de cuatro estrellas) entre los m¨¢s cotizados de la isla y organiza peri¨®dicamente eventos gastron¨®micos, como el que este verano reuni¨® a cinco chefs nacionales con 12 estrellas Michelin. Pero, sobre todo, el grupo ha tenido que tirar de chequera.
La guerra de los ¡®dj?s¡¯
Para seguir siendo el alma de la farra en Ibiza, la compa?¨ªa se ha garantizado la organizaci¨®n de fiestas como F*** Me I'm Famous, con David Guetta en la cabina que, por 66 euros la entrada, es la m¨¢s cara de la isla y promete subir a los cielos a sus asistentes todos los jueves hasta el 4 de octubre. El fichaje de la s¨²perestrella de los discjockeys durante 19 semanas este verano ha supuesto, adem¨¢s de un importante desembolso para el grupo (Guetta negocia un tanto por ciento de la taquilla, adem¨¢s de una tarifa por el concepto de la fiesta e impone a sus artistas teloneros), asumir tambi¨¦n que los tiempos de las contrataciones en exclusiva de los dj?s han terminado: en las mismas semanas en las que Guetta pincha en Pacha, su electr¨®nica para todos los p¨²blicos se escucha en Ushua?a, el hotel/discoteca propiedad del rival grupo Matute.
Guetta, que lleg¨® a ser parte de la familia Pacha hasta el punto de llevar a su escenario a invitados sorpresa como Snoop Dogg, Usher o Will.i.am, es ahora un alma libre. Y Pacha ha tenido que buscar nuevos alicientes para no sucumbir ante las veleidades de sus dj?s.?
La pelea por las fiestas
Cuentan los que se arman de paciencia para soportar las colas de algunas fiestas de Ibiza, que el precio de la entrada es a menudo el mejor indicador de su popularidad. En ese podio el grupo Pacha coloca entre los ¨¦xitos de la isla Solomun + 1, la fiesta techno de los domingos desde hace seis temporadas (los a?os en Ibiza se cuentan en temporadas, como en las series). El dj alem¨¢n Mladen Solomun se hace acompa?ar (de ah¨ª lo de + 1) en la cabina hasta el 14 de octubre por colegas como ?me, Butch, Chlo¨¦, Dixon y otras estrellas de las mesas de mezclas con nombre de igual dif¨ªcil pronunciaci¨®n. Y aunque este a?o los enteros de Solomond cotizan alto (46 euros por entrada), los de la competencia a¨²n lo hacen un poco m¨¢s: Kygo, la fiesta que organiza en Ushu?a el artista que m¨¢s r¨¢pido ha alcanzado las mil millones de descargas en Spotify, alcanza los 50 euros.
Recuperar un cl¨¢sico
Otro de los fichajes del grupo es, en realidad, el de un viejo conocido de la casa. Joan Gracia (miembro de Tricicle) cruz¨® por primera vez las puertas de Pacha a los 16 a?os y lo hizo a lo grande: col¨¢ndose. Desde hace ocho temporadas es director art¨ªstico de Pacha y este verano ha sumado, adem¨¢s, el reto de dar un giro al guateque m¨¢s longevo (38 a?os) de la discoteca, la Flower Power, la fiesta para los que no les gusta la fiesta (enti¨¦ndase: m¨²sica electr¨®nica hasta que sangren los o¨ªdos), ambientada con ¨¦xitos de los sesenta, setenta, y ochenta y que durante a?os tuvo al frente a Piti Urgell, hermano de Ricardo. Este a?o ha sumado por primera vez dj¡¯s internacionales como Bob Sinclair o Erick Morilloy. De momento, ha logrado renovar la lista de sus celebrities, con famosos de nueva hornada como C. Tangana, Lola ?ndigo, los dise?adores Palomo Spain y Avellaneda o la influencer Miranda Makaroff.
Gracia reconoce que Pacha est¨¢ en un momento de reinvenci¨®n. "Lo digital nos ha invadido y la creaci¨®n en vivo ha quedado aislada en las discotecas. El reto de Ibiza es atrapar a la gente sin depender de los?dj¡¯s y con fiesta m¨¢s anal¨®gica, donde el espectador no se preocupe tanto por grabar al?dj y lo est¨¦ m¨¢s por disfrutar", cuenta el c¨®mico, que recuerda como en 1975 a los hermanos Urgell se les ocurri¨® incluir en el Pacha de Sitges n¨²meros de destape. "A las 12 de la noche, las gog¨®s se quedaban con los pechos al aire. Y no sabes la de matrimonios y adolescentes que acud¨ªan", recuerda. Eran otros tiempos.
En busca de un cinco estrellas
Gracia es adem¨¢s responsable del ¨¦xito de L¨ªo, el restaurante cabaret inspirado en el Moulin Rougue que es hoy la apuesta del grupo por cocina de alta calidad y el escondite perfecto para cualquier estrella, de Madonna a Leonardo Di Caprio.
Pero Pacha tiene tambi¨¦n otra obsesi¨®n en su transformaci¨®n: sumar un hotel de s¨²perlujo a su oferta. La de hoteles de cinco estrellas es descomunal para una isla tan peque?a como Ibiza, con rivales como Hard Rock, Nobu o el m¨¢s cl¨¢sico Gran Hotel Ibiza. Sin llegar a las cinco estrellas, el grupo pelea porque Destino se convierta en su respuesta a Usuahia, el hotel que primero quiso competir con los beach club y sus fiestas a plena luz del d¨ªa inspiradas en Miami.
Destino y su piscina en forma de cereza comenzaron con mal pie. Despu¨¦s de tener que reformar sus habitaciones al poco de abrir sus puertas (eran demasiado peque?as), el hotel cambi¨® el paso orientando su oferta hacia el turismo saludable, con un huerto ecol¨®gico propio, superalimentos para hacer feliz a cualquier foodie y hasta sesiones musicales bautizadas como Detox. Es el ¨²ltimo giro de guion para que las cerezas sigan tan resplandecientes como siempre.
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