La edad

?Qui¨¦n no ha mentido sobre su edad? Tomemos a Tiresias, el adivino griego que dijo alcanzar los 600 a?os, solo superados por los 969 de Matusal¨¦n y los 72.000 de no s¨¦ qu¨¦ rey sumerio. Uno de los grandes enigmas de la Espa?a tardofranquista era la edad de Sara Montiel, que nunca acababa de cumplir los 50 a?os. La gran Sara, desde luego, pudo tener un precedente relevante en la actriz, cantante y dramaturga de Brooklyn Mae West. Seg¨²n narra Hitchcock en 39 escalones, una de las grandes cuestiones que intrigaba al p¨²blico de la ¨¦poca en los festivales de memoriones era: ¡°?Qu¨¦ edad tiene Mae West?¡±. Tambi¨¦n es verdad que el tipo que lo pregunta es siempre el mismo, pero de alg¨²n lado habr¨ªa sacado eso el guionista.

Hay razones mucho m¨¢s serias para mentir sobre la edad. Un migrante que llegue a Europa tiene mucho que ganar si es menor de 18, como un tratamiento m¨¢s civilizado y una mayor probabilidad de obtener el estatus de refugiado, tan oneroso en nuestros tiempos. Alison Abbott informa en Nature del caso de un demandante de asilo en Hildesheim, Alemania, que se present¨® all¨ª como menor de edad. Como la mayor¨ªa de los migrantes, no ten¨ªa documentos que lo probaran. Las autoridades no le creyeron, as¨ª que compraron un test de edad comercializado por Zymo Research, una compa?¨ªa ubicada en Irvine, California. Se basa en una simple muestra de sangre, y consiste en medir las modificaciones epigen¨¦ticas (cosas que se van pegando encima de los genes con el paso del tiempo). El test dio que el migrante ten¨ªa entre 26 y 29 a?os.

?Es el test californiano el criterio definitivo para negar a una persona el estatus de refugiado? No. Para empezar, la prueba epigen¨¦tica tiene una imprecisi¨®n de casi tres a?os, similar a la de las t¨¦cnicas consolidadas, como radiografiar los huesos de la mu?eca. Peor a¨²n, hay un mont¨®n de valores at¨ªpicos (outliers, en la jerga estad¨ªstica), puntos que se van a por uvas de la tendencia general. Esto quiere decir que es perfectamente posible que el migrante de Hildesheim tenga 17 a?os, aunque el test epigen¨¦tico le haya otorgado 26. No es lo m¨¢s probable, pero puede ocurrir demasiadas veces como para fiarse de esa prueba. Solo esto deber¨ªa eliminar su valor probatorio en cualquier instancia o tribunal.

Ninguna t¨¦cnica va a poder distinguir a una persona de 18 a?os de otra que tenga un d¨ªa menos. Esa parece ser una frontera infranqueable para la burocracia, pero no significa nada. Hag¨¢monos dos preguntas sobre las leyes: para qu¨¦ est¨¢n hechas, y c¨®mo lo pueden hacer mejor.