Consultando al pueblo

Las recurrentes consultas a la ciudadan¨ªa del nuevo presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO), pueden convertirse en peligrosos subterfugios si arriesgan la gobernabilidad o interrogan sobre asuntos balad¨ªes o si su complejidad no admite respuestas emocionales y desinformadas. Cuando se pregunta a los mexicanos sobre la conveniencia de sembrar ¨¢rboles frutales cunde la perplejidad. Argumentando que con ellas fortalece la democracia participativa, la participaci¨®n en las cinco consultas organizadas por AMLO siendo alcalde de la capital federal (2001-2004) oscil¨® entre el 0,7% y el 10%, y se invadieron competencias del Legislativo. Como presidente electo convoc¨® otras dos, con una min¨²scula movilizaci¨®n: en torno al 1% del padr¨®n.

El dirigente que arroll¨® en las generales de julio prometiendo la regeneraci¨®n nacional y el finiquito del capitalismo de cuates deber¨¢ reformar el art¨ªculo 35 de la Constituci¨®n para eliminar restricciones y conseguir que el resultado de las consultas sea vinculante. La aprobaci¨®n de enmiendas al texto fundamental exige una mayor¨ªa cualificada del Congreso, dos tercios de los legisladores presentes, lo que obliga a la negociaci¨®n.

Obviamente, la opini¨®n de la gente siempre es valiosa, pero cuando se la recaba sin necesidad ni transparencia, ¨²nicamente para refrendar decisiones tomadas de antemano, su emplazamiento es enga?oso. Si el objetivo es disimular errores, puentear instituciones y lubricar clientelismos y ret¨®rica, constituyen una farsa. Entonces, el inter¨¦s general corre el riesgo de ser perjudicado por el cuestionable manejo de la voluntad popular.

La democracia no se agota en las elecciones, ni la representativa es el elixir de la perfecci¨®n, pero si el presidente entrante pretende convivir con el mandato de los ciudadanos, deber¨¢ cerciorarse de que estos conozcan la trascendencia del asunto sobre el que se les llama a consulta.

La respuesta informada es improbable cuando la pregunta obliga al procesamiento de variantes complejas, como son las referidas a un tren de 1.500 kil¨®metros de complicado trazado, un aeropuerto internacional y una refiner¨ªa, de miles de millones de euros. El 20% de la terminal de aviones hab¨ªa sido edificado cuando la consulta del 25 de octubre tumb¨® el proyecto. La elecci¨®n de los asuntos sometidos a escrutinio, el manejo de los tiempos, la informaci¨®n y la cobertura medi¨¢tica son aspectos medulares, pero susceptibles de alquimia gubernamental.

No es lo mismo preguntar al ciudadano si quiere ampliar la cobertura de Internet gratuita y ayudar a los discapacitados que hacerlo sobre temas que implican estudios t¨¦cnicos, ambientales y desplazamientos de poblaci¨®n.

Cuesta trabajo entender que el presidente m¨¢s votado de la historia de M¨¦xico, que controla las dos C¨¢maras y 15 de los 26 Gobiernos estatales renovados, recurra a las mesas petitorias para tomar decisiones cuando le sobran legitimidad y espacio por negociarlas con los poderes federales.

La interpelaci¨®n de L¨®pez Obrador sobre la reforestaci¨®n frutal es encomiable, pero deval¨²a la consulta ciudadana como herramienta de la democracia, imprescindible cuando se trata de dilucidar asuntos trascendentales.