Cinco situaciones en las que las hormonas son las verdaderas culpables de tu enfado
Identificarlas te ayudar¨¢ a relativizar tu estado de ¨¢nimo
Todos hemos vivido alg¨²n momento en el que hemos perdido los estribos. Nos enfadamos por algo y acabamos contestando mal a los dem¨¢s. Aunque pensemos que el motivo viene de fuera, la ciencia apunta a que en muchas ocasiones se trata de desajustes hormonales. M¨¢s conocido es el papel de estas sustancias en el ciclo menstrual de las mujeres, pero estos cambios nos afectan a todos y pueden ser el resultado de situaciones cotidianas. Desde un atrac¨®n de bombones hasta que nuestro equipo de f¨²tbol gane un partido: repasamos aquellas situaciones que alteran nuestro sistema endocrino y nos hacen ponernos de mal humor.
Cuando nos duele algo "se genera un estr¨¦s en el que hay varias hormonas implicadas. Una de ellas es el cortisol, que se produce en las gl¨¢ndulas suprarrenales y sirve como un mecanismo de defensa para proteger el organismo frente a situaciones externas", explica Aurelia Villar Bonet, especialista en Endocrinolog¨ªa e integrante de Top Doctors, quien a?ade que "esto nos hace estar m¨¢s alerta y tambi¨¦n m¨¢s irascibles".
Una vez dada la se?al de alarma y para que una simple caries no convierta al Homo Sapiens en un ogro, el cerebro produce endorfinas de forma paralela. Esta hormona "se crea en la gl¨¢ndula pituitaria y en el hipot¨¢lamo para generar analgesia y una sensaci¨®n de bienestar". Es ese momento en el que, despu¨¦s de dar un bocinazo, nos arrebujamos bajo la manta y nos dejamos mimar.
Y no es necesario que haya dolor de por medio. El cortisol nos pone a la defensiva ante cualquier situaci¨®n de estr¨¦s. "El problema es que en ese estado es f¨¢cil interpretar cualquier est¨ªmulo m¨ªnimamente negativo como un peligro inminente al que se responde con agresividad desmedida", recalca esta experta.
La falta de sue?o o el agotamiento no solo reducen los reflejos, tambi¨¦n alteran el humor. Normalmente, para mal.
Y, en algunas ocasiones, la causa del cansancio no est¨¢ en el ejercicio f¨ªsico o la falta de sue?o, sino en unos niveles bajos de serotonina, una hormona que produce sensaci¨®n de felicidad y excitaci¨®n. Al estar bajo m¨ªnimos pueden aparecer la somnolencia y la agresividad. "Las neurohormonas, como la serotonina, regulan las respuestas adaptativas al estr¨¦s y pueden interferir en el mal humor", se?ala la doctora Villar Bonet.
La testosterona, la hormona masculina, que se relaciona con la fuerza y la energ¨ªa, tambi¨¦n produce cambios en el estado de ¨¢nimo. Los niveles altos pueden producir sensaci¨®n de euforia, pero tambi¨¦n se asocian a la agresividad verbal, al comportamiento dominante y a la violencia f¨ªsica, entre otras actitudes negativas, seg¨²n apunta un estudio publicado en el International Journal of Endocrinology Metabolism.
Seg¨²n otra investigaci¨®n, una de las situaciones que puede suponer cambios en los niveles de esta hormona es observar un evento deportivo. Los resultados mostraron que los seguidores de los equipos experimentan aumentos en la testosterona cuando su equipo gana y la hormona disminuye cuando pierde. A medida que pasan los a?os, el cuerpo masculino tambi¨¦n puede tender a producir menos cantidad de esta hormona, un cambio que repercute en el deseo sexual, en la masa muscular y la grasa corporal, y tambi¨¦n en el estado de ¨¢nimo. Aunque en menor medida, tambi¨¦n pueden afectar a las mujeres, que tambi¨¦n producen esta hormona.
Que la influencia de la testosterona en el humor se quede solo en un calent¨®n o pase a mayores depender¨¢ de c¨®mo la serotonina le plante cara para amainar el temporal. Pero tambi¨¦n de la educaci¨®n y el grado de civismo de uno.
Comer mucho dulce aumenta los niveles de az¨²car en sangre y esto, explica la experta, "produce un efecto euforizante". Cuando el az¨²car en sangre cae por la acci¨®n de la insulina, aparecen el malestar y la agresividad. La neurocient¨ªfica Jordan Lewis explica que los alimentos azucarados alteran la producci¨®n de dopamina, la hormona de la recompensa, que tambi¨¦n regula el humor. Al consumir dulce aumenta y cuando lo eliminamos del cuerpo, disminuye y hace que el cuerpo se altere.
Est¨¢ demostrado que el az¨²car puede llegar a ser altamente adictivo e incluso provocar s¨ªndrome de abstinencia. De hecho, muchos adictos suplen la droga con este alimento cuando est¨¢n en periodo de desintoxicaci¨®n. Debemos recordar que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud recomienda consumir menos de 25 gramos diarios, o lo que es lo mismo, seis terrones.
El ciclo menstrual va acompa?ado de cambios hormonales. Durante los d¨ªas de la regla, por ejemplo, los niveles de estr¨®genos y la progesterona ¡ªlas hormonas sexuales femeninas¡ª, quienes disminuyen y producen cambios de humor e irritabilidad (tambi¨¦n disminuyen durante la menopausia). Adem¨¢s, el dolor que produce este proceso "favorece la aparici¨®n de reacciones exacerbadas a situaciones que se dan en la vida cotidiana", indica Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Moya, ginec¨®logo y director m¨¦dico del Instituto de Medicina EGR y miembro de Top Doctors.
Los cambios hormonales tambi¨¦n pueden afectar al estado de ¨¢nimo durante el s¨ªndrome premenstrual (un cuadro de s¨ªntomas que incluye acn¨¦, cambios de humor, n¨¢useas, dolor de est¨®mago e insomnio, y que afecta al 85% de las mujeres en edad f¨¦rtil). "Hoy en d¨ªa se desconocen las causas exactas que desencadenan estos s¨ªntomas. No solo la hinchaz¨®n o el dolor, sino aquellos que ata?en a la esfera afectiva y que tienen un papel muy importante en la calidad de vida de las mujeres que los sufren. Desde el punto de vista biol¨®gico, las alteraciones hormonales de la segunda mitad del ciclo (descenso de los niveles de estr¨®genos y progesterona) asociados a niveles de endorfinas bajos, pueden favorecer estos cambios en el estado de ¨¢nimo", concluye el ginec¨®logo.