Serena Williams: mujer, madre y hero¨ªna con causa
Cerca de los 37 a?os y despu¨¦s de haberlo ganado todo, la tenista revela una personalidad poli¨¦drica y reivindicativa dentro y fuera de la pista. Es leyenda y empresaria. Y, dice, a¨²n no ha acabado su obra
Aunque recientemente la revista Forbes la reconociera por tercer a?o consecutivo como la deportista mejor pagada del planeta, con una facturaci¨®n de 18 millones de d¨®lares durante este ¨²ltimo ejercicio, Serena Jameka Williams Price (Saginaw, Estados Unidos, 36 a?os) no olvida ni reniega de sus ra¨ªces. Creci¨® en Compton, un suburbio angelino regido por una ¨²nica ley, la de la calle, e interioriz¨® r¨¢pidamente el deseo de su padre Richard: visto lo que ganaban las mejores atletas quer¨ªa configurar a dos de sus hijas, Venus y Serena, como dos grandes campeonas. Y l¨®gicamente, lo consigui¨®.
¡°Desde que era ni?a tuve el sue?o de ser la mejor tenista del mundo. Mi lucha comenz¨® con tres a?os y desde entonces nunca he tenido descanso¡±, recuerda Serena, que hoy d¨ªa abraza 23 trofeos de los Grand Slams y que independientemente de que consiga atrapar o no a la australiana Margaret Court (24), ya es considerada una leyenda ¨²nica.
En lo m¨¢s alto de su deporte est¨¢ Serena la tenista, la hero¨ªna de la raqueta, la jugadora con un mazo en la derecha, pero detr¨¢s de ella est¨¢n las otras Serenas, porque la estadounidense es una figura poli¨¦drica: la mujer empoderada, moderna y reivindicativa; la empresaria ambiciosa; la madre, primeriza, que dice no haber estado demasiado lejos de la muerte al dar a luz a su querid¨ªsima Alexis Olympia Ohanian; el altavoz que no tiene reparos para introducir en su mensaje denuncias sociales, raciales o de g¨¦nero, sabiendo qui¨¦n es, de d¨®nde viene y en qu¨¦ contexto se maneja; la guerrillera que no teme, e incluso desaf¨ªa. La luchadora tenaz que siempre quiso ser. La misma de la que ella habla hoy, al fin y al cabo.
Una de las barreras es que nos recuerdan que no somos hombres...
¡°A menudo a las mujeres no se las apoya o se las desanima a la hora de elegir su camino. Espero que juntas cambiemos eso¡±, escribi¨® hace dos a?os en una carta publicada por la revista Porter Magazine, en la que a?ad¨ªa: ¡°Las mujeres tenemos que derribar muchas barreras en el camino hacia el ¨¦xito y una de ellas es que constantemente se nos recuerda que no somos hombres, como si eso fuera un defecto. La gente me califica como una de las mejores deportistas ¡®femeninas¡¯ del mundo¡ ?Acaso lo hacen as¨ª con LeBron, Tiger o Federer?¡±.
¡®Being Serena¡¯, m¨¢s all¨¢ de la deportista
Desde hace mucho, Serena dej¨® de ser simplemente una tenista. En Estados Unidos, su reconocimiento trasciende de lo deportivo y se sit¨²a a la altura de iconos de la m¨²sica, el cine o el entretenimiento. En mayo, la cadena HBO estren¨® un documental sobre ella (Being Serena) en el que de alguna manera se le planteaba al espectador que significaba ser Serena, una estrella de videoclip ¨Cha aparecido en varios, entre ellos en Sorry, de su amiga Beyonc¨¦, y recientemente en un anuncio bailando al ritmo de Nicki Minaj¨C que fue capaz de ganar su ¨²ltimo grande estando embarazada de casi tres meses, pero tambi¨¦n con las inquietudes y los temores propios de cualquier persona. ¡°Cuando me enter¨¦ de que iba a ser madre fue como, ?Dios m¨ªo, c¨®mo voy a jugar ahora? Sent¨ª mucha presi¨®n. Quiero asegurarme de que soy la mejor. Me gustar¨ªa que mi hija tenga una vida normal. Yo no la tuve¡±, expone.
Adentrada en el mundo de los negocios, Williams ha ido edificando su propio emporio, abriendo l¨ªneas relacionadas con la tecnolog¨ªa, el fitness y la moda; de hecho, este a?o lanz¨® su propia marca de belleza ¨CAneres, las letras de su nombre invertidas¨C. Afroamericana, se ha erigido siempre en una defensora activa de los derechos de los negros y la paridad racial, y en 2016 no tuvo reparo en denunciar a trav¨¦s de un escrito la violencia policial, citando a Martin Luther King: ¡°?Por qu¨¦ tengo que pensar en eso a estas alturas? ?No hemos pasado ya por suficientes cosas y abierto tantas puertas? No se trata de lo lejos que hemos llegado, sino de cu¨¢nto nos queda por recorrer todav¨ªa. Llega un momento en el que el silencio es traici¨®n. No me voy a quedar callada¡±.
Replica el veto impuesto por? Roland Garros a su mono luciendo un tut¨² en el US Open de Nueva York
Y a trav¨¦s de un art¨ªculo en la revista Fortune, denunci¨®: ¡°La brecha salarial entre hombres y mujeres golpea a las mujeres negras m¨¢s fuerte. A m¨ª me han tratado injustamente, mis colegas hombres me han faltado al respeto. He sido objeto de comentarios racistas dentro y fuera de la pista¡ Los ciclos de pobreza, discriminaci¨®n y sexismo son mucho m¨¢s dif¨ªciles de romper que el r¨¦cord de los Grand Slams¡±.
Precisamente, Roland Garros prohibir¨¢ modelos como el que ella luci¨® en la ¨²ltima edici¨®n, en su regreso oficial a un gran torneo. La estadounidense se puso un mono negro ajustado que a partir de 2019 no ser¨¢ permitido por el grande franc¨¦s. ¡°Para aquellas madres que tuvieron una dif¨ªcil recuperaci¨®n. Si yo puedo, ellas pueden. ?Os quiero!¡±, poste¨® en Instagram cuando irrumpi¨® en la pista de Par¨ªs. ¡°A los superh¨¦roes les pueden quitar su traje, pero jam¨¢s sus poderes¡±, le defend¨ªan hace solo unos d¨ªas desde Nike, la firma deportiva de su pa¨ªs que la ha equipado durante toda su carrera.
Y en Nueva York, estos d¨ªas, Serena ha dado otro paso al frente. Como respuesta, la legendaria jugadora ha decidido apostar por un tut¨² (en blanco y negro) como respuesta, adem¨¢s de bordar en sus zapatillas la palabra Queen. As¨ª es ella, la Reina. Yo, Serena Williams.
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