Declive tur¨ªstico

El primer semestre de 2018 registr¨® un descenso en el turismo llegado a Espa?a de Alemania, Francia y Reino Unido. La tendencia es sensible, aunque no dram¨¢tica: las llegadas se redujeron un 2,2% y las pernoctaciones, un 3,1%. Esos descensos abrigan una l¨®gica: competidores del Mediterr¨¢neo ¡ªdel Magreb a Egipto y Turqu¨ªa¡ª, que en a?os recientes vieron trastocadas sus expectativas tur¨ªsticas por la inseguridad (terrorismo, inestabilidad pol¨ªtica), se han recuperado, aunque sea solo parcialmente. La prima diferencial de oportunidad que ofrece Espa?a en t¨¦rminos de tranquilidad empieza a reducirse y cabe prever que lo har¨¢ m¨¢s en pr¨®ximas temporadas.

Los datos son relevantes, pero no dram¨¢ticos, porque quiebran una tendencia de crecimiento continuo. Tambi¨¦n porque el declive no afecta a un solo pa¨ªs individual, sino a todos los principales clientes (Reino Unido, Alemania, Francia). Y sobre todo, porque coinciden en el tiempo con otras tendencias negativas, todav¨ªa suaves, en lo que eran vientos de cola para la econom¨ªa espa?ola y para el empleo.

En efecto, el comercio mundial entre los pa¨ªses del G20 decay¨® por vez primera desde 2016 en este primer semestre. El precio del petr¨®leo subi¨® desde una media de 50 d¨®lares el barril a cerca de 75. Y la espiral proteccionista amenaza la estabilidad de los mercados de productos y financieros.

As¨ª que las perspectivas del futuro inmediato empeoran, aunque sea relativamente. Esto otorga m¨¢s relevancia negativa al declive de un sector ¡ªel tur¨ªstico¡ª que representa m¨¢s del 11% del PIB espa?ol y m¨¢s del 13% del empleo.

No es consuelo alguno que buena parte de este rev¨¦s se origine en la particular situaci¨®n de Catalu?a, exhibiendo as¨ª causalidades pol¨ªticas. Dicha comunidad ha triplicado en julio (6,5%) la ca¨ªda de las pernoctaciones hoteleras de la media espa?ola (2,2%). Malo para todos.