Pol¨ªtica muda

La vida actual ha registrado una profunda transformaci¨®n en las formas y en los contenidos del discurso pol¨ªtico. Perdi¨® vigencia la idea de que tanto las medidas pol¨ªticas de unos como la oposici¨®n de otros, deb¨ªan responder a una fundamentaci¨®n inteligible para los ciudadanos. Cuando esto no ocurr¨ªa, caso de la Espa?a de la Restauraci¨®n, la palabra era transferida a los intelectuales, encargados de valorar la obra del gobierno y de los partidos. A Alfonso XIII no le preocupaba lo que dijesen un ministro o un republicano en las Cortes, sino el art¨ªculo sobre el r¨¦gimen de Ortega y Gasset.

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La situaci¨®n se reprodujo parcialmente en y despu¨¦s de la transici¨®n, con la consiguiente pretensi¨®n por gobernantes y poderosos de domesticar las plumas ¡ªlos gestores de este y otros peri¨®dicos podr¨ªan relatar muchas cosas al respecto¡ª y ahormar el discurso de los propios correligionarios mediante la confecci¨®n de un cors¨¦ denominado argumentario. Las normas impuestas por Zapatero a los suyos al iniciarse la crisis de 2008, disfrazada de "desaceleraci¨®n", fueron muestra de ello.

La revoluci¨®n tecnol¨®gica experimentada en la comunicaci¨®n digital, ha dado un vuelco a esa situaci¨®n. La red crea libertad por cuanto multiplica exponencialmente el n¨²mero de emisores y de mensajes, pero a costa de eliminar la exigencia del razonamiento, sustituy¨¦ndolo por el tuit, de un lado cauce de una ilimitada agresividad, de otro reductor de la comunicaci¨®n pol¨ªtica a un marketing dominado por la eficacia del eslogan. Y permeable a la manipulaci¨®n. Es el mundo de "Omo lava m¨¢s blanco": cuenta el destinatario de masas; no que ello sea cierto. De ah¨ª emerge el imperio de la posverdad y de la descalificaci¨®n. No importa que Ciudadanos y Vox sean distintos: son fundidos en amalgama con el lamentable Casado como pegamento y la eficacia est¨¢ servida. Pablo Iglesias es un maestro al respecto. Y contagioso.

El empobrecimiento del lenguaje pol¨ªtico resulta inevitable. Privadas de argumentos, las consignas se suceden, dando lugar a un silencio donde se amontonan palabras sin contenido, al modo del tremending topic.

Todo menos explicar. As¨ª en la sustituci¨®n por el gobierno, v¨ªa abogado del Estado, de "la rebeli¨®n" por "la sedici¨®n". Dado que si la rebeli¨®n tropieza irremisiblemente con la cl¨¢usula introducida en su d¨ªa por L¨®pez Garrido, la violencia, al menos resultaba incuestionable que la DUI supon¨ªa derogar la Constituci¨®n en Catalu?a y "declarar la independencia de una parte del territorio nacional". En cambio, la sedici¨®n implica ¡°impedir¡± una actuaci¨®n legal, "p¨²blica y tumultuariamente"; eso para nada corresponde al 27-0. Entre tanto, los ciudadanos asisten perplejos a una pol¨ªtica gubernamental gravemente muda.