C¨®mo tatuarse las 6.673 letras de los Derechos Humanos
El proyecto de arte comunitario Human Rights Tattoo recorre el mundo grabando en la piel la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos para concienciar sobre su importancia
Son 6.773 letras las que componen la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos. El proyecto art¨ªstico Human Rights Tattoo, impulsado por el artista visual Sander van Bussel, se propone tatuarlas todas. Por el momento, llevan m¨¢s de la mitad. Media Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos portada por personas de m¨¢s de 60 nacionalidades.
¡°Los tatuajes son incre¨ªbles iniciadores de conversaci¨®n, y uno de derechos humanos hace de cada participante un embajador de aquello en lo que cree. ?De por vida! El objetivo principal de este trabajo art¨ªstico es crear conciencia, invitar a la gente a actuar, levantarse y extender este mensaje¡±, explica van Bussel.
Este a?o se cumplen siete d¨¦cadas desde que representantes de todas las regiones del mundo se pusieron de acuerdo en una cosa: los mandatos fundamentales que han de proteger, en cualquier lugar y circunstancia, a todas las personas en su condici¨®n de seres humanos. Un hito al que se nombr¨® Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos y que reconoc¨ªa, por escrito y a trav¨¦s de treinta art¨ªculos, la facultad leg¨ªtima e inherente detoda persona al acceso a una vida digna, libre y en condiciones de igualdad.
El papel todo lo aguanta y este ¡°ideal com¨²n¡± (como es calificado literalmente en el pre¨¢mbulo de la propia declaraci¨®n) adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas que ha dado pie a pactos internacionales de determinados derechos civiles que s¨ª son vinculantes para los pa¨ªses firmantes, es meramente orientativo y no obliga a los signatarios a cumplir todos y cada uno de los puntos que recoge.
El punto de inflexi¨®n para Sander van Bussel ocurri¨® a principios del a?o 2012 cuando un conocido suyo fue disparado en Nairobi, donde llevaba a cabo varios proyectos culturales y educativos
¡°Lamentablemente no hay ning¨²n art¨ªculo que no haya sido violado. Y no hay ning¨²n pa¨ªs donde todos estos derechos est¨¦n garantizados en su totalidad¡±, se queja van Bussel. El ¨²ltimo informe de la organizaci¨®n Amnist¨ªa Internacional sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en el mundo le da la raz¨®n y advierte de la extensi¨®n de la discriminaci¨®n a escala global hacia refugiados, migrantes y minor¨ªas ¨¦tnicas.
El punto de inflexi¨®n para Sander van Bussel ante la vulneraci¨®n de los derechos humanos ocurri¨® a principios del a?o 2012 cuando a un conocido suyo, el activista keniano Steven Nyagah, le dispararon en el suburbio de Korogocho, en Nairobi, donde llevaba a cabo varios proyectos culturales y educativos. ¡°La raz¨®n por la que fue asesinado sigue sin esclarecerse hasta la fecha. No hubo ninguna investigaci¨®n policial¡±, cuenta el artista visual neerland¨¦s.
¡°Como reacci¨®n al asesinato de Steven, buscaba un modo de proteger y unir a la gente, de asegurarnos que somos una cadena y que ning¨²n eslab¨®n puede ser ignorado o eliminado¡±. Para ¨¦l, los Derechos Humanos ¡°son nuestra br¨²jula moral. Quise que cobraran vida, en vez de tratarse de algo escrito y guardado en el caj¨®n de gobiernos y salas de tribunal¡±.
De ah¨ª la creaci¨®n de Human Rights Tattoo, con el que ya han recorrido una veintena de pa¨ªses de ?frica, Am¨¦rica, Asia y Europa organizando eventos o participando en ellos. En esos encuentros montan su estudio de tatuajes, en el que no dan la posibilidad de elegir la letra para continuar avanzando en el texto, pero s¨ª dan la opci¨®n de elegir entre varias fuentes tipogr¨¢ficas y, por supuesto, el lugar del tatuaje.
¡°No tengo los instrumentos para cambiar el mundo yo solo, pero si cada uno contribuye uni¨¦ndonos y cuidando los Derechos Humanos, llev¨¢ndolos cerca de su coraz¨®n, en su piel, y hablando de ellos tenemos una oportunidad de conseguir que sean m¨¢s respetados¡±, afirma el impulsor de este proyecto.
El problema, en su opini¨®n, es una cuesti¨®n de base: Si no se conoce la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos tampoco puede defenderse. Convencido de que el arte es un motor de cambio social, Van Bussel entiende que con ¡°este tatuaje se hace la declaraci¨®n m¨¢s humana, sobre la piel, como parte de quien eres, lo que eres y aquello en lo que crees¡±.
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