?Qui¨¦n pinchar¨¢ el globo?

La semana pasada, La Vanguardia publicaba un art¨ªculo de su colaborador habitual Francesc-Marc ?lvaro, un conocido periodista y escritor nacionalista, partidario de la independencia de Catalu?a desde siempre, cuyo t¨ªtulo era ¡°Pinchar el globo¡±. Desde hace meses, si no a?os, ?lvaro se muestra esc¨¦ptico ante las posibilidades de que Catalu?a alcance la independencia porque se da cuenta de las dificultades para que este empe?o llegue a un buen fin.

En el art¨ªculo al que me refiero, ?lvaro apuntaba a la necesidad de que alguien, dentro del mundo independentista, pinche un globo que se ha ido hinchando en proporciones desmesuradas y, como vimos ayer en la Diagonal de Barcelona, a¨²n suscita desatadas pasiones. Por cierto, no es el ¨²nico. ?l mismo lo deja entrever al afirmar: ¡°Toca pinchar el globo, como me dijo un alto cargo del Gobierno [de la Generalitat]. Pero nadie se atreve a hacerlo (¡­)¡±.

Creo que ?lvaro ha dado en el clavo, lo creo desde hace meses. El Estado de derecho no se descompuso por los sucesos de septiembre y octubre del a?o pasado. Ni la desobediencia sistem¨¢tica a la Constituci¨®n y las leyes, ni la declaraci¨®n unilateral de independencia, hicieron mella en nuestras instituciones p¨²blicas. Cada una ha seguido desempe?ando su papel: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Y no parece que haya trazas de que esto cambie. A pesar de las apariencias, en el independentismo catal¨¢n hay desorientaci¨®n estrat¨¦gica, serias discrepancias internas y, excepto los m¨¢s fan¨¢ticos, sensaci¨®n de fracaso. Hay que dar un golpe de tim¨®n que s¨®lo puede consistir en rectificar el camino que irresponsablemente se emprendi¨® en 2012.

Para ello se necesita un personaje por encima de toda sospecha y con la m¨¢xima credibilidad dentro del nacionalismo que pinche el globo y formule un discurso del siguiente tenor: ¡°C¨®mo sab¨¦is mi creencia pol¨ªtica m¨¢s profunda es que Catalu?a es una naci¨®n y debe ser independiente. Desde siempre lo he pensado as¨ª y sigo pens¨¢ndolo. Pero el camino emprendido en 2012 fue equivocado: nos lanzamos a la piscina sin mirar si hab¨ªa agua suficiente y, a pesar de nuestro entusiasmo y buena fe, nos hemos estrellado. Es el momento de rectificar, de emprender una nueva estrategia hacia la independencia que sea m¨¢s s¨®lida, realista y pragm¨¢tica¡±.

Quien se atreva a hacer eso, quien tenga el valor moral de propugnar un giro de estas dimensiones, tendr¨¢ un lugar en la historia. Como lo tuvo De Gaulle en Francia, Su¨¢rez en Espa?a y Tarradellas en Catalu?a. Ser¨¢ combatido y acusado de traidor. Pero habr¨¢ hecho un servicio a su pa¨ªs, no s¨®lo a los suyos, sino a todos, como debe hacer un buen gobernante. ?Qui¨¦n pinchar¨¢ este globo?