El Twitter de Ar¨¦valo es ahora mismo el lugar m¨¢s fascinante de Internet

Cada poco tiempo, Twitter convierte en viral algo que ha escrito Ar¨¦valo, nombre art¨ªstico del humorista Francisco Rodr¨ªguez Iglesias (Valencia, 1947). Es muy complicado encontrar, entre los humoristas de su quinta, a alguno que tenga cuenta en Twitter. Y los que la tienen cuentan con un n¨²mero de seguidores ni siquiera significativo. Un ejemplo: alguien tan medi¨¢tico como ?ngel Gar¨®, m¨¢s joven que Ar¨¦valo pero con el que coincidi¨® en alguna etapa del Un, dos, tres¡­ responda otra vez?(y es hoy habitual programas rosas y concursante de Gran Hermano VIP)?atesora unos 10.000 seguidores. Ar¨¦valo tiene 32.000.

Ar¨¦valo no se corta: manda a la mierda y devuelve la descalificaci¨®n con la misma alegr¨ªa con la que la recibe. En un medio en el que se premia la cr¨ªtica elegante y la socarroner¨ªa sintetizada, el estilo de Ar¨¦valo es humano, embrutecido y aut¨¦ntico

Este seguimiento es milagroso y extra?o. Se trata de alguien a priori muy alejado del usuario medio de la red social: la mayor¨ªa tienen menos de 25 a?os. Pocos recordar¨¢n el ¨¦xito que el humorista cosechaba con la venta de sus cintas de humor, su ¨¦poca triunfal en el Un, dos, tres o que protagoniz¨® su propia serie de sketches en horario de m¨¢xima audiencia en Antena 3.?A sus 71 a?os, Ar¨¦valo es famoso en Twitter por haberse convertido, a ojos de muchos seguidores, en una especie de broma ir¨®nica, de una r¨¦mora de otro tiempo en un medio que (piensan sus detractores) no le pertenece. Una broma ir¨®nica y, casi siempre, injusta.

Su ¨²ltima gracia viral (e involuntaria) fue un comentario a Jennifer Lopez, retuiteado cerca de 2.500 veces y que atesora casi 3.500 ¡°me gusta¡± desde el viernes. Diversos medios se hicieron eco del comentario de admiraci¨®n del c¨®mico espa?ol a la estrella del pop. Tambi¨¦n muchos usuarios de la red social se rieron de Ar¨¦valo.

?l respondi¨® de forma encantadora. Primero, aclarando que no hab¨ªa en su tuit ¨¢nimo de ligoteo: "S¨ª, soy?uno de los millones de admiradores de Jennifer Lopez y si me gusta es como cantante y actriz. A mi mujer, que en paz descanse, le gustaba y vimos varias veces la pel¨ªcula ?Bailamos? con Rlchard Gere".

Despu¨¦s, retuiteando y agradeciendo los memes que iban apareciendo sobre la historia.?

En un momento en el que las relecturas sobre el g¨¦nero, el lenguaje y los privilegios han creado dos nuevas Espa?as, se dir¨ªa que se han manifestado de nuevo entre los partidarios y detractores de Ar¨¦valo en Twitter. Son dos Espa?as que ya no est¨¢n a la izquierda y la derecha, sino arriba y abajo, o sea, los j¨®venes y los mayores?(n¨®tense las cursivas para remarcar que a menudo estos t¨¦rminos son emocionales, no biol¨®gicos). Y en estas cr¨ªticas al c¨®mico se respira un esp¨ªritu de ajusticiamiento con alguien que s¨ª, sigue haciendo humor grueso y caduco sobre el escenario, que causa una desaprobaci¨®n comprensible. Pero cuando esta desaprobaci¨®n a su labor art¨ªstica se convierte en mofa personal en Twitter, el mensaje se queda inmediatamente desvirtuado.?

En Twitter, la figura Ar¨¦valo es m¨¢s tierna que otra cosa. S¨ª, retuitea asuntos pol¨ªticos, alaba a Carlos Herrera llam¨¢ndolo continuamente "l¨ªder" y "Gran Persona" (as¨ª, con unas mesi¨¢nicas y misteriosas may¨²sculas) y reivindica la tauromaquia?(su padre era el recientemente fallecido Paco Ar¨¦valo, estrella de "El bombero torero"). Todo esto hacer que se ponga a buena parte de los usuarios en contra. Pero de repente se pone?comentar asuntos cotidianos ("buenas noches, hoy me acuesto ya y ma?ana ir¨¦ a la playa un ratito") o a informar de su estado de salud con la cercan¨ªa con la que lo har¨ªa un vecino (" tras un chequeo y a falta de la anal¨ªtica que me har¨¦ en valencia, salio todo bien: coraz¨®n, h¨ªgado y ri?ones perfectos y en cuanto a la revisi¨®n de la vista todo genial") y, de repente, Ar¨¦valo te ha ganado.?

Ojo a su foto de perfil: una no demasiado profesional, un selfie sacado con su ordenador en una habitaci¨®n de su casa, se dir¨ªa. Detr¨¢s de ¨¦l destaca la pared amarilla y una foto enorme de varios famosos y humoristas entre los que destacan Bert¨ªn Osborne o Mill¨¢n Salcedo. Ar¨¦valo, en Twitter, podr¨ªa ser tu padre o tu abuelo. A menudo, da los buenos d¨ªas y las buenas noches. Responde con mucha amabilidad a los que le lanzan saludos. Y s¨ª, casi siempre con una ortograf¨ªa y gram¨¢tica francamente mejorables. Y recibe cr¨ªticas feroces por ello. Un golpe bajo para alguien que se est¨¢ expresando en un medio que se populariz¨® cuando ¨¦l ya hab¨ªa pasado la edad de jubilaci¨®n.?

Eso s¨ª, a la vez que a veces se muestra de lo m¨¢s torpe con el funcionamiento de Twitter, Ar¨¦valo demuestra en algunas otras ocasiones que se ha hecho perfectamente a la era digital. Por ejemplo, cuando comparte con sus seguidores la imagen que tiene como fondo de escritorio en su iPhone: un retrato de su padre. En esa captura de su escritorio podemos ver que se ha bajado el navegador Chrome (el Safari es el que iPhone incluye por defecto) y est¨¢ suscrito a varios podcasts de la plataforma Ivoox, en la que tiene varias notificaciones.??

Tambi¨¦n es habitual que el humorista, salt¨¢ndose todas las normas sobre Internet, responda a los insultos. Y lo hace con el mismo tono y la mala leche que se le presupone a un hombre que ha pasado ya por bastante en la vida. Ar¨¦valo perdi¨® a su mujer debido a un c¨¢ncer en 2016 y a dos hijos, uno al poco de nacer y otro a los 27 a?os, adem¨¢s de tener una hija, Nuria, que necesita cuidados especiales debido al S¨ªndrome de Willams. Ar¨¦valo no se corta: manda a la mierda y devuelve la descalificaci¨®n con la misma alegr¨ªa con la que la recibe. En un medio en el que se premia la cr¨ªtica elegante, la socarroner¨ªa sintetizada y esa unidad m¨ªnima de comunicaci¨®n que se nos ha dado por llamar ¡°zasca¡±, el estilo de Ar¨¦valo es humano, embrutecido y aut¨¦ntico.?

Como har¨ªa un padre o un abuelo, Ar¨¦valo cuenta batallitas a trav¨¦s de fotos de su ¨¢lbum personal. Y ah¨ª, tanto para seguidores, detractores o gente a la que Ar¨¦valo le d¨¦ exactamente igual, es donde esta cuenta de Twitter se vuelve oro. Podemos ver su foto con Jerry Lewis:

O la c¨¦lebre imagen de ¨¦l posando con Alfonso Ribeiro (Carlton Banks en El pr¨ªncipe de Bel Air), una imagen que fue viral casi antes de que se inventase el t¨¦rmino viral:

O la imagen que demuestra que tiene 24 discos de oro, algo que hab¨ªa sido puesto en duda por otros usuarios de Twitter:

O esta en la que posa, vestido con una camiseta de AC/DC, con el cantante de coplas Luis?Lucena:

O las muchas en las que se muestra llevando a cabo tareas del hogar. Seg¨²n cont¨® en las entrevistas, se acostumbr¨® a encargarse de todo ¨¦l en casa cuando su mujer enferm¨®. En otras im¨¢genes comparte los platos que le cocina a su hija:?

Y tal vez lo m¨¢s llamativo que nos deja su cuenta: una foto de Ar¨¦valo de joven. Un adolescente de belleza cinematogr¨¢fica, a medio camino entre las estrellas del cine quinqui de Eloy de la Iglesia y la desidia aristocr¨¢tica de Brooklyn Beckham.

Fue precisamente esta generosidad en Twitter y su querencia por ense?ar encuentros con personalidades de los que se siente orgulloso lo que provoc¨® en 2017 una ruptura con Bert¨ªn Osborne, con el que llevaba haciendo giras teatrales de ¨¦xito desde 2011 y con el que manten¨ªa una estrecha relaci¨®n de amistad desde hace d¨¦cadas.

Fue debido a una foto de una paella en la que aparec¨ªan Osborne, el rey em¨¦rito Juan Carlos y la infanta Elena, entre otros. Su publicaci¨®n no gust¨®, seg¨²n contar¨ªa el propio Ar¨¦valo en televisi¨®n, ni a Bert¨ªn ni a la propia Casa Real. "Bert¨ªn me dijo: '?Quita la puta foto esa!'. Y desde entonces nada m¨¢s nos hablamos por WhatsApp, y solo me contesta 's¨ª', 'no' y 'qu¨¦ bien", cont¨® Ar¨¦valo. Y remat¨®: "As¨ª que f¨ªjate c¨®mo est¨¢ el matrimonio de mal".