May resiste la rebeli¨®n interna por su plan de Brexit y traslada la presi¨®n a los diputados
Cuatro miembros del Gobierno brit¨¢nico anuncian su renuncia tras lograr la primera ministra el apoyo al principio de acuerdo con la UE
Theresa May demostr¨® este jueves que en pol¨ªtica, el que resiste, puede acabar ganando. Hasta cuatro miembros de su Gobierno dimitieron en las horas previas y posteriores a que la primera ministra explicara el acuerdo del Brexit. Pero May, por primera vez en mucho tiempo, present¨® el discurso m¨¢s claro. Ha cerrado el mejor pacto posible en defensa ¡°del inter¨¦s nacional¡±, dijo. Ha hecho lo que se pidi¨® en el refer¨¦ndum de 2016; ha logrado a la vez proteger los empleos, la seguridad y la integridad de Reino Unido. Ha cumplido con su responsabilidad, concluy¨®. ¡°Ahora los diputados deben cumplir con la suya¡±.
El secreto de May puede ser tan simple como no perder la calma cuando el resto de los actores pol¨ªticos hiperventilan. ¡°Voy a permanecer hasta que todo este proceso termine¡±, asegur¨® la primera ministra en su segunda comparecencia en un d¨ªa largo y cargado de malos augurios. En las horas previas a la comparecencia que ten¨ªa prevista en el Parlamento, para explicar los t¨¦rminos del acuerdo del Brexit cerrado en Bruselas, se amontonaron las malas noticias. Primero dimiti¨® el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Shailesh Vara. Una figura menor, pero significativa, porque Vara hab¨ªa sido un firme defensor de la permanencia en la UE. Se?alaba que el descontento con May alcanzaba a los dos bandos del debate.
El golpe m¨¢s duro vino poco despu¨¦s. Dominic Raab, el ministro para el Brexit, renunciaba a su cargo. Raab es el ni?o mimado de los euroesc¨¦pticos y uno de los candidatos a suceder a May. ¡°Los t¨¦rminos propuestos ayer [por el mi¨¦rcoles] por la primera ministra contienen errores muy relevantes¡±, explicaba Raab a la BBC. ¡°Si este acuerdo entra en vigor provocar¨¢ un devastador efecto en la confianza de la ciudadan¨ªa en la democracia¡±. Poco despu¨¦s, dimit¨ªa la segunda de Raab, Suella Braverman, y la ministra de Trabajo y Pensiones, Ester McVey, quien se?alaba en su renuncia que el acuerdo ¡°no hac¨ªa honor al resultado del refer¨¦ndum¡±.
Con toda esa mochila, May comparec¨ªa ante un Parlamento hostil. El l¨ªder del Partido Laborista se mofaba de un ¡°Gobierno en el caos¡± que solo hab¨ªa sido capaz de presentar ¡°un acuerdo medio cocinado que deja a Reino Unido sin voz ni voto¡±, y anunciaba el voto en contra de su formaci¨®n.
La mayor dureza, sin embargo, lleg¨® de sus propias filas. Apenas media docena de diputados le ofrecieron su respaldo. Hasta 70 intervenciones, una tras otra, se dedicaron a exigirle que rectificara o que convocara un nuevo refer¨¦ndum; le advirtieron de que su acuerdo no iba a ser aprobado en el Parlamento y le dijeron que hab¨ªa fracasado.
Jacob Rees-Mogg, el l¨ªder ultracat¨®lico del sector conservador euroesc¨¦ptico, anunci¨® a las puertas del Parlamento que el grupo de 50 diputados que asegura representar iba a presentar una moci¨®n de confianza contra May. ¡°Es una persona responsable, pero nos ha decepcionado¡±, dijo Rees-Mogg sobre la primera ministra.
Today, I have resigned as Brexit Secretary. I cannot in good conscience support the terms proposed for our deal with the EU. Here is my letter to the PM explaining my reasons, and my enduring respect for her. pic.twitter.com/tf5CUZnnUz
— Dominic Raab (@DominicRaab) November 15, 2018
May aguant¨® el chaparr¨®n. Con notables muestras de cansancio, pero sin perder el hilo de su argumento. El mismo que repiti¨® por la tarde en una conferencia de prensa improvisada, pensada m¨¢s para dirigirse directamente a la ciudadan¨ªa brit¨¢nica que a sus compa?eros de partido. ¡°Mi modo de abordar todo este proceso negociador ha sido poner por delante el inter¨¦s nacional, no el inter¨¦s de mi partido ni por supuesto el m¨ªo particular¡±, explic¨®. Se pierde la cuenta de las veces que la primera ministra utiliz¨® el t¨¦rmino ¡°inter¨¦s nacional¡±.
May volvi¨® a explicar que el pacto alcanzado, por muchos ¡°detalles dif¨ªciles e inc¨®modos de aceptar¡± que contenga, era el mejor posible para el pa¨ªs y el mejor que se pod¨ªa alcanzar con la Comisi¨®n Europea. ¡°Creo con cada fibra de mi ser que la estrategia trazada es la mejor para el pa¨ªs y para todos los ciudadanos¡±, dijo la primera ministra en un ¨²ltimo esfuerzo did¨¢ctico ante una multitud de periodistas. Y pas¨® a relatar todo lo alcanzado y todo lo evitado. ¡°Mantendremos el control de nuestras fronteras, el control de nuestro dinero, el control de nuestras leyes y el control de nuestra agricultura y nuestra pesca¡±, asegur¨®. Y a cambio, explic¨®, protegeremos los empleos de la industria brit¨¢nica, la cooperaci¨®n en materia de seguridad y la integridad territorial de Reino Unido, explic¨®.
El discurso de May era una mezcla de objetivo cumplido y resistencia ante la adversidad. En ning¨²n momento se plante¨® dimitir, pero dej¨® claro que la misi¨®n que se le encomend¨® hace dos a?os, llevar a la pr¨¢ctica el resultado del refer¨¦ndum del Brexit, se hab¨ªa realizado del mejor modo posible. ¡°Yo ya he cumplido con mi responsabilidad. Deber¨¢n ser ahora los diputados, una vez estudiado el contenido del acuerdo, los que cumplan con la suya¡±, advirti¨®.
May parece dispuesta a dar la batalla hasta el final. Si hasta hace nada las alternativas que presentaba eran dos, su acuerdo del Brexit o salir de la UE a las bravas, sin acuerdo alguno, en las ¨²ltimas horas ha presentado una tercera: que no haya ning¨²n Brexit, ¡°dado el camino de incertidumbre a que nos conducir¨ªa rechazar este pacto¡±. El movimiento a favor de un segundo refer¨¦ndum cobra fuerza, as¨ª que la primera ministra ha puesto frente a sus adversarios conservadores internos el panorama que m¨¢s le puede aterrar: que no haya ning¨²n Brexit.
¡°Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la pierdan y te culpen a ti...¡±, dice el poema de Rudyard Kipling Si, que encierra toda la nostalgia y orgullo del ser brit¨¢nico. Solo que en este caso, la conclusi¨®n no es que ¡°ser¨¢s un hombre¡±. M¨¢s bien, una mujer capaz de mostrar la templanza de la que han carecido sus compa?eros de filas.
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