Los tres ingredientes de la receta del amor
Intimidad, pasi¨®n y compromiso son los tres elementos que componen el amor de pareja. De su combinaci¨®n surgen diferentes tipos de relaci¨®n. Ser¨¢ m¨¢s s¨®lida la que contenga los tres y menos la que se base en uno
EL AMOR es un intenso anhelo (deseo y necesidad) de uni¨®n con el otro¡±. As¨ª comienza el curso Anatom¨ªa del Amor, que cada a?o imparte la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. ¡°El amor, y no el sexo como se cree, es el aut¨¦ntico mecanismo de supervivencia de la especie: las cr¨ªas morir¨ªan sin el cuidado conjunto del padre y la madre durante sus primeros a?os de vida¡±. Eso explica Manuel de Juan Espinosa, el catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa que dirige el curso, para afirmar que ese sublime sentimiento es la fuerza m¨¢s potente que mueve el mundo.
El argumento de Espinosa no dista del que, con m¨¢s cinismo quiz¨¢, sosten¨ªa en su Metaf¨ªsica del amor ?sexual el fil¨®sofo Schopenhauer cuando dio un giro biologicista a la filosof¨ªa al afirmar que el amor no era m¨¢s que una coartada del sexo para perpetuar la especie. Dos siglos despu¨¦s de aquel esc¨¢ndalo, los cient¨ªficos ya no cuestionan la teor¨ªa psicobiol¨®gica del amor, que se desarrolla en tres fases equivalentes al ciclo reproductivo:
¡ª El deseo: La atracci¨®n sexual, la libido. Es lo que hace que elijamos a una pareja y no a otra en funci¨®n de par¨¢metros meramente f¨ªsicos, relacionados con preferencias gen¨¦ticas y criterios reproductivos.
¡ª La pasi¨®n amorosa: Es el momento de la uni¨®n f¨ªsica de la pareja, cuando la relaci¨®n se consuma y se mantiene. Su fundamento biol¨®gico es la procreaci¨®n.
¡ª El apego: Es el sentimiento profundo hacia el compa?ero a largo plazo, que responde a la necesidad de crianza, sin el cual la supervivencia de las cr¨ªas estar¨ªa en riesgo.
Que la estructura del amor est¨¦ asociada a su origen reproductivo no obsta para que se repita de la misma manera entre personas de cualquier edad, sea f¨¦rtil o no; se da igualmente con independencia de la voluntad de procrear y de la opci¨®n sexual de ambos miembros de la pareja.
El amor puede comenzar en cualquiera de esas fases. Cada una est¨¢ gobernada por redes cerebrales diferentes, con qu¨ªmicas distintas que generan comportamientos variados (conductas, esperanzas, sue?os¡), pero todos con un mismo fin: la consumaci¨®n sexual imprescindible para la supervivencia de la especie.
En paralelo a esta clasificaci¨®n de las fases basada en criterios biol¨®gicos, la mayor¨ªa de los estudios actuales sobre la psicolog¨ªa de este sentimiento se basan en la teor¨ªa triangular del amor, elaborada por el psic¨®logo Robert Sternberg. Seg¨²n este profesor de la Universidad de Yale, el amor de pareja se compone de tres elementos:
¡ª La intimidad, que comprende los sentimientos de conexi¨®n, v¨ªnculo afectivo y, especialmente, la autorrevelaci¨®n, que en psicolog¨ªa significa revelar al otro aspectos ¨ªntimos de uno mismo.
¡ª La pasi¨®n, que supone el deseo intenso de uni¨®n sexual o rom¨¢ntica con el otro.
¡ª El compromiso, que supone la decisi¨®n de amar a otra persona y la promesa de mantener vivo ese sentimiento.
De la combinaci¨®n de estos tres pilares surgen diferentes tipos de amor. Ser¨¢ m¨¢s s¨®lido el que contenga los tres y menos los amores basados en uno. El encaprichamiento ser¨ªa el m¨¢s b¨¢sico y fr¨¢gil, eso que llamamos ¡°amor a primera vista¡±, que surge de la pasi¨®n sin intimidad ni compromiso. En el ¡°amor rom¨¢ntico¡± existe una uni¨®n sentimental y pasional, pero carece de compromiso: es el t¨ªpico amor de verano.
La relaci¨®n ideal es el amor consumado, el ¨²nico que contiene los tres elementos. Es la relaci¨®n perseguida por todos, pero la m¨¢s dif¨ªcil de conseguir y, sobre todo, de mantener en el tiempo: es casi imposible si no hay un compromiso de los miembros de la pareja para mantener los tres engranajes bien engrasados. Conservar la admiraci¨®n mutua, manifestar el afecto con frecuencia, preservar el respeto, cuidar la propia imagen, mantener espacios propios, cultivar afinidades y aceptar al otro como es son algunas de las claves para que la relaci¨®n amorosa sea satisfactoria y duradera.
El enamoramiento, provocado por una tormenta hormonal, ser¨ªa preocupante si no fuera un estado transitorio
La pasi¨®n amorosa de la primera teor¨ªa es el tiempo fisiol¨®gico que corresponde al amor rom¨¢ntico de la segunda: es el momento t¨®rrido de la relaci¨®n, cuando la sexualidad est¨¢ m¨¢s presente. Es eso que llaman enamoramiento. Este estado es transitorio: seg¨²n los expertos, dura aproximadamente un a?o. Para Freud, si se prolongara durante muchos a?os, se tratar¨ªa de un amor patol¨®gico.
El psic¨®logo especialista en relaciones amorosas Walter Riso asegura que ¡°el enamoramiento parece rayar en la patolog¨ªa y, en ocasiones, no es otra cosa que una obsesi¨®n exacerbada¡±. En su libro Gu¨ªa pr¨¢ctica para superar la dependencia emocional: 13 pasos para amar con independencia y libertad (Phr¨°nesis) numera las actitudes m¨¢s frecuentes en el enamoramiento:
Idealizaci¨®n del otro. Exclusividad (solo te apetece sexualmente tu pareja). Apego (pensar que nada tiene sentido sin el otro). Ilusi¨®n de permanencia (creer que ese amor es ¨²nico). Pensamientos obsesivos (la mente estar¨¢ al servicio de la otra persona). Sentido de fusi¨®n (sensaci¨®n de ser almas gemelas). Riesgos irracionales (la conducta se hace compulsiva).
Esta locura, provocada por una tormenta hormonal que se retroalimenta, ser¨ªa preocupante si no fuera un estado transitorio. En un a?o como m¨¢ximo acabar¨¢. Con suerte, y con una dosis equilibrada de intimidad, compromiso y pasi¨®n, se transformar¨¢ en el perseguido amor consumado.
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