Un milagro de vida
Nace la Iniciativa Interreligiosa para la Defensa del Bosque Tropical con el objetivo de "defender la vida, la tierra, las culturas, y para las generaciones por venir"
El Per¨² es uno de los cinco pa¨ªses que poseen el 70% del bosque tropical del planeta. Durante miles de a?os han dado vida y belleza a nuestro planeta tierra, son fuentes de agua dulce, filtran y limpian el agua, amortiguan las lluvias fuertes que de otra manera erosionar¨ªan los suelos, mantienen en su lugar los bancos de los r¨ªos. Los bosques act¨²an como esponjas, capaces de recoger y almacenar grandes cantidades de agua de lluvias. Los suelos forestales absorben cuatro veces m¨¢s agua de lluvias que los suelos cubiertos de pastos, y 18 veces m¨¢s que el suelo desnudo.
Son un regalo maravilloso de la naturaleza, nos dan muchos servicios, no podemos destruirlos. Solo en la ¨²ltima d¨¦cada se ha perdido para siempre, un ¨¢rea de bosque del tama?o del Reino Unido, Francia y Alemania combinadas. Esta destrucci¨®n es innecesaria y est¨¢ socavando los esfuerzos de la comunidad internacional para abordar el cambio clim¨¢tico, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
La destrucci¨®n del bosque tropical pone en juego toda la vida del planeta. Si se protegen y se restauran, los bosques tropicales pueden brindar una contribuci¨®n indispensable al desarrollo sostenible. Son la mejor soluci¨®n clim¨¢tica que tenemos. Sin embargo, est¨¢n en grave riesgo.
La tala ilegal parece no tener fin, las industrias extractivas han entrado con avidez al bosque para obtener sus riquezas naturales, b¨¢sicamente oro, petr¨®leo y gas, y gran cantidad de hect¨¢reas han cambiado su uso convirtiendo sus tierras para productos agr¨ªcolas como carne de res, soja, aceite de palma, pulpa y papel, todo esto acelera y agudiza la deforestaci¨®n del bosque tropical, con efectos devastadores para la vida de las comunidades que los habitan y para el planeta mismo.
La tala ilegal parece no tener fin, las industrias extractivas han entrado con avidez al bosque para obtener sus riquezas naturales, b¨¢sicamente oro, petr¨®leo y gas
Las comunidades de fe tenemos una gran responsabilidad en el cuidado y defensa del bosque, pues llegamos a los ¨²ltimos lugares en nuestras tareas sociales y religiosas, y contamos con la confianza de diversos sectores en estas zonas. Tenemos que actuar, la inacci¨®n y apat¨ªa no son aceptables, y por eso estamos acompa?ando este proceso de la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales.
Me impresiona la claridad con la que el Santo Padre analiza la actual crisis socio ambiental como responsabilidad humana, por tanto, es tarea nuestra, buscar en esta encrucijada, las alternativas para enfrentarla adecuadamente.
El Papa Francisco nos dice: ¡±Hay un modo de entender la vida y la acci¨®n humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta da?arla¡± (LS 101), y eso estamos haciendo, estamos destruyendo nuestras fuentes de vida, una de ellas los bosques tropicales.
El problema de fondo es ¡°¨¦tico, espiritual y cultural¡± se afectan todas nuestras relaciones, con los otros seres humanos, con los otros seres vivos y con el creador. Creo que ¡°la crisis ecol¨®gica es una eclosi¨®n o una manifestaci¨®n externa de la crisis ¨¦tica, cultural y espiritual de la modernidad, no podemos sanar nuestra relaci¨®n con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones b¨¢sicas como seres humanos¡± (LS 119).
La vida del planeta est¨¢ en nuestras manos, no solo vivimos un tiempo grave, sino tambi¨¦n urgente, el tiempo nos juega en contra, como lo acaba de recordar el ¨²ltimo reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico, que nos urge a poner fin a la deforestaci¨®n del bosque tropical, para evitar los efectos devastadores del cambio clim¨¢tico a nivel mundial.
La palabra clave aqu¨ª es cambio; en los estilos de vida, en la manera como entendemos el desarrollo, en la necesidad de hacernos protagonistas de este momento de nuestra historia, superando la apat¨ªa que nos induce a creer que no es posible hacer nada por la enormidad de la tarea.
Ninguna especie creada, tiene la capacidad de crear y destruir la obra de Dios como los humanos, es el momento de superar la ¡°desmesura antropol¨®gica de la modernidad y que hoy con nuevos ropajes sigue da?ando nuestra intr¨ªnseca vocaci¨®n comunitaria y social¡± (LS 116) y atrevernos a buscar una nueva s¨ªntesis cultural y espiritual.
Pero, no todo est¨¢ perdido, nos alienta la esperanza de miles de esfuerzos que se hacen cotidianamente, en especial de nuestros pueblos ind¨ªgenas, por defender el bosque y la vida, y que lo expresa muy bien el cantautor Fito P¨¢ez, ¡°?Qui¨¦n dijo que todo est¨¢ perdido? / yo vengo a ofrecer mi coraz¨®n¡±. Y de eso se trata, estamos dando inicio a una hermosa tarea en la que han unido fuerzas buena parte de las religiones del mundo: la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales, que pr¨®ximamente se desarrollar¨¢ en Colombia, Brasil, Per¨², la Cuenca del Congo e Indonesia.
Las comunidades de fe en Per¨² hemos unido nuestros esfuerzos para lanzar junto con el Gobierno, las Naciones Unidas, el Gobierno noruego, los pueblos ind¨ªgenas, las ONG comprometidas en la tarea, especialistas, t¨¦cnicos y muchos otros una Iniciativa Interreligiosa para la Defensa del Bosque Tropical, porque estamos convencidos que de esta manera estamos defendiendo la vida, la tierra y las culturas, para nosotros y para las generaciones por venir.
Deseo concluir estas breves reflexiones con las palabras del Papa Francisco en su visita al Per¨² en enero 2018: ¡°El alma de una comunidad se mide en c¨®mo logra unirse para afrontar los momentos dif¨ªciles, de adversidad, para mantener viva la esperanza¡±.
El cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno es el arzobispo de Huancayo, en Per¨².
A la Red de Expertos Planeta Futuro pertenecen m¨¢s de cien firmas de diversas organizaciones, instituciones o ONG y sociedad civil. Como secci¨®n abierta, participativa y plural, las opiniones son de los autores.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.