Arco¨ªris en el Caribe
La confluencia de intereses de instituciones oficiales y activistas LGBTI ha permitido la incorporaci¨®n a la nueva Constituci¨®n cubana de un art¨ªculo que abre la puerta al matrimonio igualitario
No deja de ser parad¨®jico que cuanto m¨¢s globalizado e interdependiente es el mundo, m¨¢s se atomicen las causas. Los anhelos de progreso nacidos de la Ilustraci¨®n y la Revoluci¨®n Francesa y aquilatados en la Declaraci¨®n Universal de los Derechos del Hombre de 1948 ¡ªy tan insatisfechos, no hay m¨¢s que echar un vistazo al mapamundi¡ª, han dado paso a unos valores casi a la carta, producto m¨¢s de apetencias o aspiraciones vitales, cuando no temporales, que de ideales. La ¨¦tica de principios fundamentales como libertad o igualdad ha devenido en est¨¦tica identitaria, con su proliferaci¨®n de s¨ªmbolos y banderas; y la comuni¨®n de intereses, la a?eja utilidad com¨²n de Cicer¨®n, se ha vuelto una antigualla.
Pero hay zonas de sombra, sobre todo en lo que hace a algunos derechos civiles en contextos excepcionales. La incorporaci¨®n a la nueva Constituci¨®n cubana de un art¨ªculo que abre la puerta al matrimonio gay, por m¨¢s que para muchos represente una cortina de humo que distrae de asuntos m¨¢s perentorios, es un experimento sociol¨®gico que ha concitado voluntades diversas, y una intersecci¨®n entre una ideolog¨ªa tenazmente social y el moderno vendaval del individualismo. Todos los actores implicados, incluidos los m¨¢s cr¨ªticos, se?alan dos aportaciones determinantes desde dentro del r¨¦gimen.
Una es la del activismo oficial, de la mano de Mariela Castro ¨Chija de Ra¨²l Castro-, ¨²nica capaz por su pedigr¨ª de vencer la resistencia al brillo del arco¨ªris por parte de la dirigencia. La segunda es la contribuci¨®n impl¨ªcita a la causa LGTBI, con su lucha feminista avant la lettre, de la Federaci¨®n de Mujeres Cubanas. Esta asociaci¨®n de masas, org¨¢nica ¡ªadscrita al partido ¨²nico¡ª?y nada sospechosa de aperturismo, ha abierto desde los a?os sesenta brechas de libertad pese al machismo-leninismo (definici¨®n tomada de la ¨²ltima novela del escritor Leonardo Padura) imperante en la isla. Un machismo que, junto con el clericalismo, explica la ¨¢spera oposici¨®n al proyecto.
Con una aproximaci¨®n en sus inicios sanitaria y asistencial, biologicista, la Federaci¨®n, explican numerosos interlocutores en La Habana, ha evolucionado hacia el activismo de g¨¦nero(s), rastrillando causas concomitantes de un colectivo que gozar¨¢ por fin de plenos derechos si se aprueba el texto en refer¨¦ndum el 24 de febrero. Con su denuncia de la violencia dom¨¦stica y su apuesta por el derecho a la salud ¡ªgracias a ellas el aborto es legal desde 1965, igual que tambi¨¦n lo son desde 2008 las operaciones de reasignaci¨®n de g¨¦nero¡ª, este activismo institucional ha demostrado poder ser un compa?ero de viaje del activismo LGTBI independiente. Un ejemplo de conciliaci¨®n de intereses que podr¨ªa servir para ampliar la defensa a otros muchos derechos inexistentes en la isla, si grupos como los citados u otros distintos consiguen, como esta vez, penetrar el coraz¨®n del r¨¦gimen.
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