¡°En las islas del Pac¨ªfico los ni?os est¨¢n para ser vistos, no o¨ªdos¡±
Los 14 pa¨ªses insulares del Pac¨ªfico tienen una de las mayores tasas del mundo de violencia contra la infancia y las mujeres
Hay pocos lugares tan aislados y dispersos como Kiribati. Este pa¨ªs del Pac¨ªfico central, de solo 116.000 habitantes, est¨¢ compuesto por 33 atolones de coral diseminados en una zona mayor que el subcontinente indio. Kiribati est¨¢ lejos de casi todo, mecido en verdiazules aguas ecuatoriales, pero incluso aqu¨ª llega la violencia contra los ni?os y ni?as. De hecho, los 14 estados insulares del oc¨¦ano Pac¨ªfico concentran cuatro de los cinco pa¨ªses con m¨¢s agresiones contra las mujeres del mundo y una de las mayores tasas de violencia contra la infancia. All¨ª donde se han recabado datos, siete de cada diez adultos, incluyendo maestros, admiten pegar a los menores con los que conviven.
¡°Aqu¨ª, la violencia contra la infancia es una lacra tremenda, pero escondida¡±, explica desde Fiyi Sheldon Yett, el representante de Unicef en el Pac¨ªfico. ¡°Una de las razones es la percepci¨®n de que si te ahorras el palo, malcr¨ªas al ni?o¡±. En otras palabras, se considera que disciplinarlo utilizando la fuerza o agresiones verbales es necesario para educarlo y para que asimile su puesto en la base de jerarqu¨ªa social. Las faltas de respeto a padres y profesores en pa¨ªses occidentales suelen atribuirse al poco rigor de los m¨¦todos educativos. ¡°A estas normas sociales se suman cuestiones estructurales como la desigualdad y la pobreza; el poco inter¨¦s de algunos Gobiernos en priorizar la cuesti¨®n y la falta de formaci¨®n e informaci¨®n por parte de las familias,¡± a?ade Yett. Otro factor es el estr¨¦s parental exacerbado por cuestiones como el desempleo y las cat¨¢strofes naturales.
El maltrato y abandono de la infancia le cuesta 209.000 millones de d¨®lares anuales a Asia del este y el Pac¨ªfico, el equivalente a un 2% del Producto Interior Bruto (PIB), y su incidencia es 10 veces mayor que la de todas las formas de c¨¢ncer juntas. En Vanuatu, se cobra hasta el 4% del presupuesto del pa¨ªs. ¡°Las cifras son importantes para persuadir a los Gobiernos de que adopten medidas¡±, explica desde Tailandia Rachel Harvey, especialista de protecci¨®n de la infancia de Unicef en Asia-Pac¨ªfico. ¡°Acabar con la violencia no es solo un imperativo moral; si no protegemos a los menores, estamos socavando el desarrollo econ¨®mico de nuestros pa¨ªses y no alcanzaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)¡±.
Relaciones t¨®xicas
Seg¨²n Harvey, los costes se desprenden de la demanda de servicios sociales y de los problemas de salud f¨ªsica y mental, que impiden una participaci¨®n plena en la vida econ¨®mica y social y pueden causar problemas como depresi¨®n cr¨®nica, consumo de drogas, conductas sexuales de riesgo y suicidio. Adem¨¢s, los supervivientes son m¨¢s proclives a seguir recibiendo ¡ªy propinando¡ª maltratos el resto de su vida y a padecer dolencias card¨ªacas y diabetes. Buena parte de estos problemas tienen su origen en un fen¨®meno descrito recientemente por la ciencia.
Atizar constantemente a un ni?o, ridiculizarlo en p¨²blico o decirle que no llegar¨¢ a nada en la vida cada vez que se equivoca les puede parecer poca cosa, pero neurobi¨®logos como los de la Universidad de Harvard en EE UU sugieren lo contrario. Se ha descubierto que la producci¨®n continuada de hormonas del estr¨¦s como el cortisol interfieren en el desarrollo del cerebro, alterando la arquitectura y la qu¨ªmica neuronal. El da?o afecta de por vida la capacidad de la persona de aprender, progresar en el terreno laboral y mantener relaciones estables. ¡°Sobre todo si se produce en los primeros 1.000 d¨ªas de vida¡±, se?ala Harvey.
El maltrato y abandono de la infancia le cuesta 209.000 millones de d¨®lares anuales a Asia del este y el Pac¨ªfico
Estudios en el Pac¨ªfico dan cuenta de la magnitud del reto: un 71% de los menores en Fiyi han experimentado violencia f¨ªsica y/o psicol¨®gica en su hogar; frente a un 72% en las Islas Salom¨®n, un 78% en Vanuatu y un 81% en Kiribati. ¡°Los ni?os est¨¢n para ser vistos, no para ser o¨ªdos¡±, reza un dicho en las Islas Salom¨®n. Hace apenas una d¨¦cada que se recogen datos sobre violencia en la regi¨®n, por lo que los expertos coinciden en la importancia de seguir recabando m¨¢s y mejores informaciones sobre el fen¨®meno y la eficacia de las intervenciones. Pero no es tan sencillo parece.
¡°Recolectar datos sobre violencia contra la infancia es muy caro y hacerlo en lugares tan remotos como las islas del Pac¨ªfico es extremadamente dif¨ªcil¡±, explica Yett, de Unicef. Sabe por experiencia que, a menudo, la ¨²nica forma de acceder a centenares de islas es en barco y a trav¨¦s de aguas embravecidas. ¡°Es dif¨ªcil llegar all¨ª y saber qu¨¦ ocurre en las comunidades, que son todas diferentes entre s¨ª. Al contrario de lo que suele pensar la gente, trabajar con poblaciones peque?as y aisladas es tanto o m¨¢s complicado que hacerlo con grupos mayores y m¨¢s concentrados¡±.
El Pac¨ªfico est¨¢ realizando avances en materia de igualdad de g¨¦nero. Sin embargo, tiene tres de los cinco pa¨ªses del mundo con una mayor proporci¨®n de chicos adolescentes que aprueban que un hombre pegue a su esposa. En las Islas Cook, formadas por volcanes subacu¨¢ticos cubiertos de corales, una de cada cuatro mujeres considera que ¡°el hombre debe mostrar que ¨¦l es el jefe¡±, y una de cada tres v¨ªctimas no se lo cuenta a nadie.
Seg¨²n un informe de Unicef y el Fondo de Poblaci¨®n de la ONU, entre un 60% y un 80% de las mujeres en el Pac¨ªfico sur sufren violencia f¨ªsica y sexual durante su vida, tanto por parte de sus parejas como de otros hombres. En el archipi¨¦lago de Vanuatu, una de cada cuatro mujeres afirma que su primera experiencia sexual fue una violaci¨®n antes de los 15 a?os. Para los ni?os, presenciar violencia en el hogar puede ser tan da?ino como sufrirla, y al hacerse mayores tienen m¨¢s probabilidades de emparejarse con personas que les maltratan y de agredir a sus propios hijos, perpetuando un ciclo de violencia intergeneracional. ¡°La violencia contra las mujeres y contra la infancia van de la mano y deben abordarse de forma conjunta¡±, apunta Yett.
Esfuerzo colectivo
¡°La ¨²nica forma de acabar con la violencia es mediante un esfuerzo colectivo¡±, afirma el responsable de Unicef en el Pac¨ªfico. ¡°Los servicios educativos, de salud y de bienestar social deben arrimar el hombro, y necesitamos leyes adecuadas y medios para hacerlas cumplir, adem¨¢s de ense?ar a las familias nuevas formas amorosas y constructivas de educar a los ni?os,¡± explica. Por ello, su equipo trabaja con organizaciones a todos los niveles: desde Gobiernos nacionales y locales, hasta escuelas, comunidades religiosas y grupos de la sociedad civil. Sensibilizando, formando, aportando apoyo t¨¦cnico.
Al principio nadie quer¨ªa hablar sobre violencia, pero cuando m¨¢s la escondemos, es peor
Siliniu Lina Chang, presidenta de SVSG
Una de las entidades con las que colabora Unicef es el Grupo de Apoyo a las V¨ªctimas de Samoa (SVSG), una ONG creada en 2005 para acoger a las ni?as que han sufrido agresiones y darles oportunidades de formarse y trabajar. ¡°Al principio no fue sencillo porque nadie quer¨ªa hablar sobre violencia, pero cuando m¨¢s la escondemos, peor¡±, se?ala la presidenta de SVSG Siliniu Lina Chang.
Pa¨ªses de Asia-Pac¨ªfico se reunieron este octubre en Camboya para intercambiar experiencias sobre la cuesti¨®n, incluyendo el problema emergente del acoso online, y este 2019 se celebrar¨¢ un foro pol¨ªtico de alto nivel en la ONU.
¡°Tenemos que asegurarnos de que los Gobiernos comprendan la importancia del tema¡±, afirma Yett. ¡°No es una inversi¨®n a la que puedas poner una placa y se?alar con el dedo como es el caso de un edificio nuevo. El trabajo con las familias es lento y dif¨ªcil de mostrar, pero es esencial para el desarrollo de las sociedades, en el Pac¨ªfico y en todo el mundo¡±. La violencia llega lejos, pero el cambio, tambi¨¦n.
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