Rosal¨ªa, viaje del flamenco al ¡®trap¡¯
Una joven catalana destinada a convertirse en promesa del flamenco se corona como nueva reina del pop. Ha derribado l¨ªmites entre g¨¦neros abrazando los ritmos urbanos. Su talento enamor¨® a Alejandro Sanz y ha conquistado a Almod¨®var. Esta es la historia de una ambici¨®n de futuro.
DE SER UN MATERIAL, Rosal¨ªa Vila ser¨ªa un metal conductor. Con poca resistencia a la electricidad. Por eso le vibra cada ¨¢tomo cuando saca del pecho su voz fina, la¨ªna. Se le agita el cuerpo entero si chasca los dedos al ritmo. Descubri¨® su poder a principios del nuevo siglo. Con siete a?os: ¡°Mi padre me anim¨® a cantar durante una comida familiar. Al abrir los ojos, estaban todos llorando. No entend¨ª qu¨¦ hab¨ªa pasado, pero supe que pod¨ªa hacer algo con la m¨²sica¡±. Ahora se utiliza como un canal por el que transmite el sonido para que los dem¨¢s puedan sentirlo. Y de todos los metales, ser¨ªa hierro. D¨²ctil, maleable. Capaz de pasar de un cante flamenco ¨ªntimo al ritmo urbano salvaje. Tambi¨¦n tenaz. Quiso forjarse una carrera musical a toda costa y ahora avanza candente con una fuerza que llena escenarios, arrastra miles de seguidores y alza voces que la proclaman como nueva estrella de la m¨²sica espa?ola.
Rosal¨ªa parece Carmen. La gitana que Merim¨¦e hubiera imaginado de haber vivido en el siglo XXI. Mira a trav¨¦s de dos cascadas de pelo azabache que le llegan hasta el pecho. Mira firme con ojos pardos. Diez u?as de gel le alargan los dedos un cuarto y del color de estas lleva los labios, que se repasa a cada poco: ¡°Rojo Valentino¡±. Una Carmen de 25 a?os pegada al Instagram que para darse altura calza deportivas con medio palmo de plataforma en lugar de tacones. Que fusiona el cante jondo con ritmos urbanos. El 2 de noviembre publica El mal querer, su nuevo disco, y acumula millones de reproducciones con las dos canciones que ha adelantado. Una Carmen paya y catalana que reivindica, en la F¨¤brica de Creaci¨® Fabra i Coats (Barcelona) donde ha ensayado las coreograf¨ªas del nuevo disco, su derecho a hacer flamenco: ¡°En Catalu?a, la cultura andaluza se respira en cada esquina, vengas de donde vengas, seas quien seas. Yo me he criado entre hijos de inmigrantes andaluces. Uno no es solo aquello que le viene dado, tambi¨¦n aquello que elige ser¡±.
Resulta imposible huir de ella. Su m¨²sica suena en el and¨¦n del metro de Barcelona porque un usuario despistado no ha encajado bien al m¨®vil la clavija de los auriculares. Si para escapar de Malamente, su ¨²ltimo gran ¨¦xito, quiere uno ponerse los cascos y refugiarse en Spotify, se encuentra con que la plataforma recomienda, con la foto de Rosal¨ªa, la lista de ¨¦xitos pop. No pasa nada. Se selecciona una canci¨®n y a otra cosa: Instagram. En el men¨² principal, Rosal¨ªa de nuevo. Con un ch¨¢ndal de terciopelo rojo amapola. La sudadera a la altura del pecho, el abdomen al descubierto y m¨¢s de 116.000 me gusta. ?Y en el muro personal? Tambi¨¦n. El ilustrador Juan Casta?o ha querido pintarle un retrato. Lo acaba de subir a la red y comenta: ¡°Para m¨ª tiene un no s¨¦ qu¨¦ que me ha hecho interesarme por el flamenco¡±. Lo impregna todo. Ha conseguido enganchar al g¨¦nero a un p¨²blico que, si no fuera por ella, no lo escuchar¨ªa. Tiene m¨¢s de 548.000 seguidores en Instagram, a la altura de triunfitos como Ana Guerra, con 640.000, o Cepeda, con 589.000. Es el fen¨®meno del momento, hija de su tiempo. Mientras espera que comience la sesi¨®n de fotos, Rosal¨ªa coloca el taburete sobre el que se va a sentar pegadito a la pared. Est¨¢ fundi¨¦ndose la bater¨ªa del m¨®vil y quiere tener el enchufe cerca. De vez en cuando se aleja para mandar un audio de WhatsApp y vuelve al taburete. Su smartphone, que lleva cubierto con una funda de peluche blanca y orejas de conejo, le sirve tambi¨¦n como cuaderno de notas: ¡°Siempre estoy con el m¨®vil grabando ideas porque en cualquier momento puede surgirte una melod¨ªa o un ritmo¡±.
¡®Antes de morirme¡¯, con el rapero C. Tangana, marc¨® un punto de inflexi¨®n en su carrera
Rosal¨ªa naci¨® paya, catalana, sin andaluces ni m¨²sicos en la familia. En el municipio industrial de Sant Esteve Sesrovires, en el Baix Llobregat. Se sent¨ªa flamenca. Quer¨ªa ser cantaora. Una cr¨ªa de pelo alborotado que bailaba hasta la extenuaci¨®n canciones de Carlos Vives y enriquec¨ªa la coreograf¨ªa con volteretas laterales. Esa ni?a, solo a veces, se deja ver todav¨ªa en su mirada. Vivaracha, alegre y en¨¦rgica. Fue dando pasos a ciegas con el apoyo de su madre y su hermana, que forman ahora el n¨²cleo de su equipo. ¡°Siento que ellas son siempre honestas conmigo. Me acompa?an en todas las locuras que quiero emprender¡±. De su padre habla poco. La artista dice no saber a qu¨¦ clase social pertenece, pero cuenta que de sus padres ha aprendido el valor del esfuerzo. ¡°Han trabajado desde jovenc¨ªsimos. No estudiaron en la universidad, pero se hicieron una carrera dedicando muchas horas¡±. Solo su abuela materna pose¨ªa sensibilidad musical. Cantaba mientras hac¨ªa las tareas dom¨¦sticas y eleg¨ªa la hora de la siesta para hacer la colada. ¡°Enfadaba a las vecinas¡±, r¨ªe su nieta. ¡°Le dec¨ªan: ¡®No cantes m¨¢s, por favor¡±. La catalana se llama Rosal¨ªa por ella. ¡°De peque?a no me sent¨ªa c¨®moda con mi nombre. Pensaba: ¡®?Por qu¨¦ no tendr¨¦ uno normal, como el de cualquier otra ni?a?¡¯. Pero luego empec¨¦ a darme cuenta de que era especial, fuerte. Ahora no lo cambiar¨ªa¡±. De su abuela hered¨® el nombre y la sensibilidad art¨ªstica. Su sino era ser cantante. Se propuso conseguirlo. Sin red. Sin plan B. Complet¨® su formaci¨®n escolar con clases de canto y empez¨® a actuar con 13 a?os. En restaurantes, bodas, locales ¡°de mala muerte¡±¡ El poco dinero que sacaba lo empleaba en pagar a los palmeros. ¡°No ganaba ni para el parking¡±. Pero pasaban los a?os y los avances se le resist¨ªan. Cuando le asomaba el des¨¢nimo, se desahogaba con su familia:
¡ªEs que es tan dif¨ªcil¡ Necesito empezar a ver la luz.
¡ª?Y si estudias magisterio y das clases a ni?os?
Ella se negaba tajante. ¡°Les respond¨ªa que las clases las dar¨ªa con 50, cuando terminara mi carrera en los escenarios. Primero, mi trayectoria como artista¡±. Su entorno utiliza dos adjetivos para describirla: tozuda y valiente. De esas dos virtudes ech¨® mano. Se buscaba sus propios bolos, cantaba y estudiaba. De forzar tanto se rompi¨® la voz. Tuvieron que operarla de las cuerdas vocales a los 17 y empe?¨® dos a?os en su rehabilitaci¨®n. Volvi¨® a cantar, pero con m¨¢s cuidado. Ya recuperada, entr¨® en la Escuela Superior de M¨²sica de Catalu?a (?Esmuc). Segu¨ªa empe?ada en ser cantaora y se form¨® con el profesor gaditano Jos¨¦ Miguel Vizcaya, conocido como Chiqui de La L¨ªnea. La Esmuc solo acepta un alumno de cante jondo al a?o y en 2014 entr¨® Rosal¨ªa.
Alejandro Sanz: ¡°Ten¨ªa un ¡®quejidito¡¯ muy peculiar. Me encant¨® desde el minuto uno¡±
Vizcaya se enfrent¨® a la decisi¨®n con serias dudas: ¡°Era un perfil poco habitual entonces: una chica que no pertenece al ¨¢mbito andaluz ni flamenco, pero se interesa por el g¨¦nero. Tampoco hab¨ªa escuchado mucho. Hay una corriente purista que afirma que este cante no se puede ense?ar. El reto me pon¨ªa¡±. Vio tambi¨¦n que reun¨ªa condiciones que presagiaban un futuro ¨¦xito: inteligencia, capacidad de trabajo, buena voz y buen f¨ªsico. El broche a su formaci¨®n lo coloc¨® con una actuaci¨®n final de matr¨ªcu?la de honor, pero a su profesor a¨²n le duele una espinita: ¡°Tengo ganas de que haga un disco puro de flamenco. Esa era la idea que ten¨ªamos desde el principio. Es m¨¢s, empezamos a elegir los temas. Pero yo cog¨ª una baja casi del curso completo. Ella, que estaba gestionando proyectos y no contaba con mi asesoramiento, eligi¨®. Se me escap¨®¡±.
Se le escurri¨® Rosal¨ªa porque en 2015 la catalana conoci¨® al productor Ra¨¹l Refree y con ¨¦l molde¨® durante dos a?os su disco de presentaci¨®n: Los ?ngeles. Lo public¨® en febrero de 2017, un ¨¢lbum intimista y flamenco en torno a la muerte. Dice que su repertorio le hizo alcanzar el ¨¦xtasis en el escenario con Refree a la guitarra: ¡°Solo he entrado en trance una vez. En Casa Patas. Estoy deseando volver¡±. No trabajaba a¨²n con ninguna discogr¨¢fica y antes del concierto le contaron a la artista que hab¨ªa acudido personal de Sony y Universal a verla actuar. ¡°Recuerdo que estaba muy nerviosa. Son momentos que determinan si tu camino va hacia un lado o hacia otro. Estar al l¨ªmite me conect¨® con algo que me hizo cantar desde mi centro y sentir que todo flu¨ªa. Me daba absolutamente igual que no fuera perfecto. No pensaba. Ha sido la ¨²nica vez en mi vida que no he pensado en todo el show. Lo ¨²nico que hac¨ªa era dejar pasar a trav¨¦s de m¨ª. No dejo de buscar esa sensaci¨®n¡±. Los ?ngeles se ha reproducido 14 millones de veces en Spotify. La sac¨® del anonimato. La cantaora que consigue que a los millennials les guste el flamenco, clamaban los medios.
Rosal¨ªa aprovecha los tiempos muertos de la sesi¨®n de fotos para ponerse al d¨ªa con su equipo. Alejandro, dice, le mand¨® hace un par de d¨ªas un whatsapp. Como hay interlocutores externos, se interrumpe y aclara: ¡°Alejandro Sanz¡±. El cantante escuch¨® que el entorno de Rosal¨ªa hab¨ªa rechazado aparecer en un programa de televisi¨®n. A nadie le suena la propuesta. ¡°Alejandro me puso: ¡®No quiero que se piensen que eres una siesa¡¯. Se preocupa. Ayer me coment¨® que estaba muy orgulloso de m¨ª¡±.
Sanz conoci¨® a Rosal¨ªa a trav¨¦s del productor Javier Lim¨®n, que le habl¨® de una chica catalana que cantaba flamenco. El artista la invit¨® a su casa de Madrid, donde estuvieron charlando, comiendo y cantando. El m¨²sico recuerda ahora ese primer encuentro: ¡°Me cay¨® muy bien. Me pareci¨® una chica con sentido del humor, a la vez un poquito t¨ªmida. Me sorprendi¨® mucho cuando escuch¨¦ su voz por primera vez. Ten¨ªa un quejidito, un llanto muy peculiar. Me encant¨® desde el minuto uno porque no me sonaba a nadie. El flamenco es mi ra¨ªz y reconozco a un igual cuando le veo, a alguien que siente las mismas cosas que yo¡±. Sanz contin¨²a: ¡°Es muy leg¨ªtimo que alguien no andaluz cante flamenco. Rosal¨ªa lo hace muy bien. Da igual donde haya nacido porque ella lo siente, y si lo sientes, eres flamenco¡±.
Sanz zanja en un par de frases una cuesti¨®n que se ha cernido sobre Rosal¨ªa. Habla sin acento andaluz, pero canta con ¨¦l. ¡°El flamenco ha estado en mi entorno durante 10 a?os. Por decisi¨®n propia, s¨ª, pero ha estado. No es un disfraz, es mi vida¡±, se defiende. Adem¨¢s, usa expresiones del cal¨® y en sus v¨ªdeos aparecen toreros, nazarenos, bailaores, v¨ªrgenes¡ S¨ªmbolos que varias asociaciones gitanas reclaman. La acusan de apropiaci¨®n cultural porque, afirman, pretende transmitir una cultura que no es la suya y cae en los t¨®picos. Responde a las cr¨ªticas ya un poco cansada de hacer frente a la misma pregunta: ¡°S¨¦ de d¨®nde viene el flamenco, he estudiado una carrera entera sobre esto. Los flamenc¨®logos se han esforzado por explicar su origen. Nace de la mezcla de culturas. Le debe mucho a la etnia gitana, pero la m¨²sica no tiene due?o¡±. Ni siquiera se atreve a calificar su trabajo como flamenco. Y matiza: ¡°Es un estilo aflamencado. No quiero ofender a nadie. Yo hago m¨²sica sin pensar exactamente el g¨¦nero, pero claramente mi sonido le debe mucho¡±.
Con su nuevo disco, El mal querer, ha dado un giro radical a su est¨¦tica. ¡°En este proyecto me interesaba traducir lo aflamencado a valores de producci¨®n actuales. Experimentar con la electr¨®nica. Me resulta divertido¡±. Ya no se acompa?a por una guitarra. No canta inm¨®vil temas tristes desde una silla. Ahora arde sobre el escenario. Sus actuaciones son shows con un poder femenino torrencial. Se ha rodeado de un cuerpo de bailarinas con las que da vida a coreograf¨ªas poderosas y su m¨²sica suena m¨¢s trap que flamenca. Rosal¨ªa produce, compone, hace arreglos, escribe, baila, canta¡ Se est¨¢ forjando un car¨¢cter con su nuevo trabajo y con los v¨ªdeos de Malamente y Pienso en tu mir¨¢, en los que habla de poder. De poder femenino: ¡°Hay muchas im¨¢genes en mis v¨ªdeos en las que se presenta a la mujer como un personaje poderoso. El final de Pienso en tu mir¨¢, por ejemplo, donde aparezco encima de un cami¨®n en llamas, riendo y mandando whatsapps¡¡±. Unos clips en donde los elementos religiosos gozan de mucha presencia: ¡°Creo en Dios. A mi manera. No tengo claro si es el Dios cristiano. Pero visualmente me gusta que est¨¦ presente. Mi abuela me llevaba a misa de peque?a y me doy cuenta ahora de que eso me ha determinado¡±.
Rompe con su m¨²sica. Tambi¨¦n con su imagen. Su hermana Pili la asesora para conseguir looks transgresores. Modernos. Callejeros pero refinados. Le atraen los oros. Los flecos. Lo deportivo. Su est¨¦tica ha llamado la atenci¨®n de los dise?adores espa?oles porque se atreve con todo. Mar¨ªa Escot¨¦ la visti¨® en Malamente y Palomo Spain ha confeccionado el vestuario de su nueva gira. Imagen y sonido han desbocado la carrera de Rosal¨ªa: actu¨® en la gala de los Grammy Latinos en 2017. Ha ?colaborado con el exitoso cantante colombiano J. Balvin. Almod¨®var ha contado con ella para rodar su nueva ?pel¨ªcula junto a Pen¨¦lope Cruz. Ha trabajado con Pharrell Williams. La estrella Dua Lipa recomienda temas suyos a sus seguidores de Twitter. ?Son los primeros destellos de una futura diva global? Charm La¡¯Donna cree que s¨ª. La core¨®grafa ha trabajado con Kendrick Lamar, primer rapero en conseguir un Pulitzer. Tambi¨¦n ha preparado con Rosal¨ªa los bailes de su nuevo disco y sentenci¨® en una entrevista para Tentaciones: ¡°Rosal¨ªa es una superestrella del pop¡±.
Pop. Flamenco. Latino. Trap. Electr¨®nica. Le rodean las etiquetas y resulta un reto ubicarla en alguna de ellas. Le cuesta incluso a Joan S. Luna, que lleva a?os prest¨¢ndole atenci¨®n al sonido de la cultura underground. El jefe de redacci¨®n de la revista Mondosonoro no le ve un encaje f¨¢cil a su estilo, pero se acaba decantando por ¡°un pop mainstream de influencia urbana¡±. El nombre lo emplea para el sonido que Rosal¨ªa ha dise?ado durante el ¨²ltimo a?o. Poco tiene que ver con su primer ¨¢lbum. El punto de inflexi¨®n en su carrera, explica Luna, se produjo en junio de 2016. Ese a?o lanz¨® junto al rapero C. Tangana, su expareja, Antes de morirme. ¡°Con este tema empieza a dejar muy claro qu¨¦ estilo le va a hacer crecer, d¨®nde va a ser m¨¢s revolucionaria. Es el eje de lo que vendr¨¢ a ser despu¨¦s Rosal¨ªa. Ah¨ª estaba el camino. No estaba en Los ?ngeles, que le daba una est¨¦tica muy S¨ªlvia P¨¦rez Cruz. La interpretaci¨®n era excelente, pero no me pon¨ªa la piel de gallina. Le faltaba un plus de visceralidad. Con las formas de ahora¡ La puesta en escena, las bailarinas y lo bien que ella se desenvuelve dentro de ese show¡ Esa s¨ª es su salsa¡±.
Rosal¨ªa juega a encontrar su sonido. Lo busca en el flamenco, pero bas¨¢ndose en sus referencias, que beben del underground. Est¨¢ empe?ada en durar sobre los escenarios las pr¨®ximas tres d¨¦cadas. Sus pasos son fuertes. Su voluntad, f¨¦rrea. Se sabe forjada en hierro y poco le preocupan los envites: ¡°Vivo de pulsiones. Me gu¨ªo de mi instinto. Hoy quiero experimentar por aqu¨ª. Ma?ana¡ no tengo ni idea. Mi cometido es hacer m¨²sica. Habr¨¢ veces que acertar¨¦ m¨¢s y otras menos porque lo voy a emprender con riesgo. Como hasta ahora. No s¨¦ hacerlo de otra manera¡±.
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