Guinea Ecuatorial: medio siglo de desesperanza
Despu¨¦s de 50 a?os de independencia, la ¨²nica excolonia espa?ola de ?frica subsahariana arrastra grandes desigualdades sociales y econ¨®micas
La historia de Guinea Ecuatorial, la ¨²nica excolonia espa?ola de ?frica subsahariana, es en sus comienzos un relato de marginalidad. Este territorio, muy poco estrat¨¦gico para todas las Coronas que lo ocuparon, hasta por lo menos avanzado el siglo XIX, conect¨® dos orillas atl¨¢nticas?entre 1778 y 1810 al formar parte del Virreinato del R¨ªo de la Plata. Hoy esta naci¨®n de 1,22 mill¨®n de habitantes es la de mayor renta per c¨¢pita de ?frica, con grandes recursos petrol¨ªferos, pero en la cual el 44% de la poblaci¨®n era pobre en 2011. Y, como si fuera poco, posee al gobernante m¨¢s duradero del planeta en el ejercicio del poder, Teodoro Obiang Nguema, desde 1979, quien en 2013 figuraba entre los ocho mandatarios m¨¢s ricos del mundo.
El Tratado de San Ildefonso, firmado en 1777 entre las monarqu¨ªas ib¨¦ricas, cedi¨® a Espa?a las islas Fernando Poo y Annob¨®n, m¨¢s una porci¨®n costera que iba desde el delta del R¨ªo N¨ªger hasta la desembocadura del r¨ªo Og¨¹¨¦ en el actual centro de Gab¨®n. En abril de 1778 parti¨® la expedici¨®n hispana del Conde de Argelejo para ocupar las islas, si bien esta iniciativa provoc¨® el desagrado de los comerciantes brit¨¢nicos que operaban all¨ª.
El inter¨¦s espa?ol por el territorio adquirido no fue marcado y, pese a la esperanza de poder contar con un centro de aprovisionamiento esclavista, el enclave fue abandonado en 1781. Tampoco la presencia brit¨¢nica fue acusada, aunque, con excusa de perseguir la trata esclavista, en la d¨¦cada de 1820 renaci¨® el inter¨¦s por apropiarse de Fernando Poo. Al efecto, en 1834, se fund¨® Port Clarence (la actual Malabo) pero, una vez m¨¢s, los brit¨¢nicos se retiraron de la isla. Entonces comenz¨® una nueva etapa de abandono estatal y una opci¨®n posible fue la venta hispana a Inglaterra. Fernando Poo era m¨¢s inglesa que hispana en todo sentido. Pero durante la d¨¦cada de 1850 fue aumentando el inter¨¦s espa?ol por la regi¨®n y los planes para colonizarla, en compensaci¨®n imperial a la p¨¦rdida de la Am¨¦rica continental d¨¦cadas antes. No obstante la ocupaci¨®n continu¨® siendo d¨¦bil, los gastos dispensados a la colonia fueron m¨ªnimos y la soberan¨ªa fue disputada por Francia desde Gab¨®n. A la saz¨®n Annob¨®n se encontraba deshabitada.
Colonizaci¨®n plena (1900-1968)
A principios de los sesenta, las condiciones de vida mejoraron y la colonia comenz¨® a ser llamada "la Suiza africana"
La presencia m¨¢s decidida comenz¨® a principios del siglo pasado. M¨¢s all¨¢ de ignorar el trabajo del explorador Manuel Iradier, que expandi¨® la presencia espa?ola en 1875, el Tratado de Berl¨ªn concedi¨® a Espa?a 300.000 km2 pero uno nuevo con Francia, en 1901, redujo el territorio concedido a solo 25.000 km2 y 130.000 habitantes con la excusa que Madrid no lo hab¨ªa ocupado como era debido. De todos modos, el acuerdo con Francia inici¨® la ocupaci¨®n espa?ola de la porci¨®n continental de Guinea Ecuatorial, en ese entonces conocida como R¨ªo Muni. La colonia comenz¨® a ser rentable desde el cambio de siglo gracias al cultivo de, principalmente, cacao y tambi¨¦n de caf¨¦ con mano de obra fang, liberiana y sierraleonesa. En el transcurso del siglo XX el negocio colonial favoreci¨® a los grandes propietarios, espa?oles y africanos, gracias a los precios oficiales elevados de los cultivos de exportaci¨®n. Los trabajadores liberianos fueron reemplazados por nigerianos.
La presi¨®n por la descolonizaci¨®n se hizo sentir en 1955 cuando Espa?a fue admitida en Naciones Unidas. Para contener la marea independentista, la metr¨®poli tom¨® la decisi¨®n de provincializar las ¨¢reas que formaban su colonia subsahariana y en 1963 se realiz¨® un refer¨¦ndum que al a?o siguiente impuso un r¨¦gimen auton¨®mico. Pero la ONU continu¨® presionando a Madrid para que concediera la independencia pese a que se legalizaron (a diferencia de la metr¨®polis) partidos pol¨ªticos y se aprob¨® una conferencia para proveer al pa¨ªs de una Constituci¨®n una vez que fuera territorio emancipado. Las condiciones de vida mejoraron y la colonia comenz¨® a ser llamada ¡°la Suiza africana¡±.
En la citada conferencia se discut¨ªa si la independencia se iba a garantizar en bloque o por regiones separadas, y triunf¨® la primera opci¨®n que defend¨ªa el delegado Francisco Mac¨ªas Nguema. El refer¨¦ndum constitucional tuvo lugar en agosto de 1968 y pronto se convocaron elecciones tras las cuales Mac¨ªas form¨® gobierno junto a miembros de otros partidos. Curiosamente se otorg¨® a Guinea Ecuatorial dos elementos negados en la metr¨®poli: Constituci¨®n y elecciones con partidos pol¨ªticos.
Pesares post-coloniales
De 1972 y 1976 lo relativo a ese pa¨ªs fue considerado ¡°materia reservada¡± en Espa?a
El 12 de octubre de 1968 Espa?a perd¨ªa su ¨²nica posesi¨®n subsahariana, una historia que permanece olvidada porque entre buena parte de 1972 y 1976 lo relativo a ese pa¨ªs fue considerado ¡°materia reservada¡±. Mac¨ªas, que admiraba a Hitler, impuso un r¨¦gimen de terror y corruptela, suspendiendo la Constituci¨®n y aboliendo los partidos pol¨ªticos, adem¨¢s de provocar la huida de residentes espa?oles. El gobernante aument¨® la burocracia y reparti¨® cargos entre amistades y familiares, castigando a los grupos enemigos. Adem¨¢s, puso de excusa supuestos golpes de Estado para deshacerse de quienes sospechaba o tem¨ªa, ech¨¢ndole la culpa a Espa?a de estar detr¨¢s, como ocurri¨® en marzo de 1969.
En general, las relaciones con la exmetr¨®poli fueron de amor-odio, de desconfianza, si bien hubo cooperaci¨®n, m¨¢s intensa o menos dependiendo la ¨¦poca, aunque hoy el pa¨ªs se encuentra m¨¢s cerca de la ¨®rbita francesa que de la espa?ola. Lo que se constat¨® es que comenz¨® a aislarse del mundo: desde 1970 prohibi¨® el ingreso a periodistas del exterior, mientras la represi¨®n provoc¨® entre 1969 y 1979 no menos de 50.000 muertes. Como muestra de la megaloman¨ªa de Mac¨ªas, uno de los tantos t¨ªtulos que se arrog¨® fue??nico Dios, milagro y salvador del Pueblo Guineano.
Mac¨ªas nombr¨® a su sobrino, Teodoro Obiang Nguema, como jefe de las fuerzas armadas y este ¨²ltimo fue quien el 3 de octubre de 1979 dio un golpe de Estado contra su t¨ªo y dispuso, tras un proceso, su fusilamiento semanas m¨¢s tarde. Sin embargo, los cuadros pol¨ªticos cl¨¢nicos continuaron. Tras el denominado ¡°golpe de libertad¡± comenz¨® la autocracia en la actualidad m¨¢s duradera del mundo. Los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que involucran al sucesor designado Teodoro (Teodor¨ªn) Nguema Obiang, hijo del presidente y actual vicepresidente, son solo un bot¨®n de muestra de un r¨¦gimen sostenido con alfileres y l¨ªder en todo tipo de bochornos. Por ejemplo, en un solo fin de semana en 2005 Teodor¨ªn gast¨® 1,2 millones de euros de viaje en Ciudad del Cabo para aumentar su colecci¨®n de autom¨®viles de lujo, la que sigui¨® creciendo. Lo anterior retrata un r¨¦gimen que el a?o que viene cumple 40 a?os y en el que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n sobrevive con el equivalente a 1,7 euros diarios mientras el entramado del poder absorbe los dividendos producto de la suculenta renta petrolera.
Omer Freixa es Historiador africanista argentino. Docente e investigador de las Universidades de Buenos Aires y Nacional de Tres de Febrero.
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