Se buscan 1.200 embarazadas para estudiar los efectos de la contaminaci¨®n desde la placenta

Se buscan 1.200 embarazadas en Barcelona. A poder ser, que est¨¦n dentro del primer trimestre de embarazo. La salud de los ni?os del futuro les va en ello. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) alert¨® la semana pasada de que el 90% de los ni?os del mundo respiran diariamente aire t¨®xico. La contaminaci¨®n es un problema de primer orden para las autoridades sanitarias y su impacto en la salud no entiende de edades. Es por ello que un grupo de investigadores de varios hospitales de Barcelona han lanzado un llamamiento para reclutar embarazadas y poner en marcha un ambicioso estudio sobre el impacto de la contaminaci¨®n en la salud prenatal. Los cient¨ªficos quiere atajar los problemas que causa la poluci¨®n del aire desde el principio, antes incluso de nacer.?

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"Sospechamos que las part¨ªculas finas [uno de los contaminantes m¨¢s comunes derivados del tr¨¢fico rodado] pueden llegar tambi¨¦n al feto. Cualquier peque?a desviaci¨®n en el inicio de la vida puede tener grandes consecuencias. Un tercio de la inteligencia se determina durante el embarazo", admite Eduard Gratac¨®s, director de BcnNatal, el servicio de medicina maternoinfantil del hospital Cl¨ªnic y el Sant Joan de D¨¦u de Barcelona. Estos complejos sanitarios ser¨¢n los encargados de reclutar, junto al hospital Sant Pau de Barcelona y al ISGlobal, centro impulsado por la Fundaci¨®n La Caixa, a las mujeres candidatas a participar en el estudio. El objetivo es estudiar c¨®mo act¨²a la placenta ante la presencia de contaminantes y c¨®mo se desarrolla el cerebro de los ni?os antes y despu¨¦s del parto.

El impacto de la contaminaci¨®n en la salud infantil es un viejo conocido de los investigadores de ISGlobal. La entidad ha desarrollado varios proyectos de investigaci¨®n que constataron la influencia de los contaminantes en el desarrollo cerebral de los ni?os, antes incluso de nacer. Uno de ellos, por ejemplo, prob¨® que la exposici¨®n a contaminantes durante el embarazo ralentiza hasta dos meses el desarrollo cognitivo de los ni?os. "Cuando ten¨ªamos un marcador de calidad ambiental de la vida prenatal, encontramos que, en funci¨®n del lugar donde viv¨ªan, hab¨ªa un impacto en la estructura del cerebro y esto tiene consecuencias para el resto de la vida", apunta el doctor Jordi Sunyer, director del proyecto y jefe del programa de Infancia y Medioambiente de ISGlobal. Otras de las investigaciones de ISGlobal, enmarcadas dentro del macroproyecto Breathe, demostr¨® tambi¨¦n que la contaminaci¨®n reduce la capacidad de atenci¨®n de los ni?os y que los escolares expuestos a zonas de mayor poluci¨®n sufren alteraciones en?la conectividad y el desarrollo funcional del cerebro.

Este nuevo estudio que han puesto en marcha los cuatro centros barceloneses va un paso m¨¢s all¨¢ de lo estudiado hasta la fecha y se sumergen en las etapas anteriores al nacimiento. En concreto, los investigadores quieren estudiar la evoluci¨®n de los fetos desde el primer trimestre del embarazo. "Queremos ver si vivir el embarazo en distintas zonas de la ciudad, forman en diferentes cerebros. Y si eso tiene que ver con el desarrollo de enfermedades", sintetiza Sunyer. Es estudio ser¨¢ prospectivo y prev¨¦ prolongarse hasta la edad adulta de los fetos.?

El dise?o del estudio ya est¨¢ listo. Seg¨²n la doctora Elisa Llurba, jefa de Obstetricia y Ginecolog¨ªa del Sant Pau, el seguimiento empezar¨¢ tras la primera ecograf¨ªa de las 12 semanas de gestaci¨®n. Los investigadores someter¨¢n a la embarazada a un exhaustivo test de h¨¢bitos de vida y dejar¨¢n en su domicilio una serie de aparatos para medir la contaminaci¨®n, el ruido y la temperatura durante una semana. La madre tambi¨¦n tendr¨¢ que portar durante 48 horas una mochila que mide tambi¨¦n la contaminaci¨®n en el entorno donde ella se relaciona habitualmente y un GPS que geolocaliza su posici¨®n "para detectar los picos de contaminaci¨®n". Durante una semana, la participante tendr¨¢ que llevar una pulsera que mide su actividad f¨ªsica y geolocaliza tambi¨¦n sus movimientos.

El objetivo es estudiar c¨®mo act¨²a la placenta ante la presencia de contaminantes y c¨®mo se desarrolla el cerebro de los ni?os antes y despu¨¦s del parto.

Todo este proceso se repetir¨¢ tambi¨¦n a las 32 semanas, cuando los investigadores har¨¢n otra ecograf¨ªa. Tambi¨¦n se le realizar¨¢ una anal¨ªtica inicial y se tomar¨¢n muestras de orina al principio y al final del embarazo. En el parto, se tomar¨¢n muestras del cord¨®n umbilical y la placenta y se seguir¨¢n haciendo controles peri¨®dicos al beb¨¦ y test del desarrollo neurol¨®gico del ni?o a los seis, 12 y 18 meses. "La madre y el feto no van por separado. La placenta seguro que explica muchas cosas y pensamos que puede ser un punto clave para explicar el impacto de la contaminaci¨®n", augura Llurba.

Los investigadores sospechan que el impacto de la contaminaci¨®n llega incluso a la etapa preconcepcional. "Esperamos encontrar que, realmente, la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica tiene un impacto estructural en el desarrollo del cerebro y la formaci¨®n del cuerpo", zanja Sunyer.