?Se puede medir con una hamburguesa el bienestar de todo un pa¨ªs? ?Y con un calzoncillo?
El ¨ªndice Big Mac mide la calidad de vida de un territorio en funci¨®n del precio de venta de este manjar ultra cal¨®rico. Hay otros baremos m¨¢s rocambolescos
Se acusa a los economistas de ser unos maestros en predecir el pasado. Cuando se trata de adivinar lo que viene, tienden a fallar. Tras examinar durante 20 a?os las predicciones de 284 analistas, el profesor de la Universidad de Pensilvania Philip Tetlock concluy¨® que el experto medio es tan certero como un chimpanc¨¦ jugando a los dardos. M¨¢s revelador resulta el estudio que public¨® el a?o pasado la Reserva Federal en el que admit¨ªa que los analistas no eran capaces de predecir el futuro de la econom¨ªa. Reconocer el fallo despu¨¦s de un siglo tal vez sea lo m¨¢s acertado que ha hecho el Banco Central de EE. UU. en su historia. Ante la ineficacia de los complejos modelos econ¨®micos, no es de extra?ar que en las ¨²ltimas d¨¦cadas hayan surgido indicadores m¨¢s peregrinos, pero de m¨¢s probada utilidad.
Los hombres compran menos ropa interior en tiempos de crisis. Un repunte en las ventas de muda anticipa la recuperaci¨®n de la econom¨ªa
Uno de ellos es la venta de calzoncillos: los hombres compran menos ropa interior en tiempos de crisis. Un repunte en las ventas de muda anticipa la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. El padre de este indicador es Alan Greenspan, ir¨®nicamente el gobernador de la Reserva Federal durante 19 a?os. Otro que pega es la corbata: si vienen mal dadas, aumenta su venta. Seg¨²n el Financial Times, el n¨²mero de empleados que hac¨ªa casual friday (vestir m¨¢s informal los viernes) en la City de Londres se redujo tras el crash de 2008. La forma que ten¨ªan los que no fueron despedidos de mostrar que conservaban el trabajo era llevar corbata.
En 1978 un redactor de The New York Times populariz¨® el Super Bowl Indicator: predice si la bolsa acabar¨¢ el a?o en negativo o positivo en funci¨®n de si la final de f¨²tbol americano la gana un equipo de la conferencia Americana o de la Nacional, respectivamente. Ha tenido un acierto del 80 % en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
Pero tal vez el ¨ªndice m¨¢s rocambolesco (y popular) sea el Big Mac Index. Desarrollado por The Economist en 1986, compara el poder adquisitivo de los pa¨ªses en funci¨®n del precio de la popular hamburguesa. Sabedor de la potencia de esta herramienta ¨Cse estudia en las facultades de Econom¨ªa¨C, el semanario brit¨¢nico present¨® una versi¨®n interactiva el mes pasado con la que pretende captar suscriptores. Otro que crea marca es Bloomberg con su ¨ªndice del vicio, que mide lo que cuesta beber, fumar y tomar drogas en 75 pa¨ªses. Curiosa forma de estimular la econom¨ªa.
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